"Estamos viviendo los tiempos peores y los tiempos mejores en educación", aseguró en esta capital el ministro del sector de Costa Rica, Eduardo Doryan Garron, al evaluar la situación en América Latina.
La frase del novelista británico Charles Dickens sintetiza el debate del seminario sobre reforma educativa convocado en Buenos Aires por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el marco de la 37 asamblea de gobernadores, que comenzará el lunes próximo en la capital argentina.
En primer lugar, el binomio educación-trabajo ha sido abordado por los expositores, quienes señalaron a la educación como la llave del crecimiento económico.
La incorporación de nuevas tecnologías, la preparación para el mercado laboral diversificado y la conexión de las prácticas educativas con la empresa fueron algunos de los temas planteados a lo largo del seminario.
La vicepresidenta ejecutiva del BID, Nancy Birdsall, aseguró que existen "razones para el optimismo" en materia de mejoras educativas para América Latina y el Caribe.
La conciencia de los gobiernos y la sociedad civil sobre la necesidad de los cambios, así como las innovaciones que están generándose en diferentes países de la región son algunas de estas razones, apuntó.
"La consolidación de la democracia y el papel protagónico de la sociedad civil otorga un marco ideal para debatir sobre el futuro de la educación en la región", aseguró Birdsall.
Esta visión esperanzada se contrapuso con perspectivas poco alentadoras, tales como los pequeños presupuestos para educación, la segmentación de la calidad y la precarización educativa, consecuencias de las políticas de ajuste económico.
"Nuestra única certeza para el futuro es que el cambio nos acompañará siempre, por eso la educación debe prepararnos para manejar la incertidumbre", dijo Martin Redrado, director ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica de Argentina.
Redrado señaló que la enseñanza debe permitir la adquisición de competencias básicas, tales como el manejo del lenguaje, la aplicación de conocimientos en aritmética y geometría y el uso de la informática, y la formación de ciudadanos capaces de adaptarse a los procesos de transformación.
"Cambios" e "incertidumbres", pero también "saturación de información" y "desorientación" fueron términos utilizados con frecuencia en el debate sobre el futuro de la enseñanza media.
En este sentido, el sacerdote Jesús Montero, miembro del Cosejo Asesor de la Reforma Educativa de Paraguay, dijo que la falta de metas claras detiene el proceso de cambio en esta área.
"Los niños y jóvenes que ingresan en el sistema educativo serán adultos que tendrán que proyectar, decidir, cambiar a lo largo de su vida y la escuela tiene que ayudar a este proceso", afirmó Montero.
El proyecto educativo, según el asesor paraguayo, debe favorecer que los jóvenes descubran y lleven a cabo su proyecto de vida, en el que están incluídos la madurez afectiva y la integración social.
"Esta tarea no es responsabilidad única de la escuela, la empresa tiene también un papel central en el proceso de cambio y debe participar activamente con inversiones en recursos humanos", dijo Montero.
En este aspecto, la dirigente sindical Hellen Still, presidente de la Asociación de Maestros de Jamaica, dijo a IPS que "el papel de la escuela dista de ser el de proveedora de mano de obra calificada".
"Tenemos que proponer una concepción alternativa de la educación, que contemple la necesidad de la incorporación al trabajo pero que forme 'ciudadanos' y no 'operarios", afirmó.
La dirigente magisterial jamaiquina cuestionó el modelo de "escuela-empresa" y consideró que los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales deben ser consultados a la hora de las decisiones.
La ministra de Educación de El Salvador, Cecilia Gallardo, aseguró en este sentido que las organizaciones sindicales de maestros se oponen al cambio porque no participan en el proceso.
Gallardo dijo a IPS que "la exclusión del debate de los estudiantes y los maestros genera graves conflictos y pone en peligro la concreción de las propuestas".
Estudiantes y docentes, grupos prácticamente excluídos entre los participantes en el seminario, señalaron su rechazo a las reformas que no toman en cuenta las demandas de promoción de la tarea del educador y la participación estudiantil.
La discusión se centra en la dirección de las reformas impulsadas en América Latina y en la necesidad de instalar el debate en las aulas.
"La perspectiva piramidal es de corto vuelo, porque el cambio real sucede en cada colegio, en cada maestro. Si la transformación se decide en los escritorios, allí quedará instalada", aseveró la ministra salvadoreña. (FIN/IPS/sa/ag/cr/96)