El empresario Caho Lopes reaccionó con inquietud al oír a la primera dama de Brasil, la antropóloga Ruth Cardoso, declararse favorable a la despenalización del consumo de marihuana.
En un programa de televisión transmitido hace dos semanas, Ruth Cardoso se manifestó partidaria de tratar a los usuarios de marihuana como enfermos y no como criminales, diferenciándolos de los traficantes.
Ex adicto al alcohol, la marihuana y la cocaína, Lopes denunció en el libro "Ala cerrada", publicado en agosto de 1993, los tormentos que sufrió cuando estuvo internado en una clínica de recuperación de dependientes químicos en Porto Alegre, un centro parecido a una cárcel a pesar de sus elevados costos.
Conociendo los problemas que puede provocar la droga, Lopes no está seguro de que la justicia y los hospitales sean capaces de ofrecer una estructura de tratamiento adecuada si el consumo de drogas "suaves" se despenaliza.
"Hay muchos intereses económicos detrás" de la legalización de las drogas. "Algunos estudios indican que, una vez legalizada, la marihuana aportaría al Estado tres veces más en impuestos que el cigarrillo", argumentó.
Lopes logró superar la dependencia varios años después de abandonar la clínica particular donde estuvo internado. Tras algunas recaídas, se sometió a un tratamiento en régimen abierto en el Hospital Madre de Dios, en Porto Alegre.
"La legalización no tuvo éxito en otros países, como Suiza. Tampoco eliminó la corrupción policial, como se dice", sostiene. El argumento de que la prohibición hace más atractiva la marihuana no lo convence. "Las drogas más consumidas son el alcohol y el cigarrillo, que son lícitas", señaló.
El único vicio del que Lopes no logró liberarse hasta ahora es el tabaco.
El cambio radical en la vida del empresario se produjo luego que uno de sus amigos murió por excesivo consumo de drogas.
Fue entonces que puso en marcha el proyecto "Cara limpia". "Fue una especie de autopunición, yo le había provocado un gran sufrimiento a mi familia y tenía que compensarlo", explicó.
El proyecto prevé charlas en escuelas y comunidades sobre su amarga experiencia con las drogas y las ventajas de evitarlas. Bajo orientación de siquiatras de la Unidad de Dependientes Químicos de Hospital Madre de Dios, en 1995 Lopes pronunció más de 400 charlas para cerca de 70.000 jóvenes.
Este año, pretende extender su iniciativa, junto a los voluntarios que adhirieron a su proyecto.
Para ello esán creando la Sociedad de Combate y Prevención de los Problemas de las Drogas y en abril lanzarán el "Cara a cara con las drogas", una suerte de manual con orientaciones sencillas y de fácil comprensión para padres y jóvenes.
Historias ejemplares ayudan a desmitificar la cuestión de las drogas. "No queremos hacer algo alarmante, sino agradable, para que las personas se sientan orientadas", explicó la siquiatra Maria Angelica Gambarini, del Hospital Madre de Dios, coautora del libro.
"Ala cerrada", la obra de Caho Lopes conocida a nivel nacional por denunciar la explotación de los drogadictos y sus familias por las clínicas privadas, estará disponible en la red de redes informática Internet a partir de abril.
Una continuacón del libro, que se titulará "Vía Crucis", debería ser editada en 1997. Allí Lopes hablará de aspectos poco difundidos del problema, el síndrome de abstinencia y cómo opera el tráfico de drogas en este país.
"Los mayores traficantes de Brasil viven en los mejores edificios y no en las favelas (los barrios marginales). Esto se contar en el libro", prometió Lopes. "Via Crucis" será una obra "cruda y cruel", anunció. (FIN/IPS/cl-mo/dg/ip/96)