CHILE: Acción humana amenaza la vida de río del centro-norte

(Especial para IPS) La contaminación en su parte alta, la amenaza de cambios por la construcción de una represa en su caudal medio y daños diversos provocados por el crecimiento urbano en su parte baja, son las actuales características del río Elqui, situado en el centro-norte de Chile.

El río Elqui -que nace en la cordillera de los Andes y desemboca en el Pacífico- es la principal fuente de abastecimiento de agua en la provincia homónima del llamado norte verde de Chile, donde se sitúan las ciudades de Coquimbo y La Serena, con una población total cercana a las 250.000 personas.

La situación del río ha sido puesta en el tapete, aunque parcialmente, por la ejecución de un proyecto de mejoramiento ambiental participativo que se desarrolla en la ciudad de La Serena, a 470 kilómetros de Santiago, a través de la Comisión Chilena de Derechos Humanos (región Coquimbo)

La acción humana, en especial la extracción de materiales áridos desde el lecho del río Elqui, en su parte urbana, es la principal causa del avance del desierto en esta zona árida del país que no obstante los problemas de escasez de agua tiene como una de sus principales actividades la agricultura.

"Cientos de hectáreas están siendo removidas sin planificación y como resultado de un crecimiento urbano que genera necesidades de materiales obtenidos sin manejo. Estamos favoreciendo el avance del desierto", dijo a IPS el arquitecto Felipe Sfeir, director del proyecto Río Elqui: fuente de vida".

La agricultura -junto a la pesca, la minería y el turismo- es la principal actividad económica de la región de Coquimbo. Hortalizas y algunas frutas, en especial la uva para exportación y producción de pisco, son los principales cultivos de esta zona.

Desde hace dos décadas, una cantidad no determinada de materiales para construcción -arena y ripio, entre otros- es extaída del lecho del río Elqui en un sector urbano del mismo a lo largo de unos cinco kilómetros, terreno en el cual está concentrado del citado proyecto.

El rápido crecimiento de la población residente y flotante (por el turismo) provocó un fuerte aumento en la construcción de viviendas y de otras obras como urbanización, hoteles y demás infraestructuras. Algunos materiales para esas construcciones son obtenidos básicamente del lecho del río.

Amplios sectores urbanos aledaños al caudal del río hoy se ven completamente deforestados. "Es un paisaje lunar, no hay vida", exagera el arquitecto.

Mostrando fotos de sectores ribereños, el arquitecto y el presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos (región Coquimbo), Patricio Castro, sostienen que actualmente no hay control sobre las faenas de extracción de materiales, una actividad bajo administración municipal.

La municipalidad de La Serena concede los permisos a pequeñas empresas y a artesanos pero en el sector en estudio se realiza extracción con maquinaria pesada y a mayor profundidad de lo legalmente permitido, denuncian los principales responsables del proyecto.

"No podemos culpar de la desertización a los extractores de áridos", que son personas que necesitan trabajar, señaló Sfeir.

"Son varios factores del crecimiento urbano que llevan a la desertización", insistío.

Pero la extracción de áridos no es el único problema del río, señalaron los impulsores de este proyecto fnanciado por el Fondo de las Américas, como resultado de un canje de deuda externa chilena por recursos para impulsar proyectos de protección al medio ambiente.

"El río se ha convertido en un lugar de depósito de todo tipo de desechos: escombros, basuras, animales muertos", denunció Sfeir.

"Nuestro proyecto tiene un carácter educativo y cultural, básicamente. Lo que pretendemos es sensibilizar a la población sobre este problema y promover un cambio de actitud", explica Patricio Castro.

De 245 proyectos presentados a nivel nacional al Primer Concurso en 1995, el Fondo de las Américas aprobó 29. Uno de ellos es éste, ejecutado con un equipo de 13 personas. La universidad de La Serena actúa como entidad asociada.

"Vivir en un medio ambiente sano es también un derecho humano. Lo que la gente debe entender es que los derechos humanos no es un tema asociado sólo a la cultura de la muerte (la torutura y la prisión) sino que es un tema asociado a la vida", expuso Castro.

La situación del río Elqui en otros sectores no está en estudio pero sí es motivo de preocupación de autoriadades de la región.

"No hay estudios sobre el río Elqui y no está en nuestras prioridades", reconoció Pedro Sanhueza, director regional de la Comisión Nacional de Medio Ambiente (Conama), órgano estatal de regulación del sector.

Para la Conama la situación más preocupante del río es su naciente y parte alta, donde se concentran actividades mineras y agrícolas, las cuales generan o usan elemntos químicos contaminantes de las aguas del río, añadió.

En relación a las actividades extractivas de áridos, Sanhueza señaló que un reglamento de la ley de medio ambiente debe ser publicado este año. Con este instrumento legal será posible una mayor fiscalización de este tipo de faenas.

El curso medio del río tendrá un cambio fundamental en los próximos cuatro años. Sobre su cauce se construirá una represa cuyo objetivo es aumentar el uso agrícola de las aguas del Elqui, asegurando el riesgo a un sector de agricultores de la zona.

Sobre las eventuales consecuencias de la construcción de la represa hubo un estudio de impacto ambiental, aprobado por el gobierno en 1995 pero cuestionado por diversos especialistas. Las obras iniciales para la represa (camino alternativo) comienzan en algunas semanas. (FIN/IPS/gcm/dg/en/96)

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