El déficit público de 4,95 por ciento del producto interno bruto (PIB) registrado en Brasil en 1995 confirmó la preocupación, en la que coinciden los técnicos, de que la principal amenaza a la estabilización económica de Brasil proviene del área fiscal.
El Banco Central informó que los gastos superaron los ingresos en 32.224 millones de reales, cerca de 32.880 millones de dólares al cambio actual, pero más de esa cifra si se considera la cotización promedio de 1995.
Un tercio del déficit correspondió al gobierno central, casi la mitad a los gobiernos provinciales y municipales y 17,5 por ciento a las empresas estatales.
El deterioro de las cuentas públicas, el más grave desde 1989, cuando alcanzó 6,9 por ciento del PIB, contrasta con los pequeños superávit operacionales obtenidos en 1993 y 1994.
Sumando la corrección monetaria y los cargos de la deuda pública, el déficit nominal del año pasado llegó a 7,35 por ciento del PIB.
Los gastos con intereses, que sumaron 14.900 millones de reales (15.200 millones de dólares al cambio actual), fueron la principal causa del desequilibrio en las cuentas del gobierno central.
Para los gobiernos provinciales y municipales, los salarios constituyeron la mayor fuente del déficit y tienden a agravarlo. Por eso se procura una solución a través de una reforma administrativa que permita despidos masivos.
Las cifras del Banco Central, divulgadas el viernes, ya se han actualizado a enero y permiten observar que la deuda pública en títulos en manos del mercado aumentaron más de 100 por ciento en un año, y alcanzaron 84.554 millones de reales contra 40.710 millones en enero de 1995.
La mayor parte de los títulos nuevos se emitieron para evitar emisiones de moneda ante el fuerte ingreso de divisas en el país, un total de 30.700 millones de dólares.
Las reservas cambiarias se elevaron en 12.910 millones de dólares el ano pasado y crecieron otros 1.700 millones en enero, llegando a un total de 53.540 millones de dólares al final del mes pasado, una suma sin precedentes en el pais.
Los altos intereses internos, de cerca de 30 por ciento anual, constituyen una fuerte atracción para el capital extranjero y costos elevados que agravan el déficit público. Por eso, el gobierno adoptó al comienzo de este mes medidas restrictivas al ingreso de divisas destinadas al mercado financiero. (FIN/IPS/mo/mj/la if/96