Estados Unidos y la Union Europea (UE) argumentaron razones sanitarias y de higiene para reducir sus compras de carne vacuna a Australia, el primer exportador mundial, y analistas australianos creen asistir a formas de proteccionismo comercial.
Funcionarios estadounidenses y europeos encontraron deficiencias en los metodos de procesamiento de carnes de algunos frigorificos australianos y resolvieron excluir a esas factorias de su lista de proveedores.
Inspectores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) consideraron "inaceptables" las condiciones de trabajo en seis de los 30 frigorificos que visitaron, y concedieron plazo a Australia hasta el viernes ultimo para superar los problemas detectados.
Los delegados del USDA cuestionaron la ropa y los procedimientos higienicos de los empleados de los seis frigorificos y los metodos empleados en los laboratorios de analisis de residuos quimicos.
Estados Unidos compra carne vacuna a Australia por un valor anual de 2.700 millones de dolares, un tercio de su importacion total. Las autoridades australianas dispusieron inmedtamente medidas de correccion, para evitar el completo cierre del mercado estadounidense.
Australia teme perder posiciones en el mercado de Estados frente a los exportadores sudamdericanos de carne bovina, que ofrecen menores precios.
Brian McDonald, gerente de operaciones del Servicio de Cuarentena de Australia, admitio la necesidad de mejorar el analisis de residuos quimicos en el ganado y las condiciones de sanidad animal en general.
"El USDA revelo serias imperfecciones y hemos intentado mejor las cosas. Ahora debemos esperar la respuesta de Estados Unidos para saber si hemos tenido exito", dijo MdDonald.
Mientras, funcionarios de la UE descalificaron seis de los 11 frigorificos que inspeccionaron en Australia. Su decision se baso en cuestiones de sanidad animal, mas que en los metodos de deteccion de residuos quimicos.
Los inspectores europeos senalaron que algunos trabajadores de la industria frigorifica no poseen la necesaria destreza en el sacrificio de los animales, y aconsejaron nuevas tecnologias para reducir la contaminacion. Australia aguarda el dictamen de Bruselas acerca del futuro de la carne exportada a Europa por esas plantas de procesamiento.
La industria frigorifica ha evitado objetar publicamente las medidas tomadas por Estados Unidos y la UE, pero algunos analistas creen que los hechos anuncian barreras a las exportaciones agricolas de Australia.
"Esto anuncia un nuevo escenario, que algunos llaman de proteccionismo encubierto", advirtio la analista Florence Chong.
"Surgiran nuevas barreras como reaccion ante el presente regimen multilateral de comercio, que obliga a la reduccion gradual de aranceles", senalo Chong.
"Ya en el pasado, grupos de presion utilizaron argumentos de indole sanitaria para impedir importaciones", agrego.
John Wyld, presidente del Consejo Australiano de Ganaderia, reconocio la validez de las razones invocadas por Estados Unidos para descalificar a los seis frigorificos, aunque puntualizo que la inspeccion tuvo un rigor sin precedentes.
Dominic Osborne, presidente del programa de Sanidad Ganadera, advirtio que la industria frigorifica australiana no resistiria la interrupcion de las compras de Estados Unidos.
Osborne senalo que los ganaderos australianos solo han empezado a recuperarse de varios anos de sequia, y la clausura de los principales mercados externos representaria para muchos un golpe definitivo.
Asi mismo, insto a realizar todo el esfuerzo posible por satisfacer las demandas del USDA.
Fuentes de la industria senalaron en privado que el aumento del rigor en materia de condiciones higienicas de los mataderos coincide con un volumen record de volumenes de carne para exportacion en Estados Unidos.
Estados Unidos compra carne vacuna australiana, pero tambien exporta el mismo producto a Japon y Corea del Sur, dos grandes mercados en los que compite con Australia.
Los exportadores de carne de Australia padecieron numerosos problemas en los ultimos anos. En octubre de 1994, Estados Unidos, Japon, Canada, Taiwan y Corea del Sur confiscaron 60.000 toneladas de carne para analisis sanitarios y las autoridades australianas se vieron obligadas a poner en cuarentena a mas de un millon de reses.
Una vez superado ese incidente, la industria frigorifica gasto mas de 2,3 millones de dolares para promover la imagen de Australia como productor de carne libre de contaminacion. La campana comenzo a obtener resultados a finales de 1995, cuando estallo la presente crisis.
Asi mismo, el gobierno puso en cuarentena a 23 granjas ganaderas de Nueva Gales del Sur al detectarse en las reses niveles excesivos de un pesticida quimico.
Los ganaderos afectados demandaron ante la justicia al gobierno federal, a autoridades estaduales y a la compania quimica ICI por 96 millones de dolares, como reparacion de los danos debidos a la contaminacion.
Los demandantes responsabilizaron a la Autoridad Nacional de Registros de quimicos para la agricultura y uso veterinario de no haber etiquetado adecuadamente los pesticidas.
El gobierno argumento que no fue un caso de negligencia, ya que el conocimiento relativo a los efectos de productos quimicos sobre el ambiente cambia constantemente. (FIN/IPS/tra-en/ks/lnh/ff/ap if/96)
