Tras un diciembre adornado con guirnaldas, los cubanos inician 1996, un ano mas de lucha por la supervivencia. La esperanza, esa suerte de alimento espiritual, vuelve a ser el unico "producto" que podran adquirir sin racionamiento ni altos precios.
Mientras los voceros oficiales y la prensa destacan discretas mejoras en los indicadores economicos, los avances aun no se reflejan en la realidad cotidiana.
"Aun debemos postergar suenos y mejoras sustanciales",reconocio el ministro de Economia y Planificacion, Jose Luis Rodriguez, a fines de 1995.
Como otros altos funcionarios del gobierno de la isla, Rodriguez no pierde oportunidad para recalcar que los avances registrados no son suficientes para lograr un aumento del nivel de vida de 10,9 millones de cubanos.
Tras una caida en picada de tres anos, la economia cubana mostro los primeros signos de recuperacion al crecer 0,7 por ciento en 1994 y 2,5 el pasado ano.
Las autoridades preven que el producto interno bruto (PIB) crecera cinco por ciento en 1996, a partir del mantenimiento del alza de algunos sectores y del despegue definitivo de la industria azucarera.
Datos macroeconomicos aparte, para los habitantes de la isla lo que importa es que aun se mantienen las interrupciones del servicio de electricidad, las dificultades del transporte urbano y la desvalorizacion de la moneda nacional.
Para los proximos meses se espera la introduccion de nuevos tributos, que incluyen desde impuestos a los ingresos en divisas, al alquiler de viviendas y a la propiedad de embarcaciones hasta peajes en las carreteras.
Asi y todo, los cubanos inician un enero menos abrumados que 1992, 1993 y 1994, ano en que la crisis llego al climax cuando se desato en agosto "la crisis de los balseros".
"Hubo momentos en que no habia que comer. Ahora todo cuesta muy caro, pero una sabe que se trata de buscar dinero para comprar lo que se necesita", dijo a IPS una maestra que en sus horas libres elabora dulces para restaurantes privados.
Con un salario de menos de 200 pesos (igual al dolar al cambio oficial y equivalente a ocho dolares en el mercado informal), esta habanera de 42 anos encontro esta via como la unica posible para poder sobrevivir.
El gobierno mantiene la venta racionada y subsidiada de algunos alimentos basicos, cuyo abastecimiento, sin embargo, dismunuyo sustancialmente con la crisis.
El cubano tiene que acudir al mercado agropecuario o a la red de venta en divisas si quiere adquirir carne de cerdo, ajo, cebolla, vegetales frescos o aceite.
A pesar de que durante el pasado ano los precios del mercado agropecuario bajaron, aun se mantienen altos para el ciudadano comun, que debe pagar 60 pesos o mas por un kilogramo de carne de cerdo y 12 pesos por cinco o seis cebollas.
"Entre mi esposo y yo ganamos algo mas de 400 pesos, pero tenemos dos hijos y una anciana que mantener", comento la mujer, que no ha pedido el permiso que exige el gobierno para ejercer este tipo de trabajo por cuenta propia.
Ella es solo una de las tantas personas que intentan evadir el sistema de impuestos progresivos que comenzara a regir para los trabajadores independientes.
Segun fuentes oficiales, de los 208.500 "cuentapropistas" autorizados, que se desempenan en 160 oficios o labores, 60.000 no tienen vinculo laboral, 56.000 trabajan para el estado, 50.000 son jubilados y 38.000 son amas de casa.
El gobierno decidio ampliar el autoempleo en septiembre de 1993 como alternativa a la necesidad del pais de procurar un ordenamiento de la fuerza laboral y una mayor eficiencia economica.
Segun estimaciones, mas de 500.000 de empleados podrian quedar fuera de sus puestos cuando finalicen las reformas emprendidas en esta materia.
Sin embargo, las autoridades miran con ojeriza la evolucion que va tomando este sector, donde al parecer se aprecian signos de enriquecimiento desmedido.
Un estudio del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social senala que quienes se dedican a la elaboracion de alimentos ligeros y los taxistas estan percibiendo entre 100 y 400 pesos diarios, mientras los fabricantes de calzados obtienen 95.
"No todos somos ricos ni ladrones", afirman no pocos "cuentapropistas" que a su vez se preguntan de que van a vivir si el gobierno no ofrece empleos.
Por su parte, los especialistas aseguran que "pase lo que pase" el desarrollo de este sector emergente no tiene marcha atras y senalan que el sistema tributario es una via que tiene el gobierno para ejercer el control necesario.
Al parecer, el trabajo por cuenta propia es una valvula de escape para resolver el problema del empleo y satisfacer la demanda de determinados productos o servicios.
Observadores locales estiman que cerrar esa valvula o reducirla mediante medidas cohercitivas podria contribuir a instalar en el pais una situacion de inestabilidad o descontento.
"Si suben los impuestos, subiran los precios", es uno de los comentarios que se escuchan con mas frecuencia por estos dias en las calles de La Habana. (FIN/IPS/da/mj/if/96)
