Diolinda Alves de Souza y Marcio Barreto, lideres del Movimiento de los Sin Tierra (MST) en Pontal de Paranapanema, a 600 kilometros de Sao Paulo, fueron nuevamente detenidos hoy, tres meses despues de una primera prision, agravando la tension en el campo brasileno.
Desobediencia civil y asociacion para delinquir son las acusaciones con que un juez local justifico la orden de prision, ejecutada por la policia local.
Tambien fue solicitada la detencion del lider mas conocido, Jose Rainha, quien escapo porque en ese momento participaba en el congreso MST, que tiene lugar estos dias en Salvador, capital del nororiental estado de Bahia.
Se estima que las detenciones podrain influir en decisiones del congreso del MST.
El movimiento coordina ocupaciones de predios en todo el pais y acciones que buscan presionar al gobierno para que acelere la reforma agraria. Bajo su direccion estan cerca de 31.000 familias que viven hace meses o anos en campamentos distribuidos por casi todos los estados brasilenos.
La prision de Alves de Souza y Barreto se debio a la ocupacion de dos predios y la amenaza de nuevas operaciones similares en la region de Pontal de Paranapanema, donde viven acampadas mas de 2.000 familias, a la espera de asentamiento.
La primera detencion, en octubre, convirtio a Ales de Souza en una heroina nacional. Madre de un hijo de tres anos, su situacion conmovio al pais y contribuyo a difundir la lucha del MST y la injusta distribucion de tierras en el pais, donde uno por ciento de los propietarios concentran 44 por ciento del territorio.
Los sin tierra intensificaron sus acciones en Brasil, considerando que el gobierno no cumplio la meta prometida para el ano pasado, de asentar 40.000 familias. Pese a las cifras oficiales, que indican 42.000 familias asentadas, el MST solo reconoce poco mas de 12.000.
La mayoria de las familias incluidas por el gobierno ya estaban asentadas, por lo que solo se habria regularido la posesion de las tierras. Para este ano, el gobierno prometio asentar a 60.000 familias.
En otro punto de tension actual, en el extremo sur, los sin tierra aceptaron este jueves abandonar dos predios ocupados hace dos semanas. El martes vencio el plazo concedido por la justicia para el retiro y tanto la policia como el Ejercito apoyados por helicopteros estaban movilizados para una intervencion.
El presidente del Instituto Nacional de Colonizacion y Reforma Agraria, Raul do Valle, prometio asentarlos en 8.300 hectareas de una hacienda propiedad de un banco estatal. Los campesinos se dispusieron a retirarse, pero exigieron un documento oficial asegurando el asentamiento.
La tension local en el interior del estado de Rio Grande del Sur se mantiene por la manifestacion de 30.000 pequenos agricultores, que no reclaman tierras, sino ayuda gubernamental para enfrentar la crisis provocada por una sequia prolongada.
Esos agricultores, que acampan desde el lunes en las carreteras, bloqueandolas por momenos, exigen al gobierno una ayuda de 1.500 reales (1.540 dolares), credito favorecido a largo plazo y mejores precios para sus productos. Este jueves, 5.000 de ellos realizaron una marcha de protesta por una carretera. (FIN/IPS/mo/ag/ip/96)