La multinacional petrolera Shell, en un intento por sanear su mala imagen, suspendio operaciones en Ogoniland, la region del delta nigeriano sacudida por protestas ambientalistas y en defensa de los derechos de las minorias.
Despues de la fuerte reaccion internacional que provoco la condena a muerte de Ken Saro-Wiwa y otros ocho militantes de la etnia ogoni, dictada el 31 de octubre por el asesinato de cuatro destacados lideres pro gubernamentales de la region, Shell dijo que no reanudara el trabajo hasta que se lo pida la comunidad.
"Tienen poco que ganar al estar en Ogoni. Se encuentran de verdad en la jaula del leon, y tarde o temprano habrian de darse cuenta de que no merece la pena", comento a IPS Jan Stuart, del semanario Petroleum Intelligence que se publica en Londres.
Hace algunos meses, la multinacional britanico-holandesa debio desistir de sus planes de hundir una plataforma petrolera en desuso en el Mar del Norte, presionada por una campana de boicot que orquestaron los grupos ambientalistas y secundaron muchos consumidores europeos.
"La compania no podria soportar un nuevo problema de ese tipo", dijo el experto analista de la industria petrolera.
La campana conducida por el Movimiento por la Sobrevivencia del Pueblo Ogoni (MOSOP), al que pertenece Saro-Wiwa, ha recibido gran atencion de los medios internacionales de comunicacion.
El mundo entero ha podido ver imagenes de tierra contaminada, oleoductos defectuosos atravesando aldeas empobrecidas, y una presencia militar nigeriana protegiendo las instalaciones de Shell.
Grupos defensores de los derechos humanos, tales como Amnistia Internacional, han censurado la aplicacion de la pena de muerte a Saro-Wiwa -un novelista laureado- y sus ocho companeros ogoni, todos ellos condenados a la horca.
Estos grupos sostienen que los juicios realizados en Port Harcourt, capital del estado de Rivers, por un tribunal especial nombrado por el gobierno militar, estuvieron muy alejados de los requisitos internacionales de justicia.
Ademas denuncian que con esos juicios el gobierno busco acallar la protesta del MOSOP por el dano ambiental que producen las companias petroleras, y las exigencias de mayor autonomia para la region del sudeste del pais.
Shell extrae la mitad del petroleo que se produce en Nigeria – unos dos millones de barriles diarios (b/d)-, pero el area de Ogoni, donde habitan 500.000 personas, cubre solo entre 30.000 y 40.000 b/d de ese total y se ha convertido en una permanente fuente de mala publicidad para la compania.
Las operaciones de la compania quedaron suspendidas a mediados de 1993, a raiz de un choque entre dos comunidades de la region, los ogonis y los andonis, pero el regimen militar nigeriano fue acusado de provocar el enfrentamiento etnico.
Las instalaciones de Shell en Port Harcourt sufrieron vandalicos ataques y el personal de la compania fue asediado por los militantes ogoni en protesta por la situacion de abandono en que la empresa ha colocado a su comunidad, que carece de escuelas adecuadas, caminos y servicios de salud.
Ademas, las granjas y rios de la region estan estropeados por los derrames, y la fauna se ve afectada por el gas que se quema 24 horas al dia.
Shell siempre ha sostenido que las compensaciones a las comunidades locales corresponden al gobierno federal, pero se ha hecho proteger por los militares, que estan acusados por los grupos defensores de los derechos humanos a causa de su comportamiento brutal en la region.
Las instalaciones de Port Harcourt, con capacidad para refinar hasta 150.000 b/d, solo tienen seis anos de antiguedad y su construccion costo 1.000 millones de dolares, despues de que el fuego destruyera la refineria anterior. (FIN/IPS/tra-en/eo/oa/arl/if-en/95