Cumpleanos de Pinochet, "el otono del patriarca"

Aun cuando tuvo el caracter polemico que todos preveian, la celebracion del cumpleanos numero 80 del ex dictador de Chile Augusto Pinochet parecio marcar el preambulo de su retiro mas que el relanzamiento de su protagonismo politico.

En plena primavera comenzo "el otono del patriarca", parafraseando el titulo de la novela de uno de los mas tenaces detractores de Pinochet, el colombiano Gabriel Garcia Marquez, quien por esas coincidencias de la historia estuvo en Chile en visita privada hasta la vispera de los festejos al ex dictador.

El discurso que el general, actual comandante en jefe del Ejercito, pronuncio en una fastuosa cena este sabado genero las mas variadas reacciones, desde elogios en la derecha, satisfaccion en el gobierno y sectores de centro, hasta rechazo en las corrientes socialistas y comunistas.

La celebracion, que se prolongo hasta despues de las tres de la madrugada de este domingo, quedara registrada tal vez como la ultima gran manifestacion publica en torno a Pinochet antes de su retiro de las filas militares.

Y es que los 80 anos del hombre que entre 1973 y 1990 encabezo el mas largo gobierno en la historia del Chile republicano marcan tambien el inicio de la cuenta regresiva hacia el 11 de marzo de 1998.

En esa fecha se cumplira el plazo establecido por el propio Pinochet en la Constitucion que hizo aprobar por referendum en 1980, y debera dejar la comandancia el jefe del Ejercito, que asumio un lejano 23 de agosto de 1973, nombrado por el entonces presidente Salvador Allende, a quien derroco 19 dias mas tarde.

Los incondicionales del anciano general parecen empenados en atribuirle desde ahora un aire patriarcal, como lo evidencio el enorme cartel arrastrado por una avioneta que el sabado sobrevolo Santiago, que rezaba "primeros 80 anos, felicidades, tata".

El apelativo de "tata" (abuelo) fue grabado tambien en los miles de globos que se lanzaron al aire, tanto en la fiesta central en el capitalino centro de recepciones Casapiedra como en las cenas simultaneas en otras ciudades del pais.

En su discurso ante casi 2.000 comensales de Casapiedra, seguido a traves de una senal privada de television por 18.000 presentes en las otras cenas, Pinochet empleo un tono mas bien conciliador, en contraste con las desafiantes declaraciones que hizo en septiembre.

El general reivindico una vez mas el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y volvio a rendir homenaje a los uniformados muertos durante la dictadura, pero por primera vez tuvo una expresion de sensibilidad hacia las victimas de violaciones de los derechos humanos durante su regimen.

"Me duelen tambien las perdidas de vida de nuestros adversarios de esos anos", dijo en tal sentido.

Para el ministro del Interior y vicepresidente en ejercicio Carlos Figueroa, esas expresiones de Pinochet "contribuyen realmente al proposito de reconciliacion en el pais", en tanto son "una senal de respeto acerca de los muertos y los familiares de los que llamo sus adversarios".

La ministra de Justicia, Soledad Alvear, militante del Partido Democrata Cristiano, al igual que Figueroa y el presidente Eduardo Frei, considero positivo que el jefe militar manifestara "preocupacion y sensibilidad por el sufrimiento de compatriotas".

Desde la derecha abundaron las declaraciones de elogio tanto a las comentadas expresiones de Pinochet como a su personalidad y al papel de fundador del moderno Estado chileno que le atribuyen los partidarios mas declarados del regimen militar.

Sin embargo, fue notoria la ausencia en los festejos del diputado Andres Allamand, presidente del Partido Renovacion Nacional, el mayor de la oposicion, que negocio acuerdos con el gobierno en materias constitucionales y de derechos humanos.

El mutis por el foro de Allamand y de dirigentes de Renovacion Nacional contrasto con la entusiasta adhesion a los festejos del sector "pinochetista" de ese mismo partido y de la conservadora Union Democrata Independiente, que destaco el "sentimiento humano" del veterano militar.

La corriente izquierdista de la coalicion de gobierno, integrada por los partidos Socialista y Por la Democracia, califico como "grave" su afirmacion de que repetiria el golpe de 1973 "en caso de que se repitieran las circunstancias que lo motivaron".

El diputado socialista Jose Antonio Viera-Gallo lamento que Pinochet no se hubiera retirado de la politica cuando perdio el plebiscito presidencial en octubre de 1988, imitando al general Charles de Gaulle en Francia.

Agrego que los festejos del ex gobernante de facto le recordaron "a las enormes fiestas vacias que realizaban en torno a sus personas los ex dictadores de Nicaragua Anastasio Somoza y de Republica Dominicana Leonidas Trujillo".

El diputado Sergio Pizarro, vicepresidente de la Democracia Cristiana, estimo positivo que Pinochet reconociera el dano provocado por las violaciones de derechos humanos.

"Ahora podria aprovechar el impulso para ayudar a ubicar a los detenidos-desaparecidos", agrego Pizarro, en alusion a la resistencia de los militares a dar informacion sobre el paradero de unas mil victimas de desapariciones forzadas.

Hector Salazar, abogado defensor de los derechos humanos vinculado al Partido Por la Democracia, califico de "mal chiste" el presunto dolor de Pinochet sobre la muerte de sus adversarios, ya que "no se percibe un real arrepentimiento por parte de las fuerzas armadas".

La secretaria general del opositor Partido Comunista, Gladys Marin, dijo que los festejos al ex dictador fueron "un show bastante ridiculo y un acto politico-militar de grosero arribismo" y afirmo que Pinochet intento "amenazar a la sociedad chilena" con su reivindicacion del golpe de 1973. (FIN/IPS/ggr/mj- dg/ip/95) ITEM CLOSE

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