La ubicacion estrategica de Miami, su clima tropical durante todo el ano y la facilidad de acceso por mar y aire, han convertido a esta ciudad en la principal puerta de entrada para el trafico de animales silvestres a Estados Unidos.
Pero la ciudad ofrece ventajas adicionales para quienes pretenden introducir animales ilegalmente desde el Tercer Mundo. "Solo disponemos de cinco agentes para supervisar todos los cargamentos que entran al aeropuerto y los puertos maritimos", dijo Jorge Picon, agente del Servicio de Pesca y Vida Silvestre.
El veterano inspector de origen colombiano admitio a IPS que el personal unicamente logra controlar entre cinco y siete por ciento de las cargas.
"En otras palabras, ni siquiera podemos darnos cuenta de lo que hay en 93 por ciento de los cargamentos. Esto es un engano", declaro Picon.
El funcionario reconocio ademas que la variedad de medios de transporte hace dificil el control de todo lo que pasa por Miami.
Picon afirmo que la forma mas comun de introducir los animales es en una valija comun y ordinaria. "Esas valijas 'Samsonite' duras y con ruedas son las predilectas" por los traficantes para llenarlas de animales pequenos, dijo.
Ello explica por que los animales suelen llegar a Miami en condiciones deplorables y una gran parte de ellos mueren en el viaje.
En una ocasion, un norteamericano compro en America Latina dos diminutos monos tities, a los que durmio con sedantes antes de viajar a Miami. Los introdujo en los bolsillos de su ropa deportiva. Pero uno de ellos se desperto cuando pasaba por la aduana.
Como en ese caso, la deteccion de animales silvestres en los principales puertos de entrada a Estados Unidos generalmente ocurre por obra de la casualidad o, incluso, por la suerte de los inspectores.
Ademas de monos tities, Estados Unidos es un mercado ideal para aves, particularmente los guacamayos y loros, asi como para reptiles exoticos.
Fuentes del Servicio de Vida Silvestre indicaron que America Latina es la principal fuente de aves para tiendas de mascotas y colecciones privadas que proliferan en el pais.
Los traficantes a menudo tumban los arboles para acceder a los nidos de las aves. Otros colocan pegamento en troncos y ramas para atraparlas. Cada una puede venderse entre 5.000 y 25.000 dolares, segun la especie.
Los metodos inhumanos que se emplean en el transporte de animales silvestres para evitar su deteccion terminan cobrando la vida de gran cantidad de ellos, pero el dinero que los traficantes obtienen por los que sobreviven compensa la perdida.
El lucrativo negocio resulta dificil de controlar en los paises donde se origina el contrabando, cuyos gobiernos muchas veces encuentran poca colaboracion en Estados Unidos.
Cuando Venezuela prohibio anos atras sacar del pais a sus aves nativas, el numero de pajaros extraidos de la vecina Guyana se multiplico, segun un informe del Proyecto de Especies Amenazadas.
Poco despues, fue ese pais el que restringio la salida de los animales, y coincidentemente Surinam se convirtio en la fuente de aves silvestres para la exportacion.
Matthew Block, quien se convertiria en un personaje celebre en el mundo del comercio de especies silvestres, fue atrapado en 1986 por autoridades de Bolivia con 361 monos que planeaba trasladar de La Paz a Miami.
Aunque se le incauto el pasaporte para impedir su salida, funcionarios de Estados Unidos le concedieron un documento de identidad provisorio para que evitara con su fuga el sometimiento a la justicia boliviana.
Anos mas tarde, el nombre de Block volvio a resonar cuando intento llevar a Moscu seis cachorros de orangutan y otros primates que capturo en Borneo.
El cargamento fue detectado por las autoridades de Tailandia. Los orangutanes estaban en condiciones deplorables y tres de ellos murieron.
El caso permitio el inicio de una investigacion sobre Block, quien en 1993 se declaro culpable de cargos menores ligados al caso.
Pero fue gracias a los testimonios de Block que agentes bajo el mando de Picon detuvieron en 1993 a siete mexicanos que intentaron comprar en Miami un gorila, especie en vias de extincion, para el zoologico de Toluca, al norte de la capital del pais latinoamericano.
Los compradores cayeron en la trampa. Uno de los agentes se disfrazo de simio. Los mexicanos quedaron estupefactos cuando vieron que abria la puerta de la jaula con absoluta destreza. Poco despues, fueron detenidos.
Pero los agentes federales son los primeros en admitir que casos como estos son la excepcion. La regla sigue siendo la violacion cotidiana de la Convencion Internacional sobre el Comercio de Especies en Peligro.
"Necesitariamos por lo menos 25 agentes para empezar a hacer un trabajo de 24 horas como lo harian los agentes de aduanas", manifesto Picon. (FIN/IPS/ec/mj/en-ip//95
