Una marcha de refugiados portando pancartas y banderas delante del parlamento sueco en protesta contra su posible repatriacion, apenas atrae las miradas de los viandantes, como un signo de los tiempos que corren en este pais.
Si bien Suecia sigue siendo un pais rico y prospero ante los ojos del mundo en desarrollo, una ya prolongada crisis economica ha hecho surgir crecientes reclamaciones de algunos sectores sociales para que se controle el ingreso de inmigrantes.
De una manera franca y sencilla, esos sectores dicen que Suecia ya no puede afrontar su papel de "conciencia del mundo".
A medida que se reduce lentamente el apoyo publico al otrora generoso sistema de asilo sueco, el gobierno y la junta estatal para la inmigracion han puesto en vigor crecientes restricciones al numero de permisos de residencia otorgados a los que solicitan el estatuto de refugiados.
Al tiempo que crece el debate sobre la modificacion de la politica de asilo del pais, se hacen mas fuertes las protestas contra esta tendencia, y se conocen informes de refugiados que se esconden para evitar el arresto inminente.
Los periodicos han dedicado sus titulares en los ultimos dias a informar de un monton de casos de solicitantes de asilo que estan en peligro de ser expulsados.
El primero fue un grupo de 29 tamiles, fugitivos de la guerra civil en Sri Lanka, que la semana pasada desaparecieron despues de un mes de su llegada al pais en barco, provenientes de Lituania, a traves del mar Baltico.
El gobierno sueco no acepta que los tamiles -una minoria etnica en Sri Lanka- sean usualmente sometidos a opresion en su pais. Estos solicitantes de refugio, ahora desaparecidos, podrian estar albergados por ciudadanos suecos solidarios.
La semana pasada se produjo una marcha de refugiados cubanos ante el parlamento para protestar contra el envio a Cuba de un numero de ellos, alegando que sufriran persecucion politica.
Solo 300 de los 1.300 cubanos que llegaron a este pais desde 1993, han recibido permiso de residencia. El resto han sido o seran repatriados a Cuba en los proximos meses.
Amnistia Internacional estima que hay unos 600 prisioneros de conciencia en Cuba, y en su informe anual de 1994 expreso que "los presos politicos son arrestados e interrogados de una forma que esta lejos de ajustarse a las normas internacionales".
Sin embargo, esas acusaciones son rechazadas por la Asociacion Sueco-Cubana y por las autoridades de inmigracion suecas.
Eva Bjorklund, miembro de la Asociacion -una institucion de amistad semioficial-, refuto que ocurran actos de opresion politica y de tortura en Cuba.
Un caso de mayor preocupacion ha saltado a los titulares de la informacion al conocerse que debera ser repatriada a Peru una mujer peruana de 26 anos, con su nino de nueve meses de edad, que llego a Suecia en 1994 junto a su marido, miembro de la oposicion politica en aquel pais.
La mujer es considerada incapaz de cuidar de su hijo, despues de haber sido sentenciado su marido a pena de 10 anos de prision por haber matado al primer hijo de la pareja. El caso ha causado una fuerte conmocion y una fuerte polemica en la sociedad sueca, e incluso entre distintos servicios estatales. (FIN/IPS/tra-en/gam/cpg/arl/pr/95
