Periodista de la ONU proscrito por mala conducta

Periodistas cubren la llegada de las delegaciones que participan en el 72 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Crédito: Rick Bajornas/UN Photo.
Periodistas cubren la llegada de las delegaciones que participan en el 72 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Crédito: Rick Bajornas/UN Photo.

El Departamento de Información Pública (DPI) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) retiró la acreditación del periodista Matthew Lee, quien cubría el foro mundial desde hace tiempo para su blog Inner City Press.

“Es una nueva marca lamentable para la ONU: no se respetó el debido proceso para periodistas; no hay libertad de prensa”, denunció en diálogo con IPS, aunque funcionarios de la ONU sostienen que el motivo de la decisión es que incumplió normas que todos los periodistas de la organización deben respetar.

Lee quizá seas el tercer periodista proscrito de la ONU, a quien le retiraron sus credenciales de forma definitiva el 17 de este mes.

Los otros dos episodios similares ocurrieron en la década de los años 70; uno de ellos por acosar a sus colegas, y el otro, porque le quitaron sus credenciales cuando Taiwán perdió la membresía de la ONU, que obtuvo China, en 1971, recordó un veterano periodista que cubre el foro mundial desde hace cuatro décadas.

Desde sus inicios como corresponsal de la ONU, hace 10 años, Lee se caracterizó por hacer preguntas provocadoras en las conferencias de prensa. Sus temas más abordados fueron conflictos en todas partes del mundo como el de Sri lanka, Congo, Somalia, entre otros, y noticias internas de la organización.

Para muchas personas que trabajan en el marco de la ONU, y aun para quienes se sentían atraídos por lo que sucede en la organización, la mayoría de los artículos de Lee tenían buena aceptación y gustaban.

Los problemas con Lee comenzaron en 2012, cuando el DPI le advirtió que tratara a sus colegas con respeto. Entonces no se le impidió participar en reuniones ni tampoco se le negó el acceso al edificio de Nueva York.

Pero las cosas cambiaron hace dos años, cuando estaba en una cabina de interpretación grabando una reunión a puertas cerradas de corresponsales del foro mundial, sin su consentimiento.

Entonces la Unidad de Medios y Enlace (MALU), del DPI, decidió rebajar su acreditación de “corresponsal residente” a “corresponsal no residente”, es decir que perdió su oficina y la posibilidad de ingresar al edificio los fines de semana, de quedarse hasta tarde y de acceder a ciertas áreas.

Es un “motivo falso”, arguyó Lee. Pero el portavoz adjunto del secretario general Farhan Haq dijo a IPS: “Matthew creó su propia versión en su sitio web. Pero en este caso sé que es verdad lo que vi con mis ojos”.

Por su parte, Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, reiteró que no existen problemas con su forma de preguntar, sino con su comportamiento.

El 22 de junio, Lee debió ser retirado del edificio de la ONU por quedarse después del plazo previsto en su acreditación, y el 3 de julio, también lo encontraron en un área prohibida después de las nueve de la noche.

Pero al parecer se resistió cuando la Seguridad de la ONU lo sacó a la fuerza y terminó rompiéndole la camisa. Según el periodista, también le rompieron la computadora y le doblaron el brazo.

Tras el incidente, su acreditación quedó suspendida y tuvo prohibido el ingreso a la ONU de forma temporal.

Peter Sterne, periodista del la Fundación Freedom of the Press y jefe de edición de Press Freedom Tracker, de Estados Unidos, dijo a IPS: “nunca es apropiado que los guardias de seguridad usen la fuerza con los periodistas”.

Lee siguió trabajando fuera del edificio, haciendo entrevistas en la vereda, con delegados y funcionarios que salían o entraban del mismo.

También enviaba correos electrónicos a diario a la oficina del portavoz sobre cuestiones de política y su suspensión, entre otros asuntos.

Pero el 17 de agosto, le retiraron la acreditación de forma permanente y le prohibieron la entrada a la sede de la ONU, según una carta de cuatro páginas enviada por Alison Smale, secretaria general adjunta de Comunicaciones Globales.

Se destacan cuatro tipos de mal comportamiento: permanecer fuera del complejo fuera del horario permitido, ingresar a áreas que le estaban prohibidas, comportamiento cuestionable hacia delegados y colegas como “transmisiones en vivo y vídeos con lenguaje soez y afirmaciones despectivas hacia ellos sin el debido respeto por su dignidad, privacidad e integridad”.

“Por supuesto que respetamos sus derechos de prensa, pero también respetamos los derechos de prensa de otros periodistas. Y algunos sienten que sus derechos se vieron perjudicados por sus acciones”, explicó Haq.

“La acreditación, como corresponsal aquí, de Lee fue revocada por reiterados incidentes vinculados a su comportamiento y por violaciones a las normas que todos ustedes suscriben y aceptan cuando reciben su acreditación; normas que son, por lejos, autorreguladas”, explicó Dujarric el 20 de este mes en conferencia de prensa.

“Confiamos en que los periodistas respeten las normas. Estas son claras y transparentes”, acotó.

“La remoción de su acreditación no tuvo nada que ver con el contenido de su cobertura. Las acusaciones van desde grabar a personas sin su consentimiento, encontrarse en la rampa del estacionamiento tarde en la noche, utilizar expresiones agresivas y despectivas contra varias personas”, precisó.

“Sé que tiene su propia versión de los hechos, pero tenemos grabaciones de las cámaras de seguridad que no coinciden con la suya”, prosiguió.[related_articles]

Lee sostiene que hay una conspiración en las altas esferas de la ONU para mantenerlo en silencio.

“Sacaron a relucir todo lo que pudieron, un gran trabajo, que me dijeron viene de las altas esferas: a Guterres no le gustan mis preguntas ni lo que escribí sobre que se mostró débil en los asesinatos en Camerún porque necesitaba o quería el apoyo del presidente del comité de presupuesto, el embajador camerunés Tommo Monthe”, arguyó.

“No voy a permitir que Antonio Guterres, Alison Smale y Dujarric me impidan cubrir la ONU. Es un período vergonzoso de la ONU y no pretendo parar”, acotó.

“Las grandes instituciones como la ONU deben rendir cuentas (…) y a eso apunto con mi cobertura, creo que es apropiada y necesaria, y que la ONU no tiene derecho a tratar de impedirlo o evitarlo”, añadió.

Por otra parte, un veterano periodista del equipo de prensa de la ONU, quien pidió reserva de su identidad, explicó: “Es muy importante cubrir la ONU para los pueblos del mundo, y la organización debe facilitar el trabajo de los periodistas”, remarcó.

“Después de todo, la ONU es una organización financiada por los contribuyentes, y sus actividades deben ser abiertas y transparentes”, acotó.

“Pero se crearon algunas normas en consultas con la Asociación de Corresponsales de la ONU, que representa a los periodistas, para una cobertura ordenada de las actividades”, precisó el periodista.

Lee no pertenece a la asociación, la que ha criticado de forma sistemática.

“Hay cosas que se pueden hacer y cosas que no; por ejemplo, se impedirá a los periodistas que traten de entrar a reuniones a puertas cerradas o restringidas”, indicó.

“El presidente elegido de la asociación siempre hará la primera pregunta en las conferencias de prensa o rondas informativas. Los periodistas no deben hacer declaraciones, solo hacer preguntas, entre otras (reglas)”, añadió.

Las preguntas de Lee, dirigidas a la oficina del portavoz, se respondieron por correo electrónico debido a que fue expulsado del complejo.

“Nos mandó preguntas y tratamos de responderlas lo mejor posible. Seguiremos haciéndolo, independientemente de dónde se encuentre”, aseguró Haq.

Pero Lee insistió: “La ONU está tan corrupta que solo busca un pretexto para expulsar de por vida a un periodista crítico”.

Traducción: Verónica Firme

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