La construcción del trasvase Este-Oeste en la provincia de Holguín, en el oriente de Cuba, busca contrarrestar las cada vez más prolongadas sequías, asegurar el suministro de agua a la población e incrementar las zonas agrícolas beneficiadas por el riego.
Considerada la “obra del siglo” en este país caribeño, las autoridades priorizan el extenso y complejo sistema de conductoras, canales y túneles ante la agudización de los efectos del calentamiento global y las variaciones en el clima.
Aunque el país proyecta otros dos trasvases similares, la ingeniería del Este-Oste, que abarca desde el oriente de Holguín, con su capital del mismo nombre, hasta el noreste de la provincia de Camagüey, en el centro cubano, resulta la más compleja por su extensión y cantidad de obras a ejecutar.
“Holguín tiene una característica: el agua está en las montañas donde no hay tierras fértiles cultivables y viceversa. Entonces hay necesidad de trasvasar el agua hacia donde están los mejores suelos”, explicó Julio César Estupiñán, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, un cargo equivalente al de gobernador.
La provincia, con más de 1.350.000 habitantes, es la tercera más poblada del país y tiene en el sector agropecuario y la producción de alimentos un puntal importante de su economía, sobre todo en viandas (tubérculos criollos), hortalizas, granos y frutas.
Sin embargo, Estupiñán remarcó que la infraestructura hidráulica actual no permite hacer sostenibles los planes de producción agropecuaria y lograr mayores y mejores cosechas.
Al no tener bajo riego las principales explotaciones agrícolas, la producción no logra el ansiado despegue en la obtención de alimentos, subrayó.
Para ello, dijo, “se ha priorizado la construcción de la presa Mayarí, en el municipio de igual nombre, una obra que demanda una inversión millonaria, pero que va a tener un impacto en la economía de la provincia y del país”.
Se calcula que el embalse beneficiará con regadío alrededor de 40.000 hectáreas de cultivos.
“Estamos desarrollando la infraestructura hidráulica y después las redes que aseguren llegar hasta las áreas bajo riego. Esto va a multiplicar por dos o tres las producciones que obtenemos en secano”, amplió.
Asimismo, recordó que el panorama climático es cada vez más adverso.
“La provincia atravesó este año una situación de más de seis meses de una seca intensa”, puso como ejemplo el gobernador.
Uno de los beneficios del trasvase ha sido garantizar el suministro de agua a las ciudades de Banes y Antillas, que se habían quedado prácticamente sin fuentes de abastecimiento por los efectos de la sequía.[related_articles]
Varios poblados también fueron interconectados con canales secundarios que se derivan del enlace entre las presas Nipe-Birán-Mayarí.
“En caso necesario, el agua del este puede llegar hasta el polo turístico del litoral norte holguinero, donde se ubica la playa de Guardalavaca, mediante entregas de la presa Gibara hacia la Colorado, que a su vez se interconecta con la Naranjo, principal proveedora de sus instalaciones”, abundó.
La ciudad de Holguín cuenta con otro sistema auxiliar de abastecimiento, la conductora que viene desde el río Cauto hasta la estación de bombeo de la presa Güirabo, de 36 kilómetros de largo y una capacidad de entrega de 500 litros por segundo al acueducto urbano.
Los trasvases son las mayores obras de ingenieras que se ejecutan en Cuba desde 2005 y cubrirán casi la mitad del territorio nacional para el trasiego de agua.
El proyecto de ejecución total se estima que tendrá una duración de 15 años y concibe tres trasvases:
El de Centro-Este, desde el sur de Sancti Spíritus, pasando por Ciego de Ávila y hasta el sur de Camagüey; el de Este-Oeste, que vinculará a las provincias de Holguín, Las Tunas, noreste de Camagüey y el norte y centro del Valle del Cauto; y el del Norte-Sur, lo integrarán los sistemas de ríos Toa-Yateras-Guaso y Sabanalamar-Pozo Azul, ambos en Guantánamo
Más sobre agua
Cuba, un país de 11,2 millones de habitantes, cuenta con unos 13.600 millones de metros cúbicos de agua potable, distribuidos en 9.172 millones de metros cúbicos en embalses superficiales y 4.495 millones de metros cúbicos en aguas subterráneas, según la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
La única fuente de recuperación de este recurso natural es la lluvia, por las características del clima de este país insular caribeño.
En la década de los 80 surgió la idea de utilizar el potencial acuífero de algunas zonas del oriente y centro, donde se encuentran los ríos más caudalosos del país.
Iniciaron los primeros trabajos de excavación en Mayarí y en la zona de Agabama, Sancti Spíritus. Las obras se paralizaron por la depresión que comenzó en 1991, tras la caída del bloque socialista de la extinta Unión Soviética.
En mayo de 2005 y debido a la prolongada sequía que padeció entonces la región oriental, el Estado retomó la idea de absorber las aguas inutilizadas en presas y ríos.
En agosto del 2009, el presidente Raúl Castro inauguró la primera etapa del Trasvase Este-Oeste que conecta a las presas Birán y Nipe mediante canales, túneles y conductoras con los embalses Gibara, Colorado y Naranjo.
Traslada volúmenes de agua en beneficio de varias poblaciones holguineras, fundamentalmente la ciudad de Holguín y el polo turístico de Guardalavaca.
Editado por Estrella Gutiérrez