DESARROLLO: Los ricos pueden hacer más para ayudar a África

Suecia, Irlanda y Gran Bretaña son, entre 21 países ricos analizados por expertos de una organización no gubernamental, los más comprometidos con el desarrollo de África, aunque todos ellos podrían hacer mucho más para ayudar al continente.

Estados Unidos, la mayor economía del mundo, figura en un distante puesto 13, mientras que Japón sigue siendo el país rico que menos ayuda a África, según el Índice de Compromiso con el Desarrollo (CDI, por sus siglas en inglés).

Este estudio anual, elaborado por el no gubernamental Centro para el Desarrollo Global (CGD, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, evalúa el grado de ayuda o daño que implican las políticas de los países ricos para las naciones africanas.

Según el CDI, Suecia, Irlanda y Gran Bretaña son los que más hacen para asistir a ese continente en las categorías consideradas.

El índice toma en cuenta no sólo el monto de la ayuda, sino también la calidad de la asistencia, la apertura de los mercados a las exportaciones africanas, la responsabilidad ambiental y el apoyo a mecanismos multilaterales de seguridad como misiones de paz e intervenciones humanitarias.
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El CDI evalúa negativamente, por otra parte, a los países que exportan armas a regímenes autoritarios con un alto nivel de gasto militar.

También considera las políticas migratorias y de inversión, al igual que la disposición a compartir libremente las tecnologías. Está diseñado para reemplazar el criterio tradicional de medir la ayuda exterior sólo como un porcentaje del producto interno bruto.

"Las naciones ricas están vinculadas con África de múltiples formas, no sólo a través de la ayuda exterior", dijo a IPS Steve Roodman, del CGD. "Si queremos ser serios en materia de ayuda para el desarrollo de África no podemos mirar un aspecto parcial. Tenemos que poner atención en el conjunto."

El CDI ubica a Suecia al tope de la lista por sus acciones en materia de ayuda y seguridad, mientras que Irlanda figura en segundo lugar a causa de la magnitud de la ayuda que ofrece y la fuerte presencia de sus tropas en la misión de paz desplegada en Liberia.

Gran Bretaña figura en el tercer puesto porque es uno de los mayores inversores y garantes de la seguridad en África. También se destacan sus políticas "amigables" en materia de migraciones y ambiente.

Portugal, sexto en el índice, figura a la cabeza del grupo de naciones ricas en lo que se refiere al grado de apertura hacia los inmigrantes africanos.

El último puesto corresponde a Japón, fundamentalmente por los exorbitantes aranceles que aplica a las importaciones de arroz, de entre 600 y 800 por ciento.

En la categoría referida al ambiente, Estados Unidos figura en último lugar, por su negativa a ratificar el Protocolo de Kyoto, que hasta ahora constituye el esfuerzo internacional más serio para combatir el cambio climático.

El estudio también menciona para explicar esa baja calificación el elevado volumen de las emisiones estadounidenses de gases invernadero, que contribuyen al recalentamiento global, y la baja carga impositiva que aplica a los combustibles.

Estados Unidos también recibe una pobre evaluación por la escasa ayuda externa que destina a África, en relación con el tamaño de su economía.

Pero en materia de seguridad Washington aparece en cuarto lugar, detrás de Gran Bretaña, Irlanda y Suecia, lo que generó críticas por parte de organizaciones civiles que, de todas formas, consideran al CDI confiable en la evaluación de otros rubros.

La no gubernamental Africa Action, con sede en Washington, señaló que la política de seguridad de Estados Unidos respecto de ese continente "se está moviendo en una dirección muy peligrosa, que tiene el potencial de crear gran cantidad de problemas de desarrollo".

En especial, la organización menciona la creación de Africom, una estructura de comando militar unificada con jurisdicción sobre el continente.

"Puede representar un cambio fundamental en las relaciones entre África y Estados Unidos", dijo a IPS Michael Swigert, de Africa Action.

El Departamento (ministerio) de Defensa tomaría bajo su control funciones de desarrollo que se encontraban previamente en la órbita de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) o el Departamento de Estado (cancillería), añadió Swigert.

El grupo formuló una advertencia sobre el riesgo de "militarizar" la política de desarrollo de Washington.

Roodman, del CGD, señaló que el principal mensaje del índice es que los países ricos pueden hacer mucho más para estimular el desarrollo de África. Incluso Suecia, que figura al tope de la lista, figura con una calificación promedio en cuatro de las siete áreas que considera el CDI.

"Ninguno de los países, por lo tanto, puede mostrarse satisfecho con su desempeño. Todos pueden hacer un mayor esfuerzo. Los 'titanes' del Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo que figuran en las posiciones más bajas tienen, especialmente, la oportunidad de ayudar mucho más a los africanos", destacó el CGD.

Entre los desafíos que demandan una respuesta por parte de las naciones ricas se encuentra la amenaza planteada por el constante aumento en el precio de los alimentos.

El Banco Africano de Desarrollo y la ONU advirtieron el lunes que la crisis alimentaria podría anular los progresos realizados por muchos países en su avance hacia los Objetivos de las Naciones Unidas para el Desarrollo del Milenio, que entre otros objetivos se plantean reducir la pobreza extrema para 2015, y reclamaron una mayor asistencia por parte de los países ricos.

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