La oposición de México acusó al gobierno de Vicente Fox de traicionar a Cuba por reunirse con opositores de ese país y alentar así la ocupación de la embajada en La Habana por parte de cubanos que pretendían abandonar la isla.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México entre 1929 y 2000, y la izquierda, pidieron la renuncie del canciller Jorge Castañeda o su sometimiento a juicio político por sus ataques al gobierno de Fidel Castro.
No obstante las versiones sobre una supuesta tensión entre México y Cuba, de la que se responsabiliza a Castañeda, Fox visitó la isla a principios de febrero y dialogó por teléfono con Castro en términos amistosos en las últimas horas.
La otrora incondicional solidaridad y cercanía de México con el régimen de Castro, enarbolada por el PRI hasta mediado de los años 90, fue uno de los elementos de coincidencia entre ese partido con la izquierda local y con la de otros países.
No criticar Cuba por la situación política o la de derechos humanos fue una forma de ocultar los pecados de los gobiernos del PRI en esas materias, opinó el analista del diario El Financiero Carlos Ramírez.
México fue el único país de América Latina que no rompió relaciones con Cuba en los años 60 y uno de los pocos que defendió a Castro en foros internacionales.
Las entrevistas que mantuvo Fox con dirigentes opositores cubanos en su última visita a La Habana constituyeron un insulto para Cuba, según portavoces del PRI, la primera fuerza política del país, y del izquierdista Partido de la Revolución Democrática, la tercera.
Además, los opositores atribuyen a Fox, del conservador partido Acción Nacinal, el último incidente registrado en la isla.
Los 21 cubanos que en la noche del miércoles ocuparon la embajada de México en Cuba fueron desalojados por policías en la madrugada de este viernes, a instancias del propio gobierno de Fox, según informó el embajador mexicano Ricardo Pascoe.
Los ocupantes ingresaron a la sede diplomática después de escuchar declaraciones de Castañeda en Radio Martí, emisora opositora a Castro perteneciente al gobierno de Estados Unidos.
El canciller mexicano aseguró luego que sus expresiones fueron tergiversadas por sectores radicales de la oposición cubana exiliada en Miami.
Castañeda afirmó, en el marco de la visita de Fox a La Habana, que había acabado la era de las relaciones entre México y la revolución cubana y comenzó la de las relaciones con la República de Cuba.
Hoym los vínculos de México con Cuba son normales y similares a los que este país tiene con otras naciones, añadió.
«Tendremos una política muy activa y vigorosa de defensa de los derechos humanos y de la democracia en todas partes del mundo, en todas partes de la región y en cualquier país en particular», dijo Castañeda poco después de asumir la cancillería, en diciembre de 2000.
Un año después, declaró al diario estadounidense The Dallas Morning News que «la situación de los derechos humanos en Cuba es una cuestión de legítima preocupación para la comunidad internacional».
Castañeda añadió que para México es importante «mantener buenas y sólidas relaciones con Cuba respecto de todo tipo de cuestiones, mientras al mismo tiempo dejamos en claro nuestra posición sobre las transgresiones de los derechos humanos».
En un hecho inédito que despertó la indignación del PRI y del Partido de la Revolución Democrática, Fox aceptó reunirse con opositores a Castro en su visita a Cuba a comienzos de febrero.
No obstante esa entrevista, portavoces del gobierno de Castro afirman que las relaciones con México son ahora buenas. Sobre el último incidente en la embajada, culparon del hecho a la oposición radicada en Miami.
La nueva etapa de relaciones entre México y Cuba se registra luego de un distanciamiento durante la gestión del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000), el último mandatario perteneciente al PRI, quien en varias ocasiones criticó al gobierno de Castro.
Pero los militantes del PRI parecen no recordar ahora esos antecedentes.
«El gobierno de Fox debe recapacitar respecto a la relación con La Habana y no poner en riesgo la relación de amistad con la isla, que data de hace más de un siglo», expresó el legislador del PRI Jaime Veloz.
El también legislador del PRI Enrique Jackson atribuyó la ocupación de la embajada mexicana en Cuba a la actitud del gobierno de Fox de «andar apapachando (acogiendo) a disidentes».
Por su parte, el grupo parlamentario del pequeño Partido del Trabajo, de izquierda, pidió la remoción de Castañeda o su sometimiento a juicio político en el Congreso legislativo. A su demanda se sumaron varios legisladores del PRI y el Partido de la Revolución Democrática.
El canciller «ha violentado sistemáticamente los principios fundamentales de la política exterior mexicana y ha instrumentado una política entreguista hacia el gobierno y los intereses de Estados Unidos», sentenció el Partido del Trabajo. (FIN/IPS/dc/mj/ip/02
