Semiárido

Laboratorio rural para innovaciones en el nordeste de Brasil

CONGO, Brasil – En el municipio de Congo, en el estado de Paraíba, en el territorio más seco de la región semiárida de Brasil, una iniciativa original intenta mostrar que es posible enfrentar varios problemas de la agricultura familiar simultáneamente.

Semillas de la pasión fecundan el Semiárido en Brasil

ESPERANÇA, Brasil – Zé Pequeno lloró al conocer que las semillas heredadas de su padre quedaron contaminadas por el maíz transgénico que su vecino había traído del sur. Menos mal que pudo rescatar la herencia porque la había compartido con

Acopio de aguas impulsa agricultura en el Semiárido brasileño

AFOGADOS DA INGAZEIRA, Brasil – “Las cisternas son la mejor invención del mundo, para nosotros”, sintetizó Maria de Lourdes Feitosa, cuyos 46 años le permiten recordar las mortales sequías del pasado en zona semiárida de la región del Nordeste de

Pandemia desnuda la urgencia de mejorar saneamiento en Brasil

RÍO DE JANEIRO – El saneamiento básico, un sector menospreciado porque, según los políticos, no aporta votos, ganó relevancia ahora en Brasil, debido a la pandemia que afecta más a los pobres y a la sequía que amenaza de sed

Convivir con la sequía, la enseñanza del Semiárido brasileño

Nadie murió de hambre en la peor sequía en la ecorregión del Semiárido de Brasil, vivida entre 2011 y 2018, contrastando con el pasado en que la escasez de lluvias provocaba muertes, saqueos de comercios, huidas  masivas hacia el Sur

Un asentamiento rural en el estado de Pernambuco, en la ecorregión del Semiárido de Brasil. Las cisternas de agua para beber y de uso residencial cambiaron la vida en esa tierra reseca, donde ya se han instalado 1,1 millones de esos depósitos de 16 000 litros de agua potable, proveniente de la lluvia recolectada en los techos. Foto: Mario Osava/IPS

Semiáridos latinoamericanos cooperan para adaptarse al clima

Tras siglos de acumulación de pobreza, marginación en las políticas nacionales de desarrollo y también de buenas experiencias locales, las regiones semiáridas de América Latina se aprestan a dibujar sus propios caminos agrícolas compartiendo conocimientos, en una nueva e inédita

Mireya Noa y Marciano Calamato, una pareja de productores que explotan su finca en la única zona semiárida de Cuba, en la provincia oriental de Guantánamo. Gracias a los árboles que plantaron, lograron sombrear áreas del terreno, refrescar el ambiente y contrarrestar la fuerte evaporación del agua del suelo en la ecorregión costera y semidesértica. Crédito: Ivet González/IPS

El Semiárido cubano reinventa su agro para subsistir

Con paso ágil, los agricultores Marciano Calamato y Mireya Noa desandan el terreno seco y amarillento de su finca, donde logran cosechar hasta cebollas, en el oriental Semiárido cubano, un ecosistema de características únicas.

Solange de Oliveira Matos, presidenta de la Comunidad Várzea Comprida dos Oliveiras, posa con orgullo frente a las hortalizas de su terreno, regadas con agua almacenada de lluvia, mediante un sistema de cisternas que ha mejorado la agricultura en el Semiárido de Brasil, así como la vida de sus habitantes. Crédito: Orlando Milesi/IPS

Ingenio y voluntad de convivir con el Semiárido en Brasil

Jóvenes y periodistas sudamericanos tuvieron oportunidad de conocer sobre el terreno las experiencias de los habitantes de las comunidades de la ecorregión del Semiárido, para su convivencia activa con la sequía que cíclicamente afecta a la región del Nordeste de

Desde el Grupo Familiar 24 de Junio, en sector más empinado de un populoso municipio de los suburbios de Lima, se observan los pequeños huertos comunitarios a cargo de las familias de la zona, que crearon esta comunidad tras migrar en su mayoría de regiones andinas de Perú. Su conocimiento tradicional de prácticas agrícolas contribuye a sostener la experiencia comunitaria. Crédito: Mariela Jara/IPS

Jóvenes latinoamericanos aprenden caminos hacia energías limpias

Jóvenes peruanos proyectan aprovechar los saberes adquiridos en el Semiárido brasileño para llevar agua a poblaciones que carecen del recurso, tras intercambiar experiencias en aquella ecorregión sobre los múltiples usos de las energías renovables en comunidades afectadas por fenómenos climáticos.

Acto de entrega de diploGeneración distribuida y el interés social por aprender sobre energías limpias.

Nueva relación entre sociedad y energía avanza en Brasil

“Queremos hacer historia”, coincidieron los profesores de la Escuela Ciudadana Integral Técnica Chiquinho Cartaxo. Son los primeros a enseñar a adolescentes la domesticación energética de las intemperies de la región del Nordeste de Brasil.

El sacerdote católico Paulo Diniz, quien puso en marcha el proyecto Parroquia Solar en Sousa, con apoyo del movimiento por energía solar en el estado de Paraiba, en el noreste de Brasil. Así se ahorra los costos de la electricidad convencional y dispone de más recursos para proyectos sociales, además de ser un ejemplo del uso de energía limpia, como promueve la encíclica Laudato Si, del papa Francisco. Crédito: Mario Osava/IPS

Sousa, pequeña capital solar en un Brasil amenazado de aridez

Sousa, un municipio de 70.000 habitantes en Paraíba, el estado más amenazado de desertificación en Brasil, se convirtió en una capital de la energía solar, con una iglesia católica, variadas empresas, viviendas e incluso un cementerio como generadores.

Grupo de las panaderas que trabaja el turno de los miércoles. Al centro, con camisa oscura, la presidenta de la Asociación Comunitaria de Varzea Comprida dos Oliveiras, Solange de Oliveira. En el extremo derecho Cesar Nóbrega, coordinador del Comité de Energía Renovable del Semiárido, que implantó el sistema solar en la panadería de esa comunidad rural del estado de Paraiba, en el noreste brasileño. Crédito: Mario Osava/IPS

El sol endulza una panadería de mujeres en el Brasil semiárido

“El sol que nos castigaba ahora nos bendice”, glorificó una de las 19 campesinas que operan la Panadería Comunitaria de Varzea Comprida dos Oliveiras, un asentamiento de la zona rural de Pombal, un municipio del estado de Paraiba, en el

Frijoles puestos a secar al sol en el patio de la finca de Pedrina Pereira. Al fondo, la cisterna de agua de beber y cocinar, que acopia el agua de lluvia que cae sobre el techo. Un programa de la organización Articulación del Semiárido, que pretende diseminar un millón de esas cisternas para lograr la convivencia con el clima semiárido que se extiende por 982.000 kilómetros cuadrados de Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

Incluso las piedras cosechan agua en el Semiárido de Brasil

Las rocas, que antes eran un estorbo al reducir la tierra cultivable, se convirtieron en una riqueza. En ellas Pedrina Pereira y João Leite construyeron cuatro estanques para acopiar agua de lluvia en una comunidad agrícola del noreste de Brasil.

Givaldo dos Santos junto a un árbol cargado de toronjas en el pomar de cítricos y otras frutas, que él y su mujer pueden cultivar gracias a la aplicación de tecnologías que les permite tener abundancia de agua para irrigar, pese a que su pequeña finca está en la ecorregión del Semiárido, en el nordeste de Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

La agroecología vence a escasez de tierra y agua en Brasil

“Ahora vivimos bien”, repite la pareja de Givaldo y Nina dos Santos, después de mostrar a otros agricultores visitantes su finca de solo 1,25 hectáreas en una zona semiárida del nordeste de Brasil, pero con gran variedad de árboles frutales,

Dos operarias seleccionan manualmente umbús-cajás, en la fábrica de la Cooperativa Ser do Sertão, en Pintadas en el nordestino estado brasileño de Bahia, mientras se realiza el primer lavado de la fruta. Es la parte más lenta de la cadena de producción de pulpas de frutas nativas de la ecorregión del Semiárido, en un proyecto con mano de obra solo femenina. Crédito: Mario Osava/IPS

Un laboratorio natural de adaptación al cambio climático en Brasil

La pequeña fábrica de pulpa que aprovecha frutas nativas, antes despreciadas, sintetiza los múltiples objetivos del proyecto Adapta Sertão, un programa surgido para desarrollar la resiliencia al cambio climático en la región más vulnerable de Brasil.