extrema derecha

Generar descontento parece ser el deporte gubernamental de Bolsonaro, que ahora acosa al sector cultural con la designación de los nuevos gestores de las instituciones culturales en Brasil

El arte de hacer enemigos en la gestión cultural en Brasil

Hacer enemigos suena como la consigna del gobierno de extrema derecha del excapitán Jair Bolsonaro, recalcada con signos de crueldad en la designación de los nuevos gestores de las instituciones culturales en Brasil.

Manifestantes a favor de Evo Morales y su restitución en la presidencia recorren calles de La Paz tras su renuncia el 10 de noviembre, antes de que la senadora opositora Janine Añez se proclamara como mandataria interina, en una medida avalada por el Tribunal Constitucional Plurinacional, acotando que en el plazo de 90 días debe haber elecciones. Crédito: Cortesía de Franz Chávez

América Latina renueva atropellos políticos tras democratización

Venezuela tiene dos presidentes, Bolivia casi ninguno, en Perú su parlamento está disuelto y sus cuatro expresidentes vivos están o estuvieron presos, en Chile el gobierno se tambalea ante persistentes protestas callejeras en demanda de profundas reformas políticas y sociales.

Artistas y legisladores se pronunciaron contra la censura, durante una sesión de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados en el Congreso en Brasilia. "Censura nunca más", es la consigna que moviliza el mundo cultural brasileño ante una sucesión de actos del gobierno, empresas estatales y otros órganos oficiales que intentan cercenar o impedir espectáculos y muestras artísticas que contradicen el moralismo oficial, especialmente si tratan de homosexualidad y otros asuntos de género. Crédito: Gustavo Bezerra/Fotos Públicas

Resistencia cultural desafía censura y autoritarismo en Brasil

La Justicia impidió que el gobierno suspendiera un concurso público para el financiamiento de telefilmes, entre ellos cuatro con la diversidad sexual como tema, y abortó así uno de los intentos de censura que proliferan en el Brasil gobernado por

El presidente brasileño Jair Bolsonaro, durante una de sus informales ruedas de prensa. Esos encuentros, a la entrada del presidencial Palacio del Planalto, se han vuelto casi diarios, a lo que se suma un desayuno semanal con periodistas, pese a las acusaciones del gobernante a la prensa de "mentirosa" o de "izquierdista". En esas ocasiones hace declaraciones de impacto, a veces con ofensas a opositores e incluso miembros del propio gobierno que va a destituir. Crédito: Antonio Cruz/ Agência Brasil

La venganza personal como modo de gobernar en Brasil

En sus primeros siete meses y medio de gobierno, se acumulan las acciones del presidente Jair Bolsonaro, adoptadas como retaliación a personas o instituciones que le molestan, componiendo lo muchos en Brasil definen como “gobernar por el odio”.

El presidente Jair Bolsonaro, durante um desayuno con corresponsales extranjeros en Brasilia el viernes 19 de julio. En la rueda de prensa, el mandatário aseguró que el "hambre en Brasil es una gran mentira", asi como la deforestación amazónica. También atacó groseramente a los nueve gobernadores de estados del Nordest y a la conocida periodista Miriam Leitão, al cine nacional, en opiniones que flexibilizó ante las replicas de los corresponsales. Crédito: Marcos Corrêa/PR

Brasil con un gobierno cada día más religioso y anticientífico

El presidente Jair Bolsonaro anticipó que nombrará, tan pronto como le sea posible, a un juez “terriblemente evangélico” como miembro del Supremo Tribunal Federal de Brasil, en uno de los gestos con que trata de asegurar el apoyo religioso a

El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão (segundo a la derecha), durante el encuentro colectivo con los corresponsales extranjeros, en Río de Janeiro. El general retirado del Ejército representa un contrapeso a la política exterior que se impulsa desde el presidencial Palacio de Planalto y el Itamaraty, sede de la cancillería, junto con el diputado Eduardo Bolsonaro, el hijo del mandatario Jair Bolsonaro. Crédito: Tomaz Silva/Agência Brasil

Política exterior a ocho manos y sin diplomacia en Brasil

La crisis venezolana es el tema que mejor desnuda la enfrentada política externa del nuevo gobierno de Brasil, en que por lo menos cuatro autoridades intentan dictar los rumbos, marginando la diplomacia tradicional.

Un muñeco inflable de 20 metros, con la imagen del ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, como Superman, durante una manifestación en Brasilia, el 26 de mayo, parte de las concentraciones que se realizaron ese día a favor del gobierno en varias ciudades de Brasil. La imagen de súper héroe de Moro se desinfla por el escándalo sobre su indebida connivencia con los fiscales en las investigaciones sobre corrupción, que encabezó como juez. Crédito: Fabio Rodrigues Pozzebom/Agência Brasil

Escándalo debilita al “héroe” de la anticorrupción en Brasil

Con un  gigantesco muñeco hinchable de Superman con su rostro, cientos de manifestantes reconocieron el 26 de mayo al ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, como la fuerza moral del gobierno de Brasil. Pero un escándalo desinfló parcialmente

El presidente Jair Bolsonaro introdujo personalmente en la Cámara de Diputados el proyecto de ley que reduce las normas de tráfico y los castigos para los conductores de vehículos, una medida criticada por especialistas, porque puede aumentar los accidentes y las muertes viales en Brasil, uno de los campeones en mortalidad vehicular. Bolsonaro también pretende disminuir los radares de control de velocidad, porque son “una industria de multas”. Crédito: Marcelo Camargo/Agência Brasil

Gobierno destructivo fractura incluso a sus filas en Brasil

La “estrategia de la destrucción” es como define la investigadora Sonia Corrêa al modo de gobernar del presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, que se evidencia en acciones y medidas adoptadas desde que llegó al poder el primer

Estudiantes gritan consignas contra los recortes a las universidades públicas en Brasil, en la protesta en Río de Janeiro. La gran manifestación contra “la política antieducación” del presidente Jair Bolsonaro congregó el 15 de mayo 1,5 millones de personas en 200 ciudades, según los organizadores. Crédito: Fernando Frazão/Agência Brasil

Gobierno, el enemigo público de la educación en Brasil

El presidente Jair Bolsonaro ha hecho méritos para convertirse en el mayor enemigo de la educación en Brasil, en lo que pudiera parecer un intento de suicidio político, aunque sea algo incompatible con el instinto del poder.

Roberto Savio, fundador y presidente emérito de IPS y editor de Other News. Autor de la nota sobre el cambio climático, el Acuerdo de París y la juventud.

El sistema, la juventud y la democracia

Si alguna vez necesitáramos una prueba para ver cómo el sistema político se ha vuelto autorreferente e incapaz de actualizarse, la última marcha estudiantil en más de mil ciudades es muy buen ejemplo.