El gobierno de Estados Unidos se dispone a proteger a sus comunidades vulnerables ante desastres relacionados con el cambio climático, un año después de que el huracán Sandy devastó la costa este del país.
Duras críticas caen sobre el Banco Europeo de Inversiones (BEI), la mayor institución de este tipo del mundo, por financiar proyectos de combustibles fósiles y tener estándares laxos a la hora de otorgar préstamos a plantas de carbón.