JAPON: Nueva prueba para las iniciativas reformistas

Un popular gobernador que desafió la política tradicional de Japón al oponerse a las grandes obras públicas, será sometido a una moción de censura este viernes, en una nueva prueba para las iniciativas reformistas.

Yasuo Tanaka, gobernador de la prefectura de Nagano, en el norte de Japón, se enfrenta a la ira de la asamblea legislativa local debido a su decisión de la semana pasada de detener la construcción de dos represas en su jurisdicción.

Los medios de prensa locales vaticinan que Tanaka será destituido por la asamblea de 60 miembros, de los cuales 48 respaldan la moción de censura. Para la aprobación de la moción se precisan dos tercios de los votos del cuerpo.

Sin embargo, Tanaka, que ya cumplió más de dos años de su mandato, mantiene una aprobación popular de 52,5 por ciento en su prefectura.

También es popular en todo Japón por denunciar prácticas que considera causantes de la crisis económica y social del país.

Cualquiera sea el resultado, muchos están esperanzados por las iniciativas reformistas de Tanaka, quien ha desafiado la cultura política tradicional, que según se ha dicho con frecuencia, no favorece la participación popular.

Las implicaciones de las reformas impulsadas por Tanaka trascienden el ámbito nacional, opinó el analista Takashi Igarashi.

”Los intentos por destituir a Tanaka afectan no sólo a Japón, sino también a los países que dependen de su ayuda para el desarrollo”, dijo Igarashi.

Tanaka se opone a la línea de desarrollo seguida por el gobierno japonés, que invierte grandes sumas de dinero en gigantescas obras públicas, como las dos represas propuestas para Nagano.

La misma línea se aplica a los programas de ayuda al exterior. En lugar de respaldar proyectos populares, Tokio promueve grandes proyectos de infraestructura en países en desarrollo, critican los activistas.

Para Nagano, Tanaka sugirió proyectos de desarrollo de las zonas costeras y de los bosques en lugar de la construcción de represas.

Según el funcionario, las represas para el control de inundaciones son innecesarias. Tales fenómenos sólo ocurren una vez en un siglo en la región, señalaron organizaciones no gubernamentales locales como la Red Nacional de Desarrollo de Recursos Hídricos.

Pero los miembros de la asamblea de Nagano observaron que Tanaka no propuso alternativas viables a la cancelación de los proyectos de las represas.

”Si la moción de censura se aprueba, será un golpe para nuestro movimiento. Respaldaremos a Tanaka con toda nuestra fuerza”, declaró Yasuo Endo, de la Red Nacional.

La Red se opone a las obras públicas costosas con el argumento de que sólo benefician a las empresas de construcción y a los políticos, pero no a los residentes locales.

En Japón, las obras públicas son estimuladas por políticos de áreas rurales, muchas veces sin tener en cuenta la necesidad real de tales obras, como forma de aumentar su apoyo electoral.

El caso de Tanaka merece especial atención, porque el país enfrenta el crucial desafío de las reformas políticas, advirtió Endo.

”Dados los antecedentes, si Tanaka se va, también se van las reformas”, pronosticó.

Tanaka, un novelista y director de un grupo de ciudadanos, fue elegido en octubre de 2000 con el apoyo de votantes no alineados atraídos por su promesa electoral de reestudiar todas las obras públicas en la prefectura.

Su elección hizo historia en Japón porque los votantes rurales, necesitados de empleo, tradicionalmente apoyaban a candidatos conservadores del gobernante Partido Liberal Democrático a cambio de subsidios para la construcción de caminos y represas, muchas veces criticados por ambientalistas.

Japón tiene el mayor presupuesto de obras públicas del Grupo de los Ocho, integrado por los siete países más industrializados del mundo y Rusia.

El primer ministro Junichiro Koizumi, elegido en base a una plataforma reformista, recortó el presupuesto en 10 por ciento a unos 9 billones de yenes (74.800 millones de dólares) en el año 2000.

Aunque gobiernos anteriores invirtieron sumas cuantiosas en obras públicas para impulsar la economía nacional, la tasa de crecimiento ha permanecido cerca del cero durante casi una década.

La decisión de Tanaka de detener la construcción de las represas, anunciada ante la asamblea de Nagano el pasado jueves, está de acuerdo con su iniciativa de ”No más represas”, lanzada en febrero de 2001.

La iniciativa se inscribe en el ”Modelo Nagano” de Tanaka, que promueve la protección del ambiente sobre la construcción de grandes proyectos.

Las dos represas en construcción, parte de un total de nueve previstas para Nagano, tienen un costo de 180 a 360 millones de dólares cada una.

Hasta ahora, sólo cinco miembros de la asamblea de Nagano, pertenecientes al Partido Comunista, expresaron su respaldo a Tanaka, pero Igarashi y otros activistas confían en que el gobernador permanecerá en su cargo.

”Dudo que Tanaka deba abandonar la gobernación. Ni siquiera la poderosa asamblea puede desafiar el enorme respaldo popular que tiene Tanaka”, opinó Igarashi.

”Tanaka es una figura de referencia para los activistas”, declaró Ikuko Matsumoto, director del grupo ambientalista Amigos de la Tierra/Japón. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/mlm/ip-en/02

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