Los compromisos asumidos en la segunda Cumbre Mundial de la Alimentación para salvar de una crisis alimentaria a 13 millones de habitantes de Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe no llegan a la quinta parte de lo necesario.
La sequía y otros fenómenos climáticos perjudiciales para las cosechas, alto precio del maíz y medidas inadecuadas de gobiernos se combinan para aumentar el número de personas desnutridas en esos países de Africa Austral amenazados por la crisis, y ya hubo muertes causadas por el hambre en Malawi.
El precio del maíz se duplicó en Lesotho desde junio del año pasado, y en algunos países se informa sobre desesperación que conduce al robo de alimentos o a comer productos agrícolas inmaduros.
El mayor riesgo se registra en Zimbabwe, que fue llamado el granero de Africa Austral, donde un conflictivo programa de reforma agraria determinó que la producción de cereales y maíz disminuyera por lo menos 50 por ciento, y se registra una de las peores sequías de los últimos 20 años.
Cinco millones de zimbabwenses necesitarán asistencia alimentaria desde este mes, advirtió el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas.
Las actuales reservas de divisas de Zimbabwe equivalen al valor de sólo medio mes de la importación de alimentos necesarios, y la actual crisis, agravada por inestabilidad política, determina un aumento del trabajo infantil, destacó.
El PMA calculó que la asistencia alimentaria que se necesita para contrarrestar la escasez de alimentos prevista en los seis países costará de 400 a 500 millones de dólares, y lanzó un urgente pedido de ayuda en la cumbre, que comenzó el lunes y terminará este jueves en Roma.
La Comunidad para el Desarrollo de Africa Austral (SADC, por sus siglas en inglés), entre cuyos 14 Estados miembros están los seis amenazados, recibió hasta fines de mayo compromisos de asistencia por valor de sólo 60 millones de dólares.
Los principales donantes fueron Estados Unidos, la Unión Europea como tal, Gran Bretaña, Australia y Canadá, y el único país en desarrollo que ofreció ayuda fue Sudáfrica, integrante de la SADC, que prometió 43.000 dólares.
La asistencia alimentaria mundial disminuyó de un máximo histórico de 15 millones de toneladas en 1999 a 11 millones de toneladas el año pasado, o sea más de 25 por ciento, señaló esta semana el PMA en un comunicado.
En la actualidad, Africa Austral es la región del planeta más amenazada por crisis alimentarias. La ultima hambruna en el área se produjo hace una década, y un portavoz del PMA precisó que la situación en estos momentos es grave, pero no una hambruna, aunque esa agencia advirtió que Zimbabwe está cerca de una.
Desde febrero hay informes sobre cosechas malogradas, perturbación de los ciclos de producción agrícola y creciente número de hambrientos en los seis países.
La situación se agrava cada día, y prevemos una crisis de enormes proporciones, enfatizó el subdirector ejecutivo del PMA, Jean-Jacques Graisse.
Esa crisis llegará a su punto de mayor gravedad en 2003, si no se adoptan medidas oportunas de asistencia, según esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas.
Un equipo del PMA visitó los seis países en las últimas dos semanas, y decidió triplicar el anterior cálculo de la agencia sobre la cantidad de personas amenazadas por el hambre, de 4,3 millones a 13 millones.
En la actualidad, se instala en Johannesburgo un centro de coordinación regional de asistencia alimentaria de emergencia, para una operación cuyas claves serán la recolección de fondos, el traslado de alimentos a cinco puertos y la distribución rápida pese a grandes carencias de infraestructura.
Será difícil, pero no imposible, según el coordinador logístico regional del PMA, Pedro Figueuredo.
El sida (síndrome de inmunodeficiencia humana) potencia la inseguridad alimentaria en la región, porque determina importante disminución de la fuerza de trabajo y la producción agrícola, además de exigir el empleo en salud de recursos escasos.
El promedio regional de infección por virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida, es 20 por ciento, y dentro de dos décadas, los países africanos más afectados por esa enfermedad pueden haber perdido 26 por ciento de su fuerza de trabajo agrícola, según el PMA.
En Malawi, se espera que la actual cosecha sea escasa, debido a la extensión del consumo de maíz verde por hambre, según un infoprme de la agencia en el cual también se mencionan casos de personas que han comido semillas o raíces de plantas que desconocían, con riesgo de envenenamiento. (FIN/IPS/tra- eng/fk/mn/mp/dv/02