El caso de dos campesinos ecologistas condenados en México a prisión y galardonados por grupos humanitarios y ambientalistas será presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), luego de que la justicia se negara a excarcelarlos.
La libertad de Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, «a quienes se sembró pruebas y torturó», se ve lejana, y por eso sus defensores resolvieron recurrir a la CIDH, dijo a IPS Edgar Cortez, director del grupo humanitario Agustín Pro Juárez.
Montiel y Cabrera, a quienes la organización Amnistía Internacional considera presos de conciencia, fueron sentenciados a seis y diez años de prisión, respectivamente, por posesión de armas y siembra de marihuana. Están detenidos desde mayo de 1999.
La condena fue confirmada el lunes por un tribunal de última instancia, al que un juez ordenó previamente revisar el caso a la luz de una prueba que había sido desechada: un certificado de salud que indica que los campesinos fueron torturados.
Se cometió otra injusticia, con esta nueva sentencia el Poder Judicial demuestra «su reiterada incapacidad para corregir sus errores», declaró Cortez.
El grupo Agustín Pro Juárez, dependiente de la orden católica de los jesuitas, considera también la presentación de un recurso de amparo ante la justicia mexicana para obtener la liberación de los dos condenados.
El tribunal de apelaciones no encontró valor probatorio al certificado médico que señala que los campesinos fueron torturados, por lo que se confirmó la sentencia.
Montiel y Cabrera, fundadores en 1998 de la Organización de Campesinos Ecologistas, que se opone a la tala de bosques en el meridional estado de Guerrero, afirman que las pruebas en su contra fueron fabricadas y sus declaraciones de culpabilidad arrancadas bajo tormento.
Los defensores creen que la detención, tortura y la presunta fabricación de pruebas contra los campesinos forman parte de un plan de grupos empresariales para librarse de quienes se oponen a su negocio maderero.
Hace un año, la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos concluyó en un informe que Montiel y Cabrera fueron torturados por soldados y que se «sembraron» pruebas en su contra.
Los dos campesinos, pobres y semianalfabetos, recibieron en abril de 2000 el premio Goldman, considerado un Nobel de la ecología y dotado de 125.000 dólares, y en febrero de este año obtuvieron el premio Chico Mendes. Las dos distinciones fueron entregados por organizaciones de Estados Unidos.
Pero ni los premios, los informes médicos y la movilización internacional, han podido lograr la excarcelación de los dos campesinos.
El presidente Vicente Fox, en funciones desde diciembre, prometió que revisaría el caso de Montiel y Cabrera para evitar, si era el caso, que se consumara una injusticia. Sin embargo, los fiscales, que dependen del Poder Ejecutivo, mantuvieron en firme todas sus acusaciones.
Los militares «inventaron las pruebas y hasta nos torturaron», dijo Montiel a IPS a fines del año pasado.
Cerca de 40 por ciento de los bosques de las sierras de Petetlán y Coyuca de Catalán, en Guerrero, donde Montiel y Cabrera crearon su grupo, fueron destruidos entre 1992 y el 2000, aseguró la organización Greenpeace.
Imágenes de satélite demuestran que en las serranías señaladas se perdieron en ocho años 86.000 de las 226.203 hectáreas de bosques que existían, indicó Greenpeace.
Los responsables de la destrucción fueron empresarios emparentados y protegidos por políticos, quienes «mandaron incluso a matar a varios compañeros y nos mantenían amenazados», aseguró Montiel. (FIN/IPS/dc/ff/en hd/01