Las grandes mutaciones económicas en curso envuelven en la incertidumbre los mercados mundiales de productos básicos, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que publicó hoy su informe anual en la materia.
La mundialización y la liberalización de las economías introducen cambios profundos en los métodos de producción de comercialización y de financiamiento, que repercuten en los productos básicos y las materias primas, indica el informe.
Las transformaciones adquieren importancia capital, porque el comercio de ese rubro representa cerca de una cuarta parte del intercambio mundial de mercancías.
En Africa, en particular, ese sector contribuye con tres cuartas partes de los ingresos por exportaciones.
El peso de los productos básicos y de las materias primas es aun más crítico cuando se trata de los 49 países menos adelantados, porque ese rubro sostiene sus economías, observó la agencia de la Organización de las Nacioens Unidas (ONU).
El estudio de la UNCTAD, distribuido este viernes, indica que los contrastes percibidos durante 1999 en el mundo de los productos básicos continuaron y se profundizaron en 2000.
La dinámica de la demanda industrial de América del Norte, Europa y en especial de Asia siguió estimulando en 2000 el mercado de los principales productos básicos industriales.
En consecuencia, se registró aumento de precios en metales, acero, químicos, papel e inclusive en algunas materias primas agrícolas. Las mayores ganancias se observaron en níquel, pulpa, aluminio y en el petróleo.
En cambio, el panorama se presentó sombrío en 2000 para los mercados de productos de las zonas templadas y para los de la agricultura tropical.
Todos los precios agrícolas descendieron en 1999, con grandes pérdidas especialmente para la soja, que arrastró también a otras semillas oleaginosas, junto con el algodón y los granos forrajeros. La misma tendencia se registró en los mercados porcino y avícola.
En cuanto a las carnes vacunas, el informe de la UNCTAD reconoce que la crisis de la encefalopatía espongiforme bovina (o «enfermedad de las vacas locas»), constituye un difícil problema para Europa y advierte que el mal seguirá ocupando la atención en el mundo por muchos años.
En 2000, los precios agrícolas mantuvieron los mismos bajos niveles. Pero el estudio consigna que algunos observadores más optimistas pronostican una recuperación durante 2001.
El peor comportamiento se registra otra vez entre los productos tropicales, que desempeñan un papel importante en las economías de 5frica, el Pacífico y aun de América Latina y el Caribe.
El azúcar es el mejor ejemplo de esa tendencia. El precio del producto cayó a niveles inferiores al costo de producción en la mayoría de los países productores.
Una de las razones se encuentra en el aumento de la producción de azúcar de Brasil, país responsable de la sobreproducción registrada en los últimos años.
Pero el fenómeno se debe también a la protección de la industria azucarera aplicada en Estados Unidos y la Unión Europea. Los productores de esas dos potencias económicas reciben un precio sostén casi cuatro veces superior al precio internacional.
La situación de los productores de productos tropicales se presenta desalentadora también debido a la desaparición de los sistemas internacionales de estabilización de los precios de los productos básicos.
Mecanismos de estabilización creados 30 años atrás fueron desmantelados, como el Servicios de Financiamiento Compensatorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), el sistema Stabex de la Unión Europea para productos agrícolas y el SYSMIN para productos minerales.
Respecto del futuro, los economistas Abdelaziz Megzari y Olivier Matringe, editores del informe, advirtieron que seguirán con interés la marcha de las nuevas empresas «mundializadas» formadas de fusiones pasadas y futuras, «de dónde surgirán nuevas redes internacionales».
Sin embargo, con excepción del petróleo, los productos básicos no tendrán demasiado peso en esos acontecimientos en comparación con las fusiones en gran escala entre bancos y empresas de la tecnología de la información.
La revolución en la tecnología de la información modifica de manera radical la formación de precios eliminando las barreras entre mercados de futuros y mercados extrabursátiles.
Pero algunos países en desarrollo están creando sus propios mercados de futuros, como el caso de India, mientras nuevos sitios de comercialización se instalan en la red informática mundial Internet, por ejemplo en acero, químicos y otros productos.
De esa manera, el mundo se va dotando de nuevas herramientas que le permitan disponer de instrumentos más exactos para medir la profunda inestabilidad o la total incertidumbre de los mercados, que refleja las grandes tensiones internacionales, observó el informe. (FIN/IPS/pc/mj/01
