El gobierno venezolano insistió en la necesidad de un mundo pluripolar, la prédica que inspira la gira de tres semanas que el presidente Hugo Chávez comenzará este domingo por Rusia, Irán, China, India, Bangladesh, Malasia e Indonesia.
El canciller Luis Alfonso Dávila confirmó el jueves el programa del recorrido de Chávez, en la ausencia más prolongada desde que asumió el gobierno en febrero de 1999, en el marco de una diplomacia de «alianzas estratégicas» fuera de América Latina.
Dávila informó a la prensa que la gira de Chávez, cuya primera escala será en Moscú, le permitirá profundizar las relaciones bilaterales con los siete países, además de conversar con empresarios privados en Bombay, India.
Señaló, además, que el periplo del presidente venezolano concluirá en una reunión del Grupo de los 15 países en desarrollo en Indonesia, en la cual este país asumirá la presidencia del bloque.
Existe, además, la posibilidad de que la presencia de Chávez habilite una cita informal del Grupo de los 77, bloque conformado hoy por 133 países en desarrollo para actuar en la Organización de las Naciones Unidas.
«El reto de nuestra diplomacia es buscar alianzas y cooperación donde sea posible, no importa en qué lugar esté el país», indicó Dávila.
El canciller respondió así a las críticas de sectores de la oposición por el tiempo prolongado de la gira y la lejanía geográfica de los países a visitar por el mandatario.
En la llamada revolución social bolivariana que impulsa Chávez, ha cobrado importancia su estrategia de política exterior «soberana».
La nueva diplomacia ha colocado a este país distante de los intereses de Estados Unidos, pese a ser su mayor proveedor latinoamericano de petróleo.
«Tenemos una política exterior soberana, tenemos relaciones con cualquier país sin el permiso de otro», respondió el canciller ante la consulta sobre si esta nueva gira de Chávez no provocará nuevas fricciones con Washington.
«Existe una percepción falsa, pues el país que más ha visitado el presidente Chávez, incluso siendo presidente electo, ha sido Estados Unidos», recalcó Dávila.
Chávez ya realizó una maratón de más de 50.000 kilómetros recorridos durante 10 días, en agosto pasado, para invitar personalmente a sus pares para la cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que se realizó en septiembre en Caracas.
«Creemos en la diplomacia directa, en el contacto cara a cara, personal, con otros jefes de Estado» y de gobierno, aseveró Dávila.
Una muestra de ello parecen ser los cinco encuentros personales que ha sostenido Chávez con su par de Colombia, Andrés Pastrana, en los últimos 40 días, en un plan de relanzamiento de las relaciones bilaterales, tras limar las tensiones de meses anteriores.
En el marco de esa estrategia internacional, provocaron diferencias con Estados Unidos las reuniones que mantuvo Chávez con líderes enfrentados con ese país, como Saddam Hussein, de Iraq, y Muammar Gadhafi, de Libia. Estos dos países son socios de Venezuela en la OPEP.
El presidente venezolano visitó durante la gira de agosto también a Irán, otro «enemigo» de Washington, al que ahora llegará en carácter de una visita de Estado.
La presencia de Chávez en Rusia y China, como han recordado analistas, coincide también con un momento de tensión diplomática entre esos países y Estados Unidos por cuestiones relacionados con la defensa.
En tanto, Dávila adelantó que su país tiene el interés en darle fuerza al Grupo de los 15 y al Grupo de los 77, en el marco de la estrategia de avanzar hacia un mundo pluripolar, donde el peso de la escena internacional no recaiga exclusivamente sobre Estados Unidos.
Esa insistencia venezolana ha encontrado eco, por ejemplo, en el presidente de Cuba, Fidel Castro, con quien se han profundizado las relaciones más que nunca antes, con intercambios de diverso tipo y una evidente empatía personal entre los dos mandatarios.
Venezuela ha revivido con Cuba y con las otras naciones de América Central y el Caribe la tesis de la «diplomacia petrolera» o del «petróleo como arma diplomática», a juicio de analistas.
En la gira que se inicia este domingo, la cuestión energética estará presente. Irán e Indonesia son socios de Venezuela en la OPEP, cuya secretaría general es ocupada por el ex ministro venezolano Alí Rodríguez, quien hasta diciembre pasado era un muy cercano colaborador de Chávez.
En China y Rusia se revisarán o firmarán convenios en los que la energía también tiene presencia.
Igualmente, el contacto con empresarios en India es para un proyecto de procesamiento de crudo pesado venezolano, en el marco de una estrategia de nuevos mercados en cuyo horizonte de prioridades figura Asia. (FIN/IPS/ac/if ip/01