Más de 150 dirigentes indígenas de todo el mundo se congregarán a partir de este lunes en Panamá, para diseñar estrategias de defensa de sus derechos, evaluar la situación internacional y discutir procesos de integración como el ALCA.
La Primera Conferencia del Milenio de los Pueblos Indígenas, que se prolongará hasta el día 11, es organizada por la panameña Asociación Napguana (núcleo de la tierra, en idioma kuna) y auspiciada por el Centro Holandés para los Pueblos Indígenas (NCIV- Nederlands Centrum Voor Inheemese Volken).
Atencio López, coordinador de la Conferencia, explicó que el intercambio de experiencia entre representantes de distintos países es un primer paso para una mayor comunicación entre los pueblos nativos.
«Los pueblos indígenas siempre han sido relegados y frente a eso no podemos quedar callados, así que la conferencia es una forma de decirle no a la marginación», dijo.
Uno de los puntos a tratar en el foro, que puede provocar mayor polémica, será la posición de los indígenas ante las negociaciones para la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El presidente de la Asociación Napguana, Nelson de León, cree que es necesario pedir a los gobiernos del continente la inclusión de los indígenas en esas tratativas de integración comercial.
De León anunció que propondrá a la asamblea una resolución formal al respecto.
Sin embargo, varias organizaciones indígenas americanas, entre ellas la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) entienden que directamente se debe rechazar el ALCA.
El vicepresidente de la Conaie, Ricardo Ulcuango, dijo a IPS que una vez que entre en vigor el ALCA los países de la región no podrán relacionarse en condiciones de equidad.
Explicó que su oposición al acuerdo continental se basa en que está diseñado para garantizar «unidireccionalmente» el mercado latinoamericano desde los intereses de Estados Unidos.
«Muchos gobiernos conducen en forma irresponsable a sus países a un torbellino del que pagaremos las consecuencias los pueblos Indígenas y los diferentes sectores productivos, incrementando el desempleo, la destrucción del ambiente, la dependencia y la pérdida de soberanía», arguyó.
Ulcuango agregó que esa es la razón por la que Conaie respalda todas las acciones de rechazo al ALCA que se desarrollen en América.
«Es hora de proponernos nuevos estilos de integración entre los pueblos y para ello estamos presentando iniciativas de desarrollo alternativo desde los indígenas y la sociedad civil. Solo nuestra participación activa garantiza procesos equitativos para superar la pobreza y la dependencia», puntualizó.
En ese marco, más de 300 dirigentes indígenas de América reunidos en la Asamblea de Primeras Naciones, realizada en abril en Ottawa, redactaron un documento en el que manifiestan sus discrepancias con el ALCA.
La reunión de Ottawa contó con la asistencia de la guatemalteca Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, y con el presidente de la Conaie, Antonio Vargas, entre otros líderes indígenas.
El documento fue presentado ante la III Cumbre de las Américas, que se realizó entre el 20 y el 22 de abril en la ciudad canadiense de Québec, donde se fijó la puesta en marcha del ALCA para diciembre de 2005.
Así, la integración americana será uno de los principales asuntos a considerar en Primera Conferencia del Milenio de los Pueblos Indígenas, de Panamá.
La coordinación internacional de la Conferencia está a cargo de representantes de Canadá, Chile, Hawai, Noruega, Marruecos y Panamá, mientras que la metodología de trabajo incluye foros magistrales, talleres y mesas redondas.
Otros objetivos del encuentro son evaluar la situación y los pronósticos entre 1994-2004, declarada década mundial de los pueblos indígenas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De León entiende que en lo que va del decenio de los pueblos indígenas hubo pocos avancen en cuanto a la defensa de sus derechos.
«Aún se desalojan ilegalmente a las comunidades de sus tierras ancestrales cuando se descubre petróleo u otras riquezas naturales. En muchos países las leyes se ven muy bonitas, pero pocas veces se llevan a la práctica», apuntó.
La Asociación Napguana, que preside De León, es una organización no gubernamental indígena creada en 1991 por miembros del pueblo kuna.
«Sus objetivos son fomentar la cooperación, promover la capacitación, prestar asistencia profesional a las comunidades indígenas y promover las relaciones con instituciones con los mismos objetivos», explicó el dirigente.
En el marco de la reunión internacional se elaborará un documento común para presentar en la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y la Intolerancia, que se celebrará en septiembre en Sudáfrica.
La reunión de la semana próxima, que concluirá con la firma de la «Declaración de Panamá», examinará también el papel de organismos multilaterales, como el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, y su relación con las comunidades indígenas.
Otro de los asuntos claves será el de la propiedad intelectual, ya que muchas comunidades plantean que la industria farmacéutica internacional se está aprovechando del conocimiento indígena en la elaboración de medicamentos.
Además, se discutirá el proyecto de Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, que se debate en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
También se revisará la Declaración Interamericana sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y la creación de un Foro Permanente de los Pueblos Indígenas en la ONU.
Para Blanca Chancoso, dirigenta indígena de la Conaie, el Foro Permanente puede ayudar a un mayor conocimiento de lo que ocurre con los pueblos nativos en el mundo.
Sin embargo, Chancoso estima que en América Latina es necesario que las organizaciones nativas trabajen para consolidar una red de solidaridad indígena y campesina.
El objetivo de la red es que en el momento que haya levantamientos en una nación «se den acciones vinculadas de protesta y solidaridad en los otros países», indicó Chancoso. (FIN/IPS/kl/dm/dv/01