COMERCIO-AMERICA: Bush apuesta al ALCA y a tratados bilaterales

Los presidentes George W. Bush, de Estados Unidos, y Ricardo Lagos, de Chile, conversaron hoy en Washington sobre el tratado de comercio entre los dos países, una fórmula que Washington intentará extender a otras naciones latinoamericanas pese a la inminente consagración del ALCA.

Lagos se reunió con Bush al término de una visita de 24 horas a Estados Unidos, antes de viajar a Francia, desde donde volará el jueves a Québec, Canadá, para participar en la tercera Cumbre de las Américas, que congregará a los gobernantes de 34 países del continente (todos, con excepción de Cuba).

La cumbre de Québec debe ratificar el acuerdo alcanzado hace dos semanas en Buenos Aires por los ministros responsables de Comercio para concluir en 2005 tanto las negociaciones como el proceso de ratificación parlamentaria del tratado del ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas).

Aunque el gran acuerdo continental de comercio se aproxima a su nacimiento, el nuevo gobierno de Estados Unidos está dispuesto no solo a acelerar un tratado bilateral con Chile, sino también a analizar pactos similares con otras economías latinoamericanas.

«Esperamos que habrá un texto redactado» del tratado entre Chile y Estados Unidos «antes de fin de este año», dijo Lagos este lunes ante miembros de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, entidad que reúne a más de 2.000 grupos de exportadores e importadores.

«Un acuerdo con Chile demostraría que Estados Unidos realmente es serio cuando habla de negocios y que esto no son solo palabras», recalcó Lagos, un socialista moderado que gobierna con una coalición de centroizquierda.

«Somos una economía extremadamente abierta», subrayó Lagos. «Queremos tener un acuerdo de libre comercio con cada país del mundo. Chile ha decidido vivir en la economía global», agregó.

«Si Estados Unidos no puede firmar un acuerdo de libre comercio con Chile, no podrá hacerlo con otro país» latinoamericano, dijo, a su vez, el ministro chileno de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, ante los empresarios estadounidenses.

El empeño de los chilenos en negociar rápidamente el acuerdo bilateral con Estados Unidos traduce un entusiasmo estimulado por el propio presidente Bush y su representante de Comercio, Robert Zoellick.

Representantes gubernamentales de cinco países de la región se acercaron a Zoellick en Buenos Aires para manifestarle su interés en acuerdos bilaterales de comercio similares al que se plantea con Chile, reveló el funcionario estadounidense el día 7 en la capital argentina.

Zoellick anticipó la buena disposición del gobierno de Bush ante esos acercamientos, pero se abstuvo de identificar a los gobiernos que quieren negociar directamente con Estados Unidos, aduciendo que son los interesados los que deben hacer pública esa voluntad.

En el contexto de la reunión en Buenos Aires, el ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo, señaló que la decisión de su gobierno de negociar el ALCA desde el Mercosur (Mercado Común del Sur) no es contradictoria con la posibilidad de un acuerdo bilateral de comercio con Estados Unidos.

El Mercosur está formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y tiene como miembros asociados a Bolivia y a Chile.

Lagos y el entonces presidente estadounidense Bill Clinton anunciaron su decisión de negociar un tratado bilateral en diciembre de 2000 y Uruguay respaldó de inmediato al gobierno de Chile, pese al desagrado que el anuncio causó en Brasil.

Con la asunción presidencial de Bush en enero último se vio reforzada en Washington la iniciativa del tratado con Chile.

La idea de los acuerdos bilaterales con Estados Unidos se amplía ahora a otros países de la región, lo cual podría conllevar un debilitamiento de los dos grandes bloques sudamericanos de integración, el Mercosur y la Comunidad Andina, formada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

La negociación con Chile sería, en última instancia, un ensayo general para tratativas futuras de Washington con otros gobiernos latinoamericanos y de ahí su importancia para la administración de Bush, como lo dio a entender este lunes el ministro Eyzaguirre.

El modelo de tratado que vaya diseñándose con Chile serviría no sólo de referencia para otros emprendimientos bilaterales, sino también para el diseño general de la negociación de los aspectos arancelarios del ALCA, que debería ser aprobado por los 34 países en mayo de 2002.

Antes de viajar a Washington, Lagos recalcó que el tratado comercial con Estados Unidos debe recoger a cabalidad los principios del libre comercio de bienes y servicios, tanto en sus aspectos arancelarios como en una real apertura de mercados que elimine las barreras no arancelarias al intercambio.

Los productores chilenos de uvas enfrentan actualmente trabas en sus exportaciones a Estados Unidos como consecuencia de la aplicación de medidas «antidumping», solicitadas por agricultores norteamericanos, quienes denunciaron supuestos subsidios que permitirían exportar la fruta a un precio inferior a su costo.

Las leyes antidumping y los subsidios agrícolas de Estados Unidos, así como los asuntos laborales y ambientales se proyectan como los aspectos más delicados en la negociación del ALCA y estarán también presentes en las tratativas bilaterales con Chile.

Los empresarios de comercio estadounidenses expresaron este lunes su acuerdo con la posición chilena de que las regulaciones laborales y ambientales no pueden vincularse a sanciones de carácter comercial, un punto planteado en esos mismos términos en la cita de ministros de Buenos Aires. (FIN/IPS/ggr/mj/if/01

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