/Integración y Desarrollo/ DESARROLLO: Gran Bretaña lanza planes para los países más pobres

El gobierno de Gran Bretaña lanzó programas de apoyo a las naciones más pobres con un presupuesto mínimo de 1.500 millones de dólares, en base a coincidencias con las organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan en el área.

Mientras varios ministerios instrumentan planes de cooperación para el desarrollo, el gobierno laborista marca una postura opuesta a la indiferencia que la administración de Margaret Thatcher (1979-1990) mostraba por estas cuestiones.

Si bien aún no hay una posición oficial acerca de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que se centrará en la problemática de los países menos desarrollados, el gobierno y las ONG ya trabajan en temas como beneficios comerciales y condonación de deudas.

Algunas organizaciones, sin embargo, presionan al gobierno para que adopte medidas específicas con relación a la conferencia a celebrarse en Bruselas durante el mes de mayo.

«Cualquiera sean los resultados de la conferencia, debemos establecer indicadores y objetivos inmediatos para medir los resultados», dijo a IPS desde Bruselas Louise Hilditch, de la organización ActionAid.

«Las dos reuniones previas fueron para afinar conclusiones, pero se hizo muy poco seguimiento», dijo. «Ahora todos queremos evitar pérdidas de tiempo. El encuentro debe debatir sobre lo que promete».

Al respecto, Hilditch señaló con ironía que «no sería mala idea empezar a implementar lo que se acordó en la reunión anterior».

ActionAid trata de evitar resultados sin contenido real. «Hay que resolver las cuestiones fundamentales de comercio con compromisos genuinos», dijo Hilditch. «No es suficiente que unos pocos países ofrezcan zanahorias a algunos países pobres».

«El objetivo fue acrecentar la conciencia de mercado, pero eso carece de sentido si los países más pobres no tienen oportunidad de identificar las oportunidades que se les dan. No sirve ofrecer lo que los países no pueden tomar, solamente porque queda bien en los documentos», señaló.

Para Lucy Matthew, de la organización Drop the Debt (Abajo la deuda) -participante de la agresiva campaña con motivo del Jubileo 2000- no se debe esperar demasiado de la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

La UNCTAD, sostuvo Matthew, «carece de poder para resolver medidas específicas o incluso para influir en la agenda del Grupo de los Ocho», formado por los siete países más industrializados (Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia, Alemania y Francia) más Rusia.

Sin embargo, «ofrece una buena oportunidad para escuchar los puntos de vista de los más pobres, pues ha estado al frente de la campaña por la cancelación de las deudas externas», reconoció Matthew.

«Si bien no dará resultados tangibles en forma inmediata, el encuentro será muy significativo», agregó.

Por otra parte, Matthews consideró valiosas las investigaciones de la UNCTAD, como «buenos puntos de partida para la confección de políticas y campañas como las nuestras».

Los puntos de vista de las ONG y los activistas son tomadas en serio por el actual gobierno británico.

«Una de cada cinco personas vive en la extrema pobreza. Si podemos coordinar nuestros esfuerzos detrás del liderazgo de los gobiernos de los países en desarrollo, podremos alcanzar los objetivos internacionales de desarrollo», dijo Clare Short, secretaria británica de Desarrollo Internacional.

Por su parte, el ministro de Finanzas Gordon Brown lanzó un nuevo fondo mundial de compras el mes pasado con el fin de desarrollar y distribuir tratamientos médicos para los países más pobres.

«Quienes vivimos en el mundo industrializado, muchos de los cuales gozamos de riqueza sin precedentes, debemos reconocer la pobreza a esa escala no sólo como un desafío económico sino como un imperativo moral de primer orden», dijo Brown en una conferencia sobre pobreza infantil celebrada en febrero.

«Gran Bretaña está comprometida, junto con todos los estados de la Unión Europea, a abrir sus mercados a todos los productos fabricados en los países de menor desarrollo, así como a fortalecer sus voces en la Organización Mundial de Comercio (OMC), sostuvo el ministro.

«Si la campaña mundial contra la deuda nos ha enseñado algo es que solamente avanzaremos si lo hacemos como una unidad. Por separado somos débiles individualidades, pero juntos tenemos poder», dijo Brown.

«Estamos todos, ricos y pobres… unidos en una vasta red de mutualidad, por encima de las divisiones de los ciudadanos de diferentes países, quizás actuando desde cientos de diferentes centros de energía, conciencia o convicción, pero integrantes de la misma comunidad global y la misma moral universal», agregó.

El gobierno reconoce que tales objetivos pueden alcanzarse con una acción conjunta del gobierno y las ONG, dijo a IPS un vocero de la oficina de Desarrollo Internacional.

En su discurso, Brown llamó a las ONG a «coordinar sus esfuerzos para dar voz a los que no la tienen y poder a los que son débiles». (FIN/IPS/tra-en/ss/mn/dc/mlm/dv/01

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