Una serie de incendios, entre cuyas causas no se descarta la intencionalidad, amenaza el programa de reforestación de Cuba, que en los últimos 30 años permitió un incremento de cuatro por ciento de la masa boscosa del país.
De acuerdo con fuentes oficiales, en los cinco primeros meses de este año se registraron 258 incendios en áreas forestales de la isla, cinco más que en 1998, con especial riesgo para especies de árbol en peligro de extinción.
El último de estos siniestros, que se prolongó varios días hasta el pasado fin de semana, ocurrió en la occidental provincia de Pinar del Río, poseedora de las mayores reservas forestales de Cuba.
Las llamas pusieron en peligro un área de alrededor de 4.000 hectáreas, entre cuyas mayores elevaciones se destaca Cayo Ratones, con una altura máxima de 456 metros sobre el nivel del mar.
De suelos arenosos y poco profundos y un bioclima considerado tropical, en ese lugar radica un área protegida con 374 especies de flores, de las cuales 101 son endémicas.
La prensa de Cuba recordó que el período comprendido desde febrero hasta el 30 de abril es considerado de grandes probabilidades de incendios forestales, peligro que en esta ocasión se extendió hasta mayo.
El diario Granma dijo que la intensa sequía y las altas temperaturas han elevado la combustibilidad de bosques y malezas, que se prenden al menor contacto con fuego "ya sea proveniente de una descarga eléctrica, de la imprudencia o el descuido, sin descartar la mala intención".
Andrés Nazario, presidente de la anticastrista organización radicada en Estados Unidos Alpha 66, reivindicó como "acto de sabotaje" los incendios forestales de los últimos tiempos.
"Queremos llenarla (la isla) de humo como parte de nuestra tesis de tierra arrasada que siempre hemos propugnado", dijo Nazario, citado por el diario El Nuevo Herald, de Miami.
Al respecto, el portavoz de la cancillería cubana Rogelio Sierra comentó a IPS que esa cartera "dispone de la información ofrecida por los medios de prensa cubanos en la que se explica que estos siniestros han sido provocados por descargas electricas".
Hasta el 14 de mayo y sin contar el que afectó a Cayo Ratón, se han producido en este país 257 incendios forestales, con un saldo de 10.000 hectáreas de bosques afectadas, informó la oficial Agencia de Información Nacional.
La fuente añadió que una buena parte de los siniestros fueron provocados "por la acción irresponsable del hombre" y atribuyó las negligencias más frecuentes a cazadores y pescadores furtivos, así como también a campesinos al quemar restos de cosecha.
Pinar del Río posee las mayores reservas forestales de Cuba, distribuidas en más de 418.000 hectáreas, 38,6 por ciento de su superficie.
La Comisión Nacional de Protección del Medio Ambiente aseguró que si a principios de siglo el área boscosa de la isla ocupaba 54 por ciento del territorio nacional, en 1959 era sólo 14 por ciento.
Se estima que el programa gubernamental de recuperación forestal permitió un incremento de cuatro por ciento de la masa boscosa en 30 años.
De acuerdo al plan oficial, entre 1960 y 1990 fueron sembrados más de 1.400 millones de árboles. Además, la isla cuenta con proyectos de ordenamiento y manejo forestal para todos los bosques del país, de los cuales 32,4 por ciento se destinan a la producción y 67,6 por ciento están protegidos.
La crisis económica que se abatió sobre la isla al perder sus privilegiadas relaciones comerciales con el desaparecido campo socialista provocó en los primeros años de esta década el aumento del uso de madera como combustible doméstico.
Informes parlamentarios aseguraron que a mediados de los 90 la reposición de bosques energéticos correspondió sólo a 42 por ciento del plan quinquenal por el bajo nivel de sobrevivencia de los árboles plantados.
A nivel mundial, estudios de la ONU han alertado que los bosques, que antes cubrían la tercera parte de la tierra firme del planeta hoy sólo abarcan la quinta parte.
De acuerdo con cálculos de expertos, hacia el 2025 las áreas boscosas del mundo se habrán reducido a sólo 12,5 por ciento de la tierra firme. (FIN/IPS/da/mj/en/99