Llegó el momento de crear un nuevo organismo mundial que supervise y regule los mercados monetarios internacionales, aseguró el Grupo de los 77, organización política de 132 países en desarrollo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Indonesia, Alí Alatas, en representación del G-77, dijo a IPS que sería prudente considerar la creación de un mecanismo "para mitigar la impredecibilidad y los efectos crudos de la globalización".
Este mecanismo, declaró, debería ser capaz de supervisar los mercados de capitales y las operaciones financieras internacionales.
La Organización Mundial de Comercio es un mecanismo de esa naturaleza en el campo del comercio internacional, y podría haber "un mecanismo similar en el campo de los flujos financieros y monetarios si implica la diferencia entre orden y caos en la economía mundial", sostuvo Alatas.
La actual crisis económica, que comenzó en el sudeste de Asia el año pasado y se extendió a América Latina y Rusia, amenaza ahora con volcarse a Europa y Estados Unidos.
Parte de las causas de la crisis, que devastó las economías de Indonesia, Tailandia, Corea del Sur y en menor grado Malasia, se han atribuido a la actividad de los especuladores monetarios internacionales.
El torbellino financiero forzó a países como Malasia a reinstituir controles sobre las monedas y los flujos de capital, desatando dudas sobre los tan mentados beneficios de la globalización.
"La promesa de la globalización de mayor prosperidad y beneficios extendidos a la especie humana está cada vez más empañada por las inseguridades y la exposición de las economías vulnerables a los riesgos de la devastación", dijo Alatas.
Aunque la globalización abrió tremendas oportunidades para la creación de riqueza, sus recompensas parecen reservadas a las economías más fuertes y mejor equipadas para apropiarse de las oportunidades.
El lunes, la presidenta de Sri Lanka, Chandrika Bandaranaike Kumaratunga, dijo a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que "el mecanismo monetario internacional resultó ser desesperadamente inadecuado para hacer frente a las crisis recientes".
"Ahora debemos pensar en términos de una nueva arquitectura financiera para obtener reformas radicales del sistema monetario internacional. Deben diseñarse dispositivos eficaces de seguimiento para prever problemas antes de que se instalen los escuadrones de demolición de los especuladores", dijo Kumaratunga.
En una condena aún mayor de las instituciones existentes, el canciller de Brasil, Luiz Felipe Lampreia, dijo a la Asamblea General que los hechos de los últimos meses revelaron "un serio retraso entre la creciente interdependencia financiera y la modesta eficacia de los mecanismos internacionales para el diálogo y la coordinación".
"Ya no podemos aceptar situaciones como la actual crisis financiera, en que la naturaleza internacional del fenómeno, los gobiernos y sociedades simplemente no confían en ninguna de las existentes organizaciones, foros o mecanismos como fuente de apoyo, guía o incluso interpretación del problema en cuestión", agregó el canciller brasileño.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo la semana pasada en un discurso en la Universidad de Harvard que, en gran parte del mundo en desarrollo, como resultado de la crisis, la globalización es ahora vista como "un falso dios inculcado a los estados más débiles por los centros capitalistas occidentales".
La globalización es vista, no como un término que describe la realidad objetiva, sino como una ideología del capitalismo depredatorio, dijo Annan.
El embajador de Bangladesh ante la ONU, Anwarul Karim Chowdhury, exigió programas de emergencia para proteger a las economías más débiles de la turbulencia económica mundial.
La Asamblea General, dijo Chowdhury, debe estudiar la implementación de redes de seguridad, incluyendo asistencia de emergencia como ayuda alimentaria, respaldo a la balanza de pagos en países severamente afectados, y un aumento inmediato en el nivel de asistencia oficial al desarrollo.
Además, debe haber una reducción de la deuda de los países menos desarrollados, medidas compensatorias para reducción de ingresos de exportaciones de productos básicos, reducciones de remesas y levantamiento de barreras comerciales que afectan a los menos desarrollados. (FIN/IPS/tra-en/td/kb/lp/if ip/98
