Un grupo de 81 países, en su mayoría del Sur, pretende ampliar el Registro de Armas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para incluir la compra y venta de armamento de destrucción masiva, además del convencional.
"El Registro de Armas se creó (hace cinco años) con el entendido de que las armas de destrucción masiva estarían incluidas. Pero a pesar de la reiterada confirmación de dicho objetivo, no se hicieron intentos para llevarlo a cabo" dijo este martes el representante de Egipto, Maged Abdel Aziz.
Aziz señaló que existe un gran desequilibrio en el Registro actual porque los estados miembros de la ONU sólo deben declarar las importaciones y exportaciones de armas convencionales como aviones de caza, barcos de guerra, misiles y artillería.
Pero las armas de destrucción masiva, nucleares, biológicas y químicas no están incluidas en el Registro, añadió.
El Comité de Desarme y Seguridad Internacional de la ONU adoptó una resolución que solicita el cambio propuesto, por 81 votos a favor y 45 en contra, con 16 abstenciones.
Los países que se opusieron al cambio incluyeron cuatro de las potencias nucleares declaradas del mundo: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Rusia, mientras China, la quinta, se abstuvo.
La mayoría de los países industrializados, como Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia y Suecia, también se opusieron a la intención de ampliar el Registro.
Las naciones en desarrollo, que votaron en su mayoría por la ampliación, argumentan que no es justo excluir toda una categoría de armas de un registro internacional creado como "una medida para crear confianza" entre los estados.
Mohamed al-Hassa, representante de Omán, declaró ante los delegados que la transparencia es uno de los elementos más necesarios para fortalecer la confianza. La posición de Omán coincidió con la del grupo de países árabes.
"Dadas las calamidades que ocurren en la región de Medio Oriente, la ampliación del Registro sería un paso importante para satisfacer las necesidades inmediatas de seguridad de muchos estados de la zona", dijo.
Los 81 países pidieron al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que recoja la opinión de los 185 estados miembros del foro mundial sobre las formas de "realzar la transparencia en el área de las armas de destrucción masiva y la transferencia de equipos y tecnología, vinculada con (…) este tipo de armas".
La resolución establece una "interrelación" entre la transparencia con respecto a las armas convencionales y la referida a las de destrucción masiva.
Estados Unidos objetó que este tipo de relación es "una receta para la falta de acción y el fracaso" porque la posesión de armas de destrucción masiva por parte de algunos estados podría utilizarse por ellos como razón para no participar en el Registro.
La Unión Europea (UE), con 15 miembros, señaló que la resolución es "inaceptable" porque estableció un "dudoso vínculo" entre las dos categorías de armas.
"El éxito que se consiguió en Europa y otras partes con respecto a la formación de confianza en la esfera de las armas convencionales no habría sido posible de haberse incluido las armas de destrucción masiva en la ecuación", declaró la UE.
El mes pasado, Annan expresó su desilusión porque el Registro había sido ignorado por la mayoría de los 185 miembros del foro mundial, incluso en relación con las armas convencionales.
"Para que el Registro pueda realizar su potencial, es importante que aumente la participación en el mismo y que se amplíe su alcance", expresó Annan en un informe. El secretario general pretende que la ampliación incluya las armas pequeñas, y no las de destrucción masiva.
Sólo un promedio de 90 estados participaron en el Registro anual mientras que la mayor cantidad fue en 1994, con 97 países. El Registro de 1997, que se divulgó el mes pasado, contó con 89 participantes, la cifra más baja en cinco años.
Annan indicó que, aunque se sentía "estimulado" por el continuo compromiso de más de 90 países, estaba desilusionado porque el Registro no alcanzó "la meta deseada de la universalidad".
Medio Oriente es la región que compra más armas en el mundo y también ignoró al Registro.
Arabia Saudita y Kuwait, dos de los mayores compradores de armas del mundo, junto a Omán, Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Bahrein, Jordania, Siria, Yemen, Marruecos, Libia, Argelia, Túnez y Líbano, se negaron a hacer públicas sus transacciones de armas.
Egipto, que participó en el Registro en un principio, dejó de hacerlo.
Los países árabes argumentaron que no revelarán sus transacciones de armas convencionales mientras Israel se niegue a declarar sus armas de destrucción masiva.
En la actualidad, el Registro sólo tiene siete categorías de armas: aviones de combate, helicópteros de ataque, barcos de guerra, misiles y lanzaderas de misiles, vehículos de combate blindados, tanques y sistemas de artillería de gran calibre. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/aq-lp/ip/97