HONG KONG: Población de la próspera región ajusta sus cinturones

La volatilidad del mercado de Hong Kong, uno de los ejes de las finanzas internacionales, obligará al gobierno de esta región autónoma de China a tomar medidas de austeridad que afectarán la calidad de vida de sus prósperos habitantes.

Los expertos predicen que el crecimiento económico de Hong Kong perderá vigor el próximo año debido a la crisis bursátil, la caída de las monedas nacionales en la región de Asia y el Pacífico y el aumento de las tasas de interés locales.

Economistas del Banco de Hong Kong, del Banco de Asia Oriental y del Citibank creen que el crecimiento disminuirá al menos un punto frente a la tasa aguardada para este año, de 5,5 por ciento.

En privado, los más pesimistas pronostican una desaceleración aun mayor. El legislador Wong Yingho fue uno de los pocos en manifestar que la economía de Hong Kong podría sufrir a partir del año próximo un periodo de recesión, el temor que muchos sienten pero no expresan.

Otros anuncian malas perspectivas para los trabajadores. En su opinión, los salarios caerán.

Durante más de 10 años, los salarios se incrementaron entre 10 y 12 por ciento al año y, si bien el aumento se limitó este año a menos de seis por ciento, los empleadores arguyen que los trabajadores se han habituado al mejoramiento anual de su paga.

No todos observan ese efecto como un hecho negativo, ya que reducirá la presión inflacionaria en Hong Kong, una de las principales razones de la pérdida de competitidad del territorio, dado que los salarios han rebasado incluso los que se pagan en Europa.

El temor por la competitividad de Hong Kong es una de las razones de la pérdida de confianza de los inversionistas en la bolsa. Los analistas dicen que, sea cual fuere el desenlace de la crisis bursátil, la cuestión debe ser abordada, si se pretende evitar graves perjuicios para la economía de la región.

El desempleo ha sido mínimo en Hong Kong, pero el dirigente Wong Ying-Yu, de la Confederación de Sindicatos, teme que haya despidos y reducción de salarios.

"Las primeras víctimas serán los trabajadores. Las industrias de comidas hechas y de servicios serán las más vulnerables", dijo Wong. Los restaurantes ya han registrado una reducción de su facturación, pues la población ya comienza a apretar los cinturones.

Los gastos del gobierno también se reducirán como consecuencia de la zozobra bursátil, pues el dinero será vertido en fondos de reserva para amortiguar eventuales nuevos golpes de los especuladores.

El dólar de Hong Kong recibió algunos embates especulativos en julio, cuando también se resintieron el resto de las monedas del sudeste de Asia tras la caída del baht de Tailandia.

Las reservas externas de la región china cayeron alrededor de 1.200 millones de dólares de los 82.900 con los que contaba en junio, luego de que el gobierno salió a vender para defender su divisa.

Pero los analistas recordaron que esa fue la cantidad utilizada en solo un día en julio y que otros ataques sostenidos contra el dólar de Hong Kong podrían diezmar las reservas y obligar al gobierno a adoptar una política de seguridad social y de gastos más conservadora para 1998.

Shive Chi, vicepresidente del Consejo de Planificación Económica y Desarrollo de Taiwan, pronosticó que Hong Kong podría pagar un alto costo por proteger el dólar local y mantener su valor "pegado" al del dólar estadounidense.

"Podría suceder en Hong Kong lo que ya sucedió en Taiwan", según Chi. En agosto, el Banco Central de Taiwan debió utilizar unos 5.000 millones de dólares estadounidenses para proteger la convertibilidad de la moneda nacional hasta que permitió una devaluación el mes pasado.

Los analistas pronostican una caída en los valores de las propiedades inmobiliarias de hasta 30 por ciento en los próximos meses, pues el gobierno decidió elevar las tasas de interés y proteger la moneda.

Esto no solo golpeará a los propietarios de viviendas y a quienes invierten la mayor parte de sus ahorros en ladrillos. También perjudicará a la economía como un todo, pues 70 por ciento de la capitalización del mercado de valores de Hong Kong consiste en paquetes inmobiliarios.

Como grupo, los precios de acciones de las compañías inmobiliarias cayeron 50 por ciento desde comienzos de agosto, mientras el índice general bursátil Han Sen cayó 35 por ciento en el mismo período.

Pocos días antes de que Gran Bretaña devolviera el 30 de junio Hong Kong a China, los bancos japoneses, que controlan cerca de la mitad de los bancos de la región china, temieron un colapso de los precios inmobiliarios en los próximos cinco años.

Pero tal vez sea más preocupante en el largo plazo sea la menos constatable erosión en la confianza de los empresarios hacia Hong Kong.

Un estudio de la estadounidense Universidad de Harvard reveló que el éxito económico de Hong Kong ha dependido de la percepción general de que se trata de un buen lugar para hacer negocios y atraer dinero.

Eso continuó siendo el sentimiento predominando aun cuando Hong Kong estaba perdiendo su competitividad debido a los altos precios y la tarea de seducción de compañías multinacionales emprendida por otros centros regionales como Singapur.

Cualquier perjuicio en esa percepción, por más pequeño que sea, ocasionaría graves daños en la economía de la región china.

El enlentecimiento de la economía también pondrá a prueba la independencia de Hong Kong respecto de Beijing. Los analistas creen que el gobierno de China dejará que la región se las arregle sola, pero, si la situación cambia, no podrá resistir la tentación de intervenir para impedir un derrumbe.

Las empresas chinas apelan a Hong Kong como fuente de capital y recaudan fondos en su mercado de valores. Esa política ha sido alentada por Beijing, que pretende usar la región como puente para relacionarse con mercados más desarrollados.

"Esta crisis significa que el acceso de China a los mercados mundiales de capital se reducirá de forma significativa. Hong Kong es fundamental para China. La estabilidad de este mercado es un prerrequisito para la estabilidad china", observó Russel Napier, de la firma Credit Lyonnaise Securities.

Las caídas del mercado de Hong Kong podría retrasar la emisión de acciones de las firmas estatales chinas, entre ellas China National Aviation. Beijing ha ordenado la recompra de acciones de sus propias compañías para mantener su precio en el mercado, según analistas.

Aunque esta crisis no es ni por asomo tan grave como la que sufrió la bolsa de Hong Kong en el "octubre negro" de 1987, cuando debió permanecer cerrada cuatro días, los expertos predicen que nada será como antes.

"Los inversionistas que gustan asumir riesgos se irán, y tomará años una recuperación", dijo un economista que reclamó reserva sobre su identidad. (FIN/IPS/tra-en/ys/js/mj/if/97

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