El gobierno de Israel decidió hoy la expulsión inmediata de la brasileña Lamia Maruf Assan, presa desde 1986 por complicidad en el asesinato de un sargento.
La noticia, esperada por familiares y la opinión pública brasileña hace muchos meses, fue confirmada por la embajada brasileña e informaciones confiadas a la prensa desde Israel por el abogado de la liberada, el brasileño Airton Soares.
Maruf decidió no recurrir a la justicia contra la decisión, para no demorar más la liberación de otras 22 presas palestinas, prevista en el acuerdo de paz firmado en 1995 entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Nacida en Brasil hace 32 años, de origen palestino, la joven llegaría el jueves a Sao Paulo, donde viven su familia y su hija Patricia, de once años.
No tuvo el mismo tratamiento de las demás prisioneras políticas, por ser brasileña y carecer de visa de permanencia en Israel y por estar incolucrada en un "crimen de sangre" por el cual fue condenada a la prisión perpetua.
Maruf alquiló y condujo el automóvil que sirvió para secuestrar el sargento israelí David Manos, en 1984 en Cisjordania. La acción, dirigida por su marido, Taufic Abdala, de un grupo radical de la OLP, culminó en el asesinato del militar.
Su liberación era esperada desde hace ocho meses, pero cambios políticos en el gobierno de Israel la aplazaron. Esta vez también hubo dificultades.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, acordaron la semana pasada liberar a las prisioneras este martes. Pero una Asociación de Víctimas del Terrorismo recurrió contra la medida ante el Supremo Tribunal de Israel.
El recurso fue sin embargo rechazado. Maruf no pudo visitar, como pretendia, a su marido, preso en otra cárcel de Israel. (FIN/IPS/mo/dg/ip/97