Justo cuando el multimillonario de Hong Kong Li Ka-shing pensaba que había superado todos los obstáculos para la construcción de un gran complejo comercial en el centro de Beijing, se encontró con un problema nuevo de origen muy antiguo.
Su primer problema fue una disputa, finalmente resuelta, con la cadena multinacional de comida rápida McDonald's Corp., que tenía un contrato de alquiler de 20 años en el sitio.
Luego debió modificar el diseño de construcción porque no estaba de acuerdo con las reglamentaciones de planificación urbana, y también hubo un escándalo que involucró al vicealcalde de Beijing, acusado de haber aceptado sobornos para la aprobación del proyecto.
Ahora, dos años después del anuncio del proyecto y menos de un año luego de la demolición del restaurante McDonald's ubicado en el lugar, Li se enfrenta a un nuevo obstáculo, que ha estado bajo la tierra por decenas de miles de años.
Las obras de construcción del Oriental Plaza, de 1.500 millones de dólares, la mayor inversión de Li en China hasta el momento, se detuvieron nuevamente este mes al descubrirse en el terreno reliquias de la antigua edad de piedra.
El descubrimiento de los artefactos en el sitio, ubicado cerca de la Ciudad Prohibida y la plaza de Tiananmen, aumentó el valor del terreno quizá más allá de la fortuna de Li.
A pocos días del descubrimiento de las herramientas de piedra, hachas de sílex y huesos fosilizados, Beijing aparecía alborotada mientras los vendedores callejeros se disponían a sacar provecho de la nostalgia reinante.
El período paleolítico, o antigua edad de piedra, comenzó con la aparición de criaturas humanoides, y sus herramientas de piedra conocidas más antiguas datan de hace unos 2,5 millones de años.
"Esta es la primera vez que se encuentran artefactos del paleolítico en Beijing", destacó Li Chaorong, profesor adjunto del Instituto de Paleontología de Vertebrados.
Los arqueólogos intentan hallar una posible vinculación entre el hallazgo y el hombre de Pekín, cuyos cráneos fueron desenterrados a unos 50 kilómetros de la ciudad, y el hombre superior de las Cavernas, que también vivió en la antigua edad de piedra.
Sin importar la evaluación arqueológica precisa de los hallazgos, éstos se transformaron en el último de varios obstáculos en los planes de Li, ya que las autoridades municipales dispusieron la suspensión de las obras del Oriental Plaza mientras consideran las implicaciones del descubrimiento.
A fines de 1994, dos años después que McDonald's firmó un contrato de alquiler de 20 años en el lugar, el municipio ordenó a la corporación que dejara libre el sitio para dar lugar a la construcción del complejo comercial de Cheuong Kong Limited, de Li Ka-shing.
Poco dispuesta a abandonar su principal restaurante en Beijing y el mayor de Asia, McDonald's inicialmente peleó para mantener su establecimiento, pero el magnate de Hong Kong, que goza de buenas relaciones con altos líderes chinos, se llevó el premio.
El año pasado, la empresa de Li comenzó a demoler el restaurante, prometiendo a McDonald's una adecuada compensación y una ubicación privilegiada en el nuevo Oriental Plaza, cuyo diseño también debió ser modificado de acuerdo con los reglamentos de la Comisión de Planificación Estatal.
Miembros de la Comisión señalaron que el proyectado complejo, de 70 metros de altura, violaba las reglas de planificación urbana, según las cuales los edificios cercanos a la Ciudad Prohibida y la plaza de Tiananmen no deben superar determinada altura para preservar el perfil original de la antigua ciudad.
En abril de 1995, Li se enfrentó a otro problema cuando el proyecto se vio envuelto en un escándalo de corrupción que involucraba al fallecido Wang Baosen, vicealcalde de Beijing.
Wang, quien presumiblemente se autoeliminó ese mismo mes, estaba a cargo de la Comisión de Planeamiento del municipio, que autoriza proyectos de desarrollo en la capital.
Investigado por la supuesta aceptación de sobornos por 40 millones de dólares, Wang se disparó un tiro, según presunciones. Las obras se detuvieron temporalmente durante la investigación sobre la muerte de Wang y su vinculación con el proyecto.
Los rumores continuaron hasta que el secretario del Partido Comunista, Wei Jianxing, anunció al Diario de China que Cheung Kong estaba "limpia".
Un año después, las autoridades de Beijing, satisfechas con las modificaciones del proyecto, finalmente otorgaron a Li lo que parecía ser el sello final de aprobación.
"Las perspectivas del proyecto son brillantes", declaró Lu Yucheng, vicealcalde encargado de Comercio Exterior y Economía, citado por la agencia de noticias Xinhua.
Equipos de demolición terminaron de derribar el restaurante de McDonald's y las obras continuaron a todo vapor, hasta que los obreros se toparon con los artefactos prehistóricos.
Ahora, los habitantes de Beijing demandan que, al menos, se modifique el proyecto original del complejo para dar lugar al establecimiento de un pequeño museo en el subsuelo del edificio.
"Los hallazgos históricos deben preservarse", destacó el veterano artista Du Jian, citado por el Diario de Beijing para la Juventud. (FIN/IPS/tra-en/ab/cpg/ml/cr/97