SUDAN: El régimen amenaza a vecinos y soplan vientos de guerra

El gobierno de Sudán continuó arrestando hoy a dirigentes políticos y amenazando con dar armas a grupos opositores en Etiopía, Uganda y Eritrea, enfurecido por supuestas incursiones de esos países en su territorio.

El presidente del régimen militar de Sudán, general Omar Assan al Bashir, sostuvo que "la única solución a la situación actual son las armas". "Debemos recurrir al lenguaje de las armas y las armas serán lo único que se escuche", dijo.

Las autoridades detuvieron este miércoles a más políticos opositores, sindicalistas y civiles como parte de las medidas dispuestas por Jartum para acabar con el respaldo interno a los rebeldes que pretenden derrocar al régimen islámico y combaten en el este del país.

Los arrestos comenzaron este lunes y más de 30 dirigentes opositores estaban entre rejas la noche del martes. El número preciso es aún desconocido.

El diario independiente Akhbar Al Ayoum informó este miércoles que el gobierno instaló cortes especiales de emergencia para juzgar a los detenidos.

El ministro de Justicia y fiscal general de Sudán, Abdel Basit Sabadrat, ordenó a las fuerzas de seguridad el arresto de cualquier sospechoso de prestar ayuda a los rebeldes, agregó el periódico.

Los abogados que se atribuyeron la defensa de los detenidos fueron rechazados por los jueces con el argumento de que debían preservar el desarrollo de las investigaciones, informaron los propios profesionales a IPS.

Los arrestados sufren torturas, de acuerdo con un abogado que reclamó reserva sobre su identidad. Pero el gobierno negó, en sus declaraciones a la prensa sobre los últimos acontecimientos, que se estén cometiendo violaciones contra los derechos humanos.

Las autoridades en Jartum también prometieron acciones contra países vecinos que, afirman, están involucrados en los combates en el este de Sudán.

"Insh Allah (con la voluntad de Dios), no nos mantendremos en silencio. Responderemos con severidad a aquellos regímenes confabulados en Asmara, Kampala y Addis Abeba. Daremos armas a sus líderes opositores", dijo Al Bashir ante la televisión sudanesa.

El mandatario apuntó directamente a Etiopía y Eritrea, a los que acusó de involucrarse en los combates registrados esta semana en el este de Sudán en los que varios poblados fueron capturados por los rebeldes y que provocaron el desplazamiento de miles de personas.

Jartum afirma que tropas etíopes participaron en las incursiones, pero la Alianza del Norte, un grupo opositor que pertenece al Ejército de Liberación Popular de Sudán (SPLA), negó esa información.

Sudán anunció este martes que Uganda apresura construcciones militares en la frontera entre ambos países, al tiempo que prepara un ataque.

Al Bashir dijo que los gobiernos vecinos no quedarán impunes por armar al SPLA y a la Alianza del Norte, pues Sudán suministrará armas a grupos insurgentes de esos países.

Unos 200.000 etíopes viven en Sudán como refugiados, muchos de ellos sospechosos de pertenecer al Frente de Liberación de Oromo (OLF) que combate contra el gobierno en Addis Abeba.

También residen en Sudán unos 600.000 eritreanos, la mayoría de los cuales pertenecen al opositor Movimiento Jihad, así como ugandeses del norte de ese país, donde combate el Ejército de Resistencia del Señor (LRA).

Al Bashir reclamó a todos los sudaneses que respalden al gobierno en sus gestiones militares, y pidió a todos los jerarcas del gobierno que se pongan a la cabeza de los "mujahiddines" (combatientes islámicos) en esta guerra.

"Quiero que todos los ministros, gobernadores y directores (generales de empresas públicas) se ubiquen en la primera línea. Ellos serán los primeros en morir", dijo el mandatario.

Una decena de los 26 gobernadores de estados se reportaron hasta ahora al comando militar en Ed Damazin, capital de la provinica de Nilo Azul Meridional, unos 300 kilómetros al sudeste de Jartum.

Informes sin confirmación sostienen que varios ministros también se reportaron, a medida que el gobierno moviliza a las fuerzas militares para reconquistar las zonas controladas por los rebeldes.

Las universidades de Sudán clausuraron sus cursos en las vísperas de los combates y el gobierno llamó a los estudiantes a unirse al ejército.

Las estudiantes se están reportando como combatientes, mientras otras mujeres donan alimentos y diversos materiales a los mujahiddines.

Sudán rompió todo vínculo diplomático con Etiopía, Eritrea y Uganda y descartó cualquier diálogo con las facciones rebeldes, aseguró Al Bashir.

"Recurriremos a Allah todopoderoso. La única solución a la situación actual son las armas. Debemos recurrir al lenguaje de las armas y las armas serán lo único que se escuche", afirmó Al Bashir.

El portavoz de la Asamblea Nacional de Sudán, Hassan Abdalla Al Turabi, alertó que la región, que ya es escenario de inquietud en Somalía, Burundi y el norte de Uganda, alojará nuevas guerras civiles si no se detiene la agresión contra Sudán. (FIN/IPS/tra- en/nb/pm/mj/ip/97

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