El anuncio oficial de los procedimientos para elaborar los programas de desarrollo urbano de la capital mexicana hasta el 2000 generó críticas a los mecanismos de consulta, debate y aprobación utilizados por las autoridades.
El Frente Vecinal Cualocotla, que agrupa a activistas de varios submunicipios capitalinos, calificó de "farsa" el proceso de búsqueda de consenso previo entre la población, que según el gobierno abarcará decenas de reuniones con los sectores sociales.
En especial, esa organización no gubernamental denunció el proyecto carretero La Venta-Colegio Militar, que cruzará el sur de ciudad de México "afectando la última masa forestal metropolitana, uno de los factores básicos de recarga de mantos acuíferos".
La zona metropolitana, situada a unos 2.500 metros de altura y rodeada por cadenas montañosas que dificultan el paso de vientos, abarca un área urbana con alrededor de veinte millones de habitantes y padece una grave contaminación atmosférica.
El Frente Cualocotla, que agrupa a varias entidades sociales y es asesorado por la institución ambientalista mundial Greenpeace, adujo que la construcción de la carretera precipitará la especulación inmobiliaria y la urbanización de la zona boscosa situada al suroeste de la capital.
Su vocero, Rafael López, dijo a IPS que algo similar ya ocurrió con otro tramo de carretera que forma parte del mismo trazado.
"La experiencia demuestra que ese tipo de obras, y en particular la que estamos denunciando, sólo sirven para impulsar el crecimiento urbano y demográfico sobre las últimas reservas verdes de la metrópoli", declaró López.
Representantes de la empresa Tribasa, constructora de la obra, replicaron que, "contrariamente a lo que argumentan sus detractores, el proyecto vial será una barrera de contención del crecimiento desordenado de la urbe".
Por su parte, Alejandro Calvillo, dirigente de la oficina mexicana de Greenpeace, señaló que la ruta "no es un libramiento carretero de la ciudad, ya que de ser así tendría que ir por fuera del Valle de México, que la contiene".
Según Calvillo, se trata en realidad "de un anillo periférico" cuyo efecto "será la urbanización de una parte importante de la zona serrana del sur capitalino, lo que representa un verdadero 'urbanicidio', ya que amenaza tanto el bosque como el agua".
Las autoridades de ciudad de México informaron el 24 de junio que los programas de desarrollo urbano de los submunicipios capitalinos serán puestos a consulta pública entre todas las poblaciones interesadas.
Pero las entidades ecologistas señalan que se trata de "una miniconsulta de una semana, previa incluso a conocerse el reglamento de zonificación metropolitana, que no fue consultado y que condicionará todos los proyectos".
Iniciativas como la de la carretera La Venta- Colegio Militar ya se presentan como una realidad incuestionable.
Los grupos ambientalistas reclaman la democratización y ampliación de los procesos de búsqueda de acuerdo, partiendo de los problemas y las alternativas de modificación identificados por consenso entre autoridades y ciudadanos.
Tambien solicitan que se den "los tiempos y la información suficiente a los habitantes para que puedan participar de modo responsable e informado en las diversas acciones de modificación".
Por último, piden a las autoridades "un diálogo transparente con los habitantes de la ciudad de México, en lugar de presentarles hechos consumados bajo la forma de programas sometidos a supuestas consultas previas".
Mientras, el experto ecologista Iván Restrepo señaló que el deterioro y el desperdicio del agua en México, sobre todo en su zona metropolitana, es ya una seria preocupación de agencias especializadas de la Organización de Naciones Unidas.
Según Restrepo, de nacionalidad colombiana pero residente en México desde hace varias décadas, "el crecimiento de la población y del área urbanizada de la metrópoli, así como el derroche del líquido y la contaminación, son amenazas concretas".
"Están en juego la salud ciudadana y los ecosistemas", advirtió Restrepo, investigador del Centro de Estudios Ecológicos y Sociales.
El alcalde la ciudad de México, Oscar Espinosa, anunció la semana pasada que las autoridades pondrán en marcha un proyecto para reciclar mediante equipos de purificación toda el agua de desecho de la capital.
"Con ese fin se empleará la tecnlogía más avanzada a nivel mundial", dijo el alcalde.
El objetivo es volver a emplear el líquido, una vez repotabilizado, a través de la red pública y domiciliaria, así como en el riego de áreas agrícolas que aún subsisten en medio de la concentración urbana. (FIN/IPS/emv/ff/pr en/96