AMMAN – La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa) denunció que la policía de Israel, “en una nueva transgresión del derecho internacional”, entró por la fuerza en sus instalaciones en Jerusalén Oriental este lunes 8, tras rodear el complejo con motocicletas, camiones y grúas.
El comisionado general de la Unrwa, Philippe Lazzarini, informó que las fuerzas israelíes, acompañadas por funcionarios municipales, “irrumpieron en el complejo de la agencia, cortaron todas las comunicaciones, confiscaron muebles y equipos informáticos, y reemplazaron la bandera azul de la ONU por una bandera israelí.
“Esta última acción constituye un desprecio flagrante de la obligación de Israel, como Estado miembro de la ONU, de proteger y respetar la inviolabilidad de las instalaciones de las Naciones Unidas, escribió Lazzarini en la red social X.
El brutal allanamiento tiene un gran peso simbólico para los palestinos y se suma a la cadena de agresiones al organismo, considerado ahora como persona non grata.
“Permitir esto representa un nuevo desafío al derecho internacional, y sienta un precedente peligroso en cualquier otro lugar del mundo donde la ONU esté presente”, advirtió Lazzarini.
La Unrwa brinda salud, educación y otros servicios a unos seis millones de refugiados palestinos en cinco lugares de Medio Oriente, incluidos los territorios palestinos ocupados de Gaza y Cisjordania.
La agencia ha sido objeto de acoso constante desde el inicio de la guerra en Gaza, el 7 de octubre de 2023, tras el ataque al sur de Israel liderado por la milicia islamista Hamas, que dejó más de 1100 fallecidos y 250 personas capturadas como rehenes.
Durante dos años de ese conflicto, formalmente detenido -aunque con violaciones constantes al cese del fuego- perecieron al menos 70 000 gazatíes y la Franja de Gaza fue devastada por bombardeos.
Acciones armadas de militares y colonos israelíes causaron también centenares de muertes en Cisjordania.
A lo largo de la guerra, Israel acusó a la Unrwa de estar infiltrada por Hamas, utilizando sus instalaciones y tomando ayuda, aunque sin presentar mayor evidencia, lo que han negado responsables de las Naciones Unidas.
Desde entonces se incrementaron los problemas para continuar el trabajo de la Unrwa tanto en Gaza como en el resto de territorios palestinos.
La Unrwa destaca que el sostenido acoso israelí ha incluido manifestaciones hostiles, ataques incendiarios en 2024, cierre de escuelas, campañas de desinformación a gran escala contra la agencia y reiterados actos de intimidación.
Respecto de la operación de este lunes, la policía israelí indicó en un comunicado que había entrado a la sede para “un procedimiento de cobro de deudas” encabezado por el gobierno municipal de Jerusalén, sin ofrecer mayores detalles.
Lazzarini precisó que el complejo de Jerusalén Oriental ha estado vacío desde principios de año, “después de que el parlamento israelí aprobó una legislación anti-Unrwa”.
En octubre de 2024 la Knéset (parlamento israelí) aprobó dos leyes: una prohíbe las actividades de la Agencia en todo Israel, incluida Jerusalén Oriental, ocupada por el país desde 1967; y la otra prohíbe a cualquier funcionario israelí cooperar con el personal del organismo.
“Sin embargo, independientemente de las medidas que se adopten a nivel nacional, el complejo conserva su condición de instalaciones de la ONU, inmune a cualquier injerencia”, subrayó Lazzarini.
Israel es parte de la Convención sobre Privilegios e Inmunidades de la ONU, que otorga a las instalaciones de la Organización un estatus de “inviolabilidad”, eximiéndolas de registros o incautaciones y protegiendo sus bienes de cualquier procedimiento judicial.
La Corte Internacional de Justicia ha reiterado que Israel está obligado a cooperar con la Unrwa.
El allanamiento de este lunes se produce apenas tres días después de que la Asamblea General de la ONU renovase el mandato de la Unrwa por tres años más.
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