GINEBRA – La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) otorgó su Premio Nansen 2025 para América al empresario Pablo Moreno Cadena, directivo de la empresa de electrodomésticos Mabe, por su liderazgo al ampliar las oportunidades de inclusión laboral para personas refugiadas en ese país.
“Este hito pone de relieve el enorme potencial transformador del sector privado para generar soluciones innovadoras y sostenibles en contextos de desplazamiento forzado”, indicó Acnur al anunciar la distinción.
El premio valora que desde 2017 Mabe y Acnur, en buena medida con el liderazgo de Moreno, desarrollan un programa para dar empleo a refugiados en la planta de lavadoras que la firma tiene en Saltillo, en el norteño estado de Coahuila.
La operación desafió el riesgo de que los refugiados, una vez ubicados en el norte mexicano, desertasen del empleo para irse a Estados Unidos, aprovechando la cercanía de la frontera.
Por el contrario, se han registrado altas tasas de integración y la rotación de personal entre refugiados es mucho más baja que la de los trabajadores mexicanos en las plantas de la firma. La mayoría de los trabajadores refugiados proceden de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Haití.
El programa “nunca, de ninguna manera” ha significado el desplazamiento de mano de obra mexicana, ha precisado Moreno.
“Al ofrecer empleo formal, la empresa también garantiza que los refugiados tengan acceso a protección social y oportunidades de crecimiento profesional a largo plazo: recursos vitales fundamentales en contextos en los que a menudo enfrentan barreras legales y económicas”, subrayó Acnur en su informe sobre el galardón.
La integración de los migrantes al empleo formal, a través del modelo que Moreno implementó en Mabe, ha permitido a Acnur colocar a 53 000 refugiados en 650 empresas en México desde 2017, la mayoría de ellas ubicadas en estados del centro y el norte de México.
Según Acnur, la experiencia mexicana refleja una tendencia creciente en América Latina, donde el sector privado se consolida como socio para la integración.
Menciona al respecto el Foro Empresas con Refugiados, de Brasil; el Sello Empresa Inclusiva de Ecuador, y el programa “Vivir la Inclusión” de Costa Rica.
Moreno recibirá el Premio Nansen, dotado con 25 000 dólares, el próximo 16 de diciembre en esta ciudad suiza, y anunció que donará el monto recibido a la Casa del Migrante de Saltillo.
Creado en 1954, el Premio Nansen honra a individuos, grupos u organizaciones que realizan una labor extraordinaria para proteger a las personas refugiadas, desplazadas internas y apátridas, recordó Acnur.
El galardonado a nivel mundial este año, el jefe Martin Azia Sodea, de Camerún, quien cuando los refugiados de la República Centroafricana huyeron a su aldea, Gado-Badzéré, los aldeanos liderados por su jefe ofrecieron a los recién llegados la oportunidad de reconstruir, proporcionándoles tierras para refugio y agricultura.
Su liderazgo convirtió una pequeña aldea en un símbolo de solidaridad, y Sodea ha inspirado a otros líderes tradicionales a apoyar a los refugiados, contribuyendo a impulsar un cambio en la acogida de los refugiados en toda la región.
Otro galardón Nansen este año fue a Proliska, organización ucraniana que brinda ayuda vital a más de 3,2 millones de personas, a menudo en las zonas más peligrosas y aisladas tras los ataques aéreos y bombardeos.
En Medio Oriente se reconoció a Taban Shoresh, trabajadora humanitaria, activista por los derechos de las mujeres y fundadora de The Lotus Flower, una organización liderada por mujeres que apoya a sobrevivientes del conflicto en Iraq.
Y en la región de Asia-Pacífico el premio recayó en Negara Nazari, refugiada afgana y cofundadora del Centro de Aprendizaje Ariana en la vecina Tayikistán.
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