SANTIAGO – Chile se ha sumado al avance de las derechas en América Latina, al elegir como su nuevo presidente a José Antonio Kast, de extrema derecha, quien venció ampliamente a la abanderada de una coalición de centroizquierda, la comunista Jeannette Jara, en la segunda vuelta de la elección el domingo 14.
“Aquí ganó Chile, la esperanza de vivir sin miedo”, fueron sus primeras palabras en el discurso con el que celebró el triunfo, subrayando así el énfasis de su campaña, y de lo que será su gobierno 2026-2030, en combatir la delincuencia, la migración irregular e impulsar el crecimiento de la empresa privada.
En esta elección con voto obligatorio Kast obtuvo 7,2 millones de sufragios (58,1 %) frente a 5,2 millones (41,8 %) de Jara, comprobando pronósticos de las encuestas, y ganó en todas las regiones del país (el menor porcentaje en esta capital, 53,2 %).
El resultado aplastante confirmó el hastío de la mayoría de la población ante los temas de seguridad, migración y estancamiento económico, y las secuelas de dos intentos fallidos -en sendos referendos- de dotarse de una nueva Constitución, así como el desgaste del gobierno del joven presidente izquierdista Gabriel Boric.
Kast es un abogado de 59 años, católico practicante, casado con su colega María Pía Adriasola. La pareja tiene nueve hijos. Fue militante y parlamentario del partido ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI), hasta que en 2019 se creó su Partido Republicano, y ha sido candidato presidencial en tres oportunidades.
Su triunfo fue recibido por gobiernos y líderes del exterior con expresiones que van desde la alegría desbordante hasta la crítica desesperanzada, si bien la mayoría elogió el proceso y la alternancia política, e invitó al trabajo conjunto sobre temas comunes.
En el vecindario, el presiente ultraliberal argentino Javier Milei celebró con “enorme alegría” el triunfo de su “amigo”, y dijo que ambos gobiernos trabajarán ahora “para que América abrace las ideas de libertad”.
Milei además publicó en sus cuentas de redes sociales un mapa sudamericano en el que coloreó de azul los países con gobiernos de derecha (Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Paraguay) y de rojo los de izquierda (Brasil, Colombia, Guyana, Suriname, Uruguay y Venezuela).
Presidentes como Rodrigo Paz de Bolivia, Daniel Noboa de Ecuador, Raúl Mulino de Panamá y Rodrigo Chaves de Costa Rica enviaron mensajes de felicitación augurando una “nueva etapa”, más profunda, en la relación bilateral.
Más énfasis en saludar la jornada y vocación democrática del pueblo chileno hicieron los mandatarios Claudia Sheinbaum de México y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil.
En cambio, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, repudió la elección de Kast y publicó en sus redes sociales que “el fascismo avanza, jamás le daré la mano a un nazi y a un hijo de nazi, tampoco; son la muerte en ser humano”
“Triste ahora es que los pueblos elijan su Pinochet: elegidos o no, son hijos de Hitler y Hitler mata los pueblos. Es el demonio contra la vida y todo latinoamericano sabe resistir”, escribió Petro en su cuenta de la red X.
Con ello aludió a que Kast, hijo de un inmigrante que fue oficial del ejército y miembro del partido Nazi en Alemania, ha sido abiertamente defensor de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) y de su legado.
Otras figuras que saludaron la elección de Kast fueron el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio; el presidente francés Emmanuel Macron; los jefes de gobierno de España e Italia, Pedro Sánchez y Georgia Meloni; la venezolana Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, y el magnate estadounidense Elon Musk.
Jara, quien fue una exitosa ministra del Trabajo en el gobierno de Boric y como candidata llegó a desafiar líneas de su partido, felicitó a Kast sin ambages apenas se conocieron los primeros resultados: “La democracia habló fuerte y claro”, expresó, y ofreció una oposición exigente pero propositiva en el próximo cuatrienio.
El partido de Kast avanzó en la elección parlamentaria de hace un mes, pero la izquierda y centroizquierda tienen fuertes bancadas, sobre todo en el Senado, lo que implica que el nuevo presidente estará bajo un fuerte escrutinio y deberá negociar acuerdos para sacar adelante sus propuestas.
Boric también felicitó a Kast con prontitud, emitió su llamado por televisión, le dijo a Kast “quiero que sepa que como presidente de la república siempre estaré a disposición para colaborar por la patria”, y le advirtió de que “va a conocer en algún momento lo que significa la soledad del poder”.
El izquierdista presidente en ejercicio y el derechista que le reemplazará en marzo de 2026 desayunaron juntos este lunes 15 en el palacio presidencial de La Moneda, una tradición cuatrienal que ya hace parte de la democracia chilena.
En su discurso al celebrar el triunfo, Kast habló en tono conciliador y comenzó a moderar algunas de sus propuestas. Reconvino a los cientos de seguidores que le escuchaban cuando abuchearon a la candidata derrotada y tuvo palabras de reconocimiento para Jara y su esforzada campaña.
Sostuvo que en 2026 “vamos a tener un año duro, muy duro en lo económico”, y aunque “no se verán los resultados el primer día, Chile va a tener un cambio real que ustedes van a empezar a percibir prontamente”.
Entre las propuestas de Kast figuran recortes del gasto, un “plan implacable” que incluye una fuerza de tarea para dominar zonas que señale como tomadas por la criminalidad, y más vuelos para repatriar a los inmigrantes ilegales, que superan la cifra de 300 000, en su mayoría venezolanos.
En su discurso de estreno como presidente electo ofreció a los chilenos que hará una presidencia con “trabajo, orden, decisión y convicción”, y en tono paternal les pidió “levantarse temprano, estar alegres, comportarse correctamente en los colegios, a pintar los muros rayados de los vecindarios”.
Cerró indicando que este lunes 15 “comienza un tiempo de deber, responsabilidad, de trabajo intenso y decisiones difíciles. Esta no es la meta, es el punto de partida”.
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