A la devastada Gaza ahora le llega el frío

Trabajadores humanitarios organizan la distribución de tiendas de campaña para campamentos improvisados por personas desplazadas de la ciudad de Gaza. Las agencias de las Naciones Unidas solicitan que se abran más accesos a la ayuda que puede ingresar a la Franja, devastada por dos años de guerra, cuando ya casi llega la estación de lluvias y más frío. Imagen: Acted

NACIONES UNIDAS – A pocas semanas del invierno, cientos de miles de familias en la Franja de Gaza, devastada por dos años de guerra, se preparan para una temporada de frío y lluvias sin refugio adecuado ni bienes básicos, indicó un nuevo reporte de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha)

A pesar de los avances en la ampliación de la ayuda humanitaria en la Franja, las necesidades urgentes de la población -2,2 millones de habitantes- siguen siendo inmensas y los obstáculos no se eliminan con suficiente rapidez, dice el reporte.

Desde el alto el fuego el 10 de octubre y hasta el 3 de noviembre, las agencias de la ONU y sus socios han recibido más de 37 000 toneladas de ayuda, principalmente alimentos, en los cruces fronterizos de Gaza, cifra que no incluye donaciones bilaterales ni las del sector comercial.

Pero el acceso sigue estando limitado a solo dos pasos fronterizos en esa Franja de 365 kilómetros cuadrados a orillas del Mediterráneo oriental, sin acceso directo desde Israel al norte ni desde Egipto al sur, además de que ciertos artículos y el personal de las organizaciones no gubernamentales tienen restringida la entrada.

Los socios que lideran la respuesta de albergue afirman que la mayoría de las personas desplazadas -1,5 millones- permanecen en campamentos improvisados y superpoblados, muchos de los cuales se establecieron espontáneamente en zonas abiertas o inseguras.

Cientos de miles de familias se enfrentan al inicio de la fría temporada de lluvias sin la protección que necesitan contra las inclemencias del tiempo.

En materia alimentaria se han logrado avances evidentes, y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha brindado asistencia a más de un millón de personas mediante la distribución de alimentos, comidas calientes, apoyo a panaderías, refrigerios fortificados para niños, y asistencia monetaria digital.

El PMA distribuye diariamente 1,2 millones de comidas y 150 000 paquetes de pan. Además, unas 55 000 familias han recibido una ayuda en efectivo de 378 dólares, una modalidad que permite cubrir necesidades básicas y reducir el endeudamiento.

La producción local de alimentos sigue siendo un desafío, debido a los daños a 87 % de las tierras de cultivo y la contaminación del suelo con restos de la guerra. La mayor parte de 13 % restante permanece inaccesible porque se encuentra en zonas donde el ejército israelí sigue desplegado.

Entre 79 y 89 % de las zonas de invernaderos, pozos agrícolas e infraestructuras agrícolas han resultado destruidas o dañadas, incluidas las siembras de olivos.

En cuanto al agua y saneamiento, más de 85 % de las instalaciones hídricas fueron dañadas y ninguna planta de tratamiento de aguas residuales funciona. La Agencia para los Refugiados Palestinos (Unrwa) señaló que los obstáculos para llevar repuestos, generadores y vehículos han limitado las reparaciones.

La Unrwa distribuye 1400 metros cúbicos diarios de agua en la ciudad de Gaza y el norte de la Franja, pero advirtió que ese servicio “se vuelve insostenible”.

En el ámbito sanitario, la cobertura de vacunación cayó del 98 % antes de la guerra a menos de 70 %, tras la destrucción de 31 centros, y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) lanzaron una campaña para inmunizar a 44 000 niños con las vacunas esenciales.

La guerra en Gaza, marcada por incesantes bombardeos sobre la mayor parte de lo edificado durante décadas, dejó 61 millones de toneladas de escombros, lo que dificulta de manera enorme la reconstrucción.

El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (Pnuma) informó que la gestión de residuos peligrosos requiere maquinaria pesada y combustible, cuya entrada sigue restringida. Sin esos recursos, la limpieza y la instalación de refugios temporales avanzan muy lentamente.

El impacto económico y social es devastador, según Ocha. Miles de familias perdieron su principal fuente de ingresos, y aunque el acceso a alimentos ha mejorado levemente, una de cada cinco familias sigue comiendo solo una vez al día.

La guerra en Gaza detenida el mes pasado se inició el 7 de octubre de 2023, una vez que la milicia islamista Hamas atacó el sur de Israel y en la operación perecieron más de 1100 personas y 251 fueron tomadas como rehenes.

La respuesta militar israelí, a gran escala, causó la muerte de más de 68 000 palestinos, unos 170 000 resultaron heridos, hay miles de desaparecidos, 1,9 millones de gazatíes debieron desplazarse de sus hogares y fueron destrozadas casi dos tercios de las viviendas y la mayor parte de la infraestructura de servicios.

La confrontación se detuvo al cabo de dos años de guerra con la aceptación por los beligerantes de un acuerdo presentado por el presidente estadounidense Donald Trump, aunque varias decenas de palestinos han muerto por fuego israelí en medio de la frágil tregua.

A-E/HM

 

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