SAN ANTONIO, Chile – El transporte marítimo es clave para Chile que tiene 34 tratados de libre comercio con países y bloques de naciones, una de las redes comerciales más amplias del mundo con acceso a más de 86 % del producto interno bruto global (PIB).
En 2024 este país sudamericano superó por vez primera los 100 000 millones de dólares en exportaciones, principalmente concentrados de cobre, productos forestales, frutas frescas, pescados y alimentos orgánicos. A su vez importó 78 025 millones de dólares, mayormente petróleo diésel, prendas de vestir, accesorios y calzados.
Ante un intercambio comercial creciente, los expertos prevén una enorme demanda portuaria hacia el 2036, en este alargado y estrecho país sudamericano que se apretuja entre Los Andes y el océano Pacifico.
Para evitar un colapso en 10 años surgió el proyecto Puerto Exterior de San Antonio que triplicará la capacidad de la principal vía chilena de salida e ingreso de productos.
San Antonio moviliza actualmente 29 % del tonelaje del comercio exterior marítimo, 34 % de las exportaciones y 71 % de las importaciones de Chile, en cuanto a su valor.
Por este puerto sale la elevada producción agrícola y minera de la zona central chilena, que aporta 59 % del PIB de este país y donde vive 63 % de los 19,7 millones de sus habitantes.
El puerto exterior permitirá movilizar seis millones de contenedores gracias a dos nuevos terminales portuarios de 1730 metros de largo y 450 metros de ancho con ocho nuevos sitios de frentes de atraque para portacontenedores de última generación.
La inversión total estimada para el proyecto es de 4450 millones de dólares que serán financiados por el Estado y por empresas internacionales que se postulan a obtener concesiones.
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Ampliación histórica y sostenible del principal puerto de Chile
Los primeros meses del 2026 serán claves para adjudicar las obras de dragado, la construcción del molo de abrigo, la infraestructura de resguardo del nuevo puerto, y para conocer la decisión de las autoridades sobre el impacto ambiental de las obras del puerto exterior San Antonio.
Habrá medidas para mitigar ese impacto, entre ellas la protección de dos humedales ubicados en terrenos portuarios y un respaldo a las faenas de pescadores en las caletas cercanas. Para descarbonizar, el proyecto portuario apuesta también a utilizar energía producida en forma renovable.
San Antonio, a 110 kilómetros al oeste Santiago y al sur del histórico puerto de Valparaíso, al que desplazó en relevancia, apuesta a un renacer impulsando el proyecto de infraestructura portuaria más grande en la historia de Chile.
Actualmente da 10 200 empleos directos a trabajadores portuarios que tienen una renta promedio de 1110 dólares mensuales.
San Antonio quiere consolidar su noveno lugar entre los puertos más importantes de América Latina y expandir su rol en el movimiento de la carga que va y viene de Asia hacia América.
Sus responsables apuestan demostrar, además, que se puede armonizar el desarrollo de sus infraestructuras con el resguardo y mejoramiento de las condiciones medioambientales, mediante un proyecto que sea un modelo de sostenibilidad.
ED: EG