OSLO / CARACAS – María Corina Machado, líder de la oposición en Venezuela y refugiada en la clandestinidad, obtuvo este viernes 10 el Premio Nobel de la Paz 2025 por “mantener viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad” en su país.
El Comité que otorga el galardón reconoció en Machado “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos”, así como “su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia” en el país que gobierna, por períodos sucesivos desde 2013, el presidente Nicolás Maduro.
Jørgen Watne Frydnes, presidente del comité noruego del Nobel, dijo al hacer el anuncio que “cuando los autoritarios toman el poder, es crucial reconocer a los valientes defensores de la libertad que se levantan y resisten”.
La opción por la líder venezolana distanció el Nobel de los conflictos que dominan la mayor parte de la agenda internacional, como los de Ucrania y la Franja de Gaza, y desmoronó las aspiraciones de obtenerlo abiertamente manifestadas por el presidente estadounidense Donald Trump.
El comité divulgó un video en el que se ve al secretario del comité llamar por teléfono a Machado para informarle del inminente anuncio, madrugada del viernes en Caracas, y se oye a la líder somnolienta responder “Dios mío, estoy en choque, no puedo creerlo, no tengo palabras”, antes de agradecer la distinción y la llamada.
Machado, una ingeniera industrial de 58 años, con dos hijos, de tendencia liberal y cabeza de su agrupación política Vente Venezuela, ganó abrumadoramente una primaria de las fuerzas opositoras en 2023, pero las autoridades la descalificaron y le impidieron presentarse a la elección presidencial del 28 de julio de 2024.
La oposición entonces escogió al diplomático retirado Edmundo González -actualmente exiliado en España- como su abanderado, y Machado entonces se lanzó en una campaña relámpago en favor del candidato, reuniendo enfervorizadas multitudes en toda la geografía del país.
La elección fue ganada por González según actas en poder de la oposición con 67 % de votos frente a 30 % de Maduro, pero el poder electoral proclamó la victoria del gobernante con 53 % de sufragios, aunque sin presentar los resultados que correspondían a los 335 municipios y 30 000 mesas de voto.
El 29 de julio del año pasado estallaron manifestaciones callejeras rápida y fuertemente reprimidas, con saldo de 27 muertos, decenas de heridos y, en cuestión de semanas, el encarcelamiento de más de 2200 manifestantes.
Todavía en Venezuela hay 841 presos políticos, entre ellos 103 mujeres y cuatro adolescentes, según la organización de derechos humanos Foro Penal, incluyendo activistas políticos, sindicales, de agrupaciones civiles y periodistas.
En su presentación, el Comité del Nobel -el de la Paz es el único en Noruega, el resto de galardones se otorgan en Suecia- destacó que Venezuela “ha evolucionado de un país relativamente democrático y próspero a un estado brutal y autoritario que ahora sufre una crisis humanitaria y económica”.
“La mayoría de los venezolanos vive en la pobreza extrema, mientras que los pocos en la cima se enriquecen. La maquinaria violenta del Estado se dirige contra los propios ciudadanos. Casi ocho millones de personas han abandonado el país”, indicó el Comité.
Además “la oposición ha sido sistemáticamente reprimida mediante fraude electoral, persecución legal y encarcelamiento, y el régimen autoritario dificulta enormemente la labor política”.
Sostuvo que Machado, durante 20 años de trabajo en organizaciones civiles y políticas, “ha defendido la independencia judicial, los derechos humanos y la representación popular”.
Después del revés para la democracia en julio de 2024, Machado se refugió en la clandestinidad y desde allí convocó primero a las protestas y luego, al arreciar la represión, optó por dirigir mensajes y entrevistas vía internet y redes sociales, sosteniendo que “el régimen de Maduro está en fase terminal”.
El gobierno de Venezuela la ha acusado de dirigir e impulsar tanto acciones de tipo terrorista para desestabilizar el país como de promover un ataque e incluso una invasión armada por parte de Estados Unidos.
Desde agosto, una fuerza aeronaval estadounidense se ha desplegado en el Caribe, frente a Venezuela, con una docena de navíos de guerra y otros tantos cazas F-35, y han dinamitado y hundido cuatro lanchas señaladas por Washington de transportar drogas hacia Estados Unidos, dando muerte a unos 20 ocupantes.
Washington considera a Maduro presidente ilegítimo, lo acusa de dirigir carteles de narcotráfico y ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.
Machado, aunque a lo largo de su carrera siempre ha defendido opciones pacíficas para su país y para sus seguidores, se ha abstenido de criticar las conductas del gobierno de Trump, incluidas las nuevas acciones militares en el Caribe.
De ideología liberal, Machado ha propuesto una agenda de recuperación económica para su país basada en la privatización de la industria petrolera, una amplia apertura a inversiones extranjeras y, en el campo político, un decidido alineamiento con Occidente y lucha contra gobiernos como los de Cuba y Nicaragua.
Dirigentes políticos de esa tendencia en América y Europa expresaron satisfacción y felicitaciones por el premio otorgado a Machado. Varias horas después del anuncio en Oslo aún no había reacción alguna por parte del gobierno venezolano.
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