La violencia duplica el número de niños desplazados en Haití

Makenley, sentado en un rincón del albergue para desplazados donde vive con su abuela tras la muerte de sus padres. La violencia desatada por pandillas y que se ha extendido en Haití ha cobrado 16 000 vidas desde 2022 y desplazado de sus hogares a 1,3 millones de personas, de las cuales 680 000 son niños y niñas. Imagen: Le Lijour / Unicef

PUERTO PRÍNCIPE – El número de niños y niñas desplazados a causa de la violencia en Haití casi se ha duplicado en el último año, y ya son 680 000 los que han tenido que abandonar sus hogares, indicó este miércoles 8 un reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, dijo “los niños y niñas de Haití están sufriendo unos niveles de violencia y desplazamiento aterradores”.

“Cada vez que se ven obligados a huir, pierden no solo su casa sino también la oportunidad de ir a la escuela y, sencillamente, de ser niños y disfrutar de su infancia”, agregó Russell.

En total, en este país caribeño, de 11,7 millones de habitantes y 27 755 kilómetros cuadrados, hay más de 1,3 millones de personas desplazadas, en un contexto en el que la escalada de violencia, el colapso de los servicios y la falta de acceso de la ayuda humanitaria lo sumen en una crisis cada vez más profunda.

El informe de Unicef “La infancia en peligro” advierte de que no tiene precedentes la magnitud de los desplazamientos, de familias que huyen de la violencia desatada esta década por pandillas criminales que controlan barriadas de la capital e incursionan sobre poblados y vías de comunicación.

Solo en la primera mitad de 2025, el número de campamentos de desplazados se ha elevado a 246 en todo el país, y muchos niños y niñas se han visto obligados a huir y desplazarse varias veces de la violencia generalizada.

Subraya el informe que los desplazamientos están agravando otras crisis: más de un tercio de los campamentos carecen de infraestructuras de protección básica, lo que expone a los niños y niñas, y a las mujeres, a un mayor riesgo de violencia, explotación y abusos.

Por otra parte, las escuelas suelen utilizarse como lugares de refugio, una circunstancia que perturba aún más la educación de casi medio millón de estudiantes.

Según las cifras de Unicef, ya son más de 3,3 millones los niños y niñas que requieren asistencia humanitaria, y más de un millón los que hacen frente a niveles críticos de inseguridad alimentaria. Se calcula que unos 288 000 niños y niñas menores de cinco años podrían padecer malnutrición aguda este año.

Las agencias de las Naciones Unidas estiman que cerca de seis millones de personas, la mitad de la población haitiana, necesita asistencia humanitaria

En lo que va de año, Unicef y organizaciones aliadas han tratado a más de 86 000 niños y niñas con emaciación, prestado asistencia sanitaria a 117 000 personas y han proporcionado agua potable a otras 140 000.

Desde el año pasado Unicef y el gobierno haitiano han desmovilizado y reintegrado en la sociedad a más de 178 niños y niñas en el marco del protocolo para la entrega de niños y niñas vinculados con grupos armados.

Esos grupos controlan más de 80 % de Puerto Príncipe -ciudad de 1,1 millones de habitantes- y las principales carreteras, lo que priva a las familias del acceso a alimentos, atención médica y protección, y expone al personal humanitario a graves peligros para atender a las personas más necesitadas.

Desde enero de 2022 la violencia ha cobrado la vida de al menos 16 000 personas, y más de 7000 resultaron heridas, según cifras que maneja la ONU y que en el último año incluyen las muertes causadas por excesos de la policía y acciones de los grupos de autodefensa de algunos barrios y poblados.

La policía haitiana fue reforzada desde el año pasado con algunos cientos de efectivos de países africanos y centroamericanos, pero con insuficientes recursos para enfrentar a los grupos dlictivos bien armados.

Por ello, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió el mes pasado que se conforme una internacional “Fuerza de Supresión de Pandillas”, que deberá reunir 5500 efectivos y apoyar la lucha contra las bandas enseñoreadas en buena parte de Haití.

De su lado, Unicef solicita “apoyo internacional inmediato” para ampliar la asistencia de emergencia y la protección para los niños y niñas desplazados.

Eso incluye, en particular, refugios seguros, programas de localización y reunificación de familias, apoyo psicosocial y acceso a servicios de atención médica, nutrición, educación, agua potable y saneamiento.

El reporte de Unicef destaca que, sin una inyección inmediata de recursos, los programas esenciales “se verán gravemente restringidos y los niños y niñas se quedarán sin la protección y la atención que tanto necesitan”.

“Al igual que todos los demás, los niños y niñas de Haití merecen estar seguros y sanos y vivir en paz. No pueden esperar”, concluyó Russell.

A-E/HM

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