El sol y el viento ganan una carrera al carbón en demanda de energía

Paneles solares suministran electricidad constante a la universidad Abudwaq en Somalia. La expansión de la energía solar fotovoltaica en numerosos países, así como la eólica, ha desplazado a la del carbón en el incremento de la demanda eléctrica mundial. Imagen: Spotlight Communications / OIM

NACIONES UNIDAS – Las Naciones Unidas saludaron informes según los cuales el sol y el viento ganaron una carrera al carbón, y emergieron capaces de cubrir 100 por ciento del aumento de la demanda mundial de energía en el primer semestre de 2025.

El secretario general de la ONU, António Guterres, escribió en su cuenta de la red X que “el futuro de la energía limpia ya no es una promesa lejana: está aquí”, al conocer un informe del centro británico de investigación Ember que da cuenta del hito alcanzado por las nuevas energías renovables.

“Debemos aprovechar esta oportunidad histórica e impulsar el cambio global hacia un futuro mejor para todos”, instó Guterres.

El análisis de Ember revela que la generación solar y eólica creció 12 % interanual durante los primeros seis meses del año, produciendo 1023 teravatios-hora adicionales (un teravatio, TWh, equivale a 1000 millones de kilovatios).

Ese incremento superó holgadamente el aumento global en la demanda eléctrica en el mismo período de 2024, que fue de 1020 teravatios-hora.

“El futuro de la energía limpia ya no es una promesa lejana: está aquí… Debemos aprovechar esta oportunidad histórica e impulsar el cambio global hacia un futuro mejor para todos”: António Guterres.

“Por primera vez en la historia, el crecimiento de la electricidad limpia ha cubierto completamente el aumento de la demanda a escala global», destacó Dave Jones, director del programa global de Ember.

La demanda mundial de electricidad aumentó 2,6 % en el primer semestre de 2025, sumando 369 TWh en comparación con el mismo período del año anterior. La energía solar por sí sola representó el 83 % de este aumento, gracias a un crecimiento récord de la generación en términos absolutos (306 TWh, +31 % interanual).

El documento revela que China emerge como el principal motor de la expansión, representando el 43 % del crecimiento en generación solar y 44 % del incremento eólico a nivel global.

Según Jones, “estamos presenciando la descarbonización del sector eléctrico en tiempo real, un avance crucial para cumplir los objetivos climáticos internacionales respecto al mismo periodo de 2024”.

El informe subraya que el crecimiento se produjo a pesar de factores adversos como la sequía en América del Sur -que redujo la generación hidroeléctrica- y la ralentización económica en algunos mercados.

Los datos confirman que se trata de una tendencia estructural: 2024 marcó el primer año completo en que las energías renovables cubrieron todo el crecimiento de la demanda eléctrica global, y 2025 sigue consolidando este patrón.

La participación de las energías limpias en el mix eléctrico (la combinación de las diferentes fuentes de energía que cubren el suministro eléctrico de un país) mundial alcanzó ya 41 %, frente al 39 % registrado en el primer semestre de 2024.

“Estamos ante un cambio de paradigma”, explicó Jones. “La transición energética ha alcanzado un punto de inflexión donde las energías renovables no solo complementan el sistema, sino que lo lideran. Eso nos da esperanzas realistas de que el sector eléctrico pueda alcanzar las emisiones netas cero para 2040”, agregó.

Las emisiones netas cero significan alcanzar un equilibrio entre la cantidad de gases de efecto invernadero -que calientan el planeta- producidos, y los que se eliminan de la atmósfera.

Eso implica reducir las emisiones hasta casi eliminarlas mediante la adopción de energías renovables y otras tecnologías, y compensar las emisiones residuales que no se pueden evitar mediante la absorción en sumideros naturales como los bosques o sumideros artificiales como la captura directa de carbono.

El impulso registrado por Ember coincide con las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE, de países consumidores industrializados), que en su informe “Renovables 2025” prevé que la capacidad renovable global crecerá 30 % en 2025.

De ese modo alcanzaría los 6300 gigavatios (un gigavatio equivale a un millón de kilovatios).

Ese crecimiento, el más rápido jamás registrado, consolida a las energías limpias como la fuente de electricidad más grande del mundo, superando al carbón a finales de este año.

La AIE destaca que la energía solar fotovoltaica es el pilar fundamental de esta expansión, representando casi las tres cuartas partes de la nueva capacidad renovable a nivel global en 2025.

La competitividad en costos sigue siendo el motor principal: los precios de los módulos solares son 50 % más bajos que a finales de 2023, mientras que los precios de las turbinas eólicas también han caído significativamente.

La AIE identifica varios impulsores clave de este crecimiento récord. Además de la competitividad económica, señala el fuerte apoyo político en más de 130 países, con China, la Unión Europea, Estados Unidos e India a la cabeza.

En particular, el informe subraya el dinamismo de los mercados emergentes, donde Brasil, India y países del sureste asiático están experimentando una expansión renovable acelerada.

El informe proyecta que 2025 será probablemente el primer año en que la generación de combustibles fósiles experimente una disminución significativa, incluso ante un crecimiento económico global estable. Este avance acerca al mundo a la meta de triplicar la capacidad renovable para 2030, establecida en la COP28.

Esas metas de la COP28 (la 28 Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, serán de nuevo examinadas en la COP30 prevista para noviembre en Belém, Brasil.

Jonse dijo que “este logro no es casualidad, sino el resultado de años de políticas coherentes, inversiones masivas y avances tecnológicos que han hecho de las renovables la fuente de energía más competitiva en la mayoría de los mercados”.

La ONU expone que “la comunidad internacional ve en estos datos una señal alentadora de que la transición energética avanza a la velocidad necesaria para enfrentar el cambio climático”, al tiempo que garantiza el suministro eléctrico para el desarrollo económico global.

Sin embargo, la ONU insiste en que la transición aún no es rápida ni justa y “es necesario acelerar aún más el ritmo para mantener el objetivo de aumento de la temperatura media mundial no por encima de 1,5 grados centígrados (°C)”.

Ese valor con respecto a la temperatura media del planeta en la era preindustrial (1850-1900), alrededor de 13,7 °C, ha sido fijado como umbral en la lucha contra el cambio climático.

A-E/HM

 

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