GINEBRA – Una deuda de 31 billones (millones de millones) de dólares sigue frenando a las economías y a la lucha contra la pobreza en los países en desarrollo, se advirtió este lunes 20 al iniciarse la 16 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) en esta ciudad suiza.
“Eso significa que, en lugar de poder invertir en el futuro de su gente, construyendo más escuelas o ampliando las instalaciones de salud, muchos gobiernos están gastando fondos valiosos en el servicio de la deuda”, advirtió la alemana Annalena Baerbock, actual presidenta d la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Además, la confianza en el sistema internacional se está erosionando, entre otras razones porque si bien la economía mundial vale más de 100 billones de dólares al año, una de cada dos personas ha visto poco o ningún aumento en sus ingresos durante una generación, dijo en su mensaje Baerbock.
Rebeca Grynspan, secretaria general de ONU Comercio y Desarrollo (Unctad), dijo al iniciarse la 16 conferencia de los 195 Estados miembros que el aumento de los aranceles, los pagos récord de la deuda por parte de las naciones fuertemente endeudadas y la creciente desconfianza estaban frenando el desarrollo.
“Una crisis de deuda y desarrollo aún enfrenta a los países con opciones imposibles. Tienen que decidir: incumplir su deuda o continuar con su desarrollo”, resumió.
También expuso que los aranceles aplicados por las principales economías, incluido Estados Unidos, han aumentado este año de un promedio de 2,8 % a más del 20 %.
Para Grynspan, además, “la incertidumbre es el arancel más alto posible”, porque “desalienta la inversión, frena el crecimiento y dificulta considerablemente el comercio como vía de desarrollo”.
En la lista de dificultades a encarar figura que los flujos mundiales de inversión están retrocediendo por segundo año consecutivo, “erosionando el crecimiento del mañana”, dijo la responsable.
Al mismo tiempo, el sistema de inversión actual favorece proyectos en economías más ricas en lugar de en países en desarrollo, continuó Grynspan, y los costos únicos “son responsables de que un dólar estadounidense sea tres veces más caro en Zambia que en Zúrich (Suiza)”.
Dijo también que los costos del transporte son ahora “demasiado volátiles” y que los países sin litoral y los pequeños estados insulares en desarrollo “deben hacer frente a facturas de transporte hasta tres veces superiores al promedio mundial”.
Y, finalmente, aunque la inteligencia artificial ofrezca la posibilidad de añadir billones de dólares al producto bruto mundial, menos de uno de cada tres países en desarrollo cuenta con estrategias para aprovechar sus beneficios.
Mencionó que 2600 millones de personas permanecen sin conexión a internet, y la mayoría de ellas son mujeres en países en desarrollo.
Pero Grynspan también destacó que, a pesar de los obstáculos, 72 % del comercio mundial aún se rige por las normas de la Organización Mundial de Comercio, y crece entre cinco y seis por ciento interanual a precios corrientes, y nueve por ciento si se considera el comercio Sur-Sur, excluyendo a China.
“Lo más importante es que, por ahora, hemos evitado el efecto dominó de la escalada arancelaria que sumió a la economía mundial en la década de 1930”, aseveró.
“Eso no fue casualidad. Fue gracias a ustedes: porque siguieron negociando cuando parecía inútil, defendiendo un sistema basado en reglas incluso mientras trabajaban para reformarlo y tendiendo puentes incluso cuando estos se derrumbaban”, agregó.
En más de 40 sesiones de alto nivel, mesas redondas ministeriales y eventos, la 16 Conferencia debatirá sobre cómo afrontar las incertidumbres actuales, y proponer rutas prácticas hacia cadenas de suministro resilientes, finanzas más justas, inversión productiva y una economía digital inclusiva, indicó la Unctad.
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