Los 80 años de la ONU: un legado mixto de altibajos

En claroscuros, simbolizando la historia de la ONU, el escenario de la semana de alto nivel de la Asamblea General, del 23 al 30 de septiembre, para conmemorar el 80.º aniversario de la fundación de las Naciones Unidas. La lista de oradores incluye a 89 jefes de Estado, cinco vicepresidentes, un príncipe heredero y 43 jefes de gobierno. Imagen: Loey Felipe / IPS

NACIONES UNIDAS – Mientras la ONU conmemora su 80.º aniversario, en una reunión de alto nivel de 138 líderes políticos mundiales, sigue sin resolverse una pregunta: ¿hay algún motivo para celebrar, a juzgar por los resultados políticos en su mayoría fallidos de la ONU durante las últimas ocho décadas?

Cuando se dirigió de forma remota al Consejo de Seguridad en abril de 2022, el presidente ucraniano Volodímir Zelensky dio en el clavo: «¿Dónde está la paz que las Naciones Unidas se crearon para garantizar? Y ¿dónde está la seguridad que se suponía que debía garantizar el Consejo de Seguridad?».

Aparentemente, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ha fracasado en ambos aspectos.

Sin embargo, el papel cada vez menos relevante de la ONU en la geopolítica se ha visto compensado por su actuación cada vez más significativa como gran organización de ayuda humanitaria a nivel mundial, que proporciona asistencia a millones de personas atrapadas en conflictos militares en todo el mundo.

Aun así, la política parece ser el tema principal del 80.º aniversario.

Stephen Zunes, profesor de Política y Estudios Internacionales de la estadounidense Universidad de San Francisco, que ha escrito extensamente sobre la ONU, dijo a IPS: «Como persona que ha defendido a las Naciones Unidas y ha destacado sus éxitos desde que visité por primera vez la sede de la ONU en 1964, a los 8 años, nunca he sido tan pesimista».

Las Naciones Unidas no son más eficaces de lo que sus Estados miembros, en particular los más poderosos, les permiten ser, recordó.

«Las cosas han ido empeorando constantemente desde el final de la Guerra Fría. La invasión estadounidense de Iraq y la invasión rusa de Ucrania han demostrado el fracaso de la misión más fundamental de la ONU: prevenir las guerras agresivas».

Según argumentó, durante los últimos dos años, Estados Unidos ha sido el único voto negativo en al menos seis resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que pedían un alto el fuego en Gaza, vetando así la medida.

Y, agregó, dado que cuatro de ellas se produjeron bajo la administración de Joe Biden, esto subraya cómo los esfuerzos por socavar la autoridad de la ONU para poner fin a los conflictos armados son bipartidistas.

Incluso uno de los mayores éxitos de la ONU, la supervisión de la descolonización, ha visto comprometido, según Zunes, por su incapacidad para obligar a Marruecos a permitir al pueblo de la antigua colonia española del Sáhara Occidental su derecho a la autodeterminación, con Estados Unidos y un número cada vez mayor de países europeos respaldando la ocupación ilegal marroquí.

«Estados Unidos desempeñó un papel desproporcionado en la redacción de la Carta de las Naciones Unidas y los tratados posteriores, como el Cuarto Convenio de Ginebra y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que se espera que las Naciones Unidas defiendan», consideró el especialista en el organsmo mundial.

Sin embargo, en los últimos años, Estados Unidos, tanto bajo los gobiernos republicanos como demócratas, ha atacado cada vez más a las Naciones Unidas y a sus organismos, incluidos sus órganos judiciales, cuando estos han tratado de hacer cumplir su carta y el derecho internacional humanitario, destacó Zunes, que ha sido analista político sénior del proyecto Foreign Policy in Focus (Político Internacional en el Pnto de Mira),  del Instituto de Estudios Políticos.

Richard J. Ponzio, director del Programa de Gobernanza Global, Justicia y Seguridad y miembro sénior del Stimson Center, con sede en Washington, dijo a IPS que las Naciones Unidas, además de representar la organización internacional más universal y, por lo tanto, legítima del mundo, han demostrado una y otra vez su indispensabilidad en los ámbitos de la consolidación de la paz, la lucha contra la pobreza extrema y, cada vez más, en los ámbitos de la acción climática y la gobernanza digital, incluida la inteligencia artificial.

Felix Dodds, miembro del Stakeholder Forum, dijo a IPS que, en esta época de incertidumbre, en la que el mundo nunca fue tan inseguro desde la época de la guerra, «tenemos que reforzar el multilateralismo y asegurarnos de que aprendemos las lecciones de la historia. Trabajando juntos, construiremos un mundo más justo, equitativo y sostenible, no solo para nosotros, sino también para las generaciones futuras».

Amitabh Behar, director ejecutivo de Oxfam International, dijo IPS: «Mientras los líderes se reúnen para la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, la ONU se encuentra bajo una enorme presión: se han recortado fondos críticos a medida que aumentan las necesidades, y se ha puesto en duda su capacidad para garantizar la paz y la seguridad, con algunos miembros permanentes del Consejo de Seguridad cómplices de violar el derecho internacional humanitario».

Añadió que «en su 80.º aniversario, los gobiernos tienen una oportunidad única y urgente para sentar las bases de la reforma que se necesita urgentemente para fortalecer la ONU, de modo que esté preparada para liderar la lucha contra la crisis múltiple a la que nos enfrentamos: catástrofes climáticas extremas y cada vez más frecuentes, desigualdad, ataques a la democracia y los derechos, erosión de los derechos de las mujeres y de género, conflictos mortales y hambre extrema, entre otros».

A pesar de todo, consideró Behar, «debemos recordar el poder de la acción colectiva: sabemos que nuestra mejor oportunidad es estar juntos. Esta semana (de congregación de los lideres mundiales), en la ONU, organizaciones como Oxfam estamos aquí para expresar nuestras preocupaciones, ofrecer nuestra colaboración y solidaridad, y esbozar nuestras propias soluciones».

«Ahora necesitamos que los líderes compartan con valentía su propia visión de un futuro seguro y pacífico, y lo que harán para luchar por ello junto a nosotros», sentenció.

Pero, ¿cuál era la situación del mundo antes de la creación de las Naciones Unidas?

Como dijo la alemana Annalena Baerbock, presidenta de la 80 Asamblea General, a los delegados el lunes 22 de septiembre: «Naciones en ruinas; más de 70 millones de muertos; dos guerras mundiales en una sola generación; los horrores indescriptibles del Holocausto y 72 territorios aún bajo el colonialismo».

«Así era nuestro mundo hace 80 años», afirmó, «un mundo desesperado que buscaba cualquier signo de esperanza». Pero unos líderes valientes dieron esa esperanza a través de la Carta de las Naciones Unidas».

Cuando se firmó este documento fundacional, el 26 de junio de 1945, era más que otra declaración política vacía, señaló. Era una promesa de los líderes a sus pueblos, y de las naciones entre sí, de que la humanidad había aprendido de sus capítulos más oscuros.

«Era un compromiso, no para llevarnos al cielo, sino para que nunca más fuéramos arrastrados al infierno por las fuerzas del odio y la ambición desenfrenada», dijo Baerbock.

Aun así, remarcó, «nos encontramos en una encrucijada similar. Vemos a niños sin padres, buscando comida entre las ruinas de Gaza. La guerra en curso en Ucrania. La violencia sexual en Sudán. Las bandas que aterrorizan a la población en Haití. El odio sin filtros en Internet. Y las inundaciones y sequías en todo el mundo».

«¿Es este el mundo que se imaginaba en nuestra Carta?», inquirió en la presidenta de la Asamblea General en el primer día de la semana de alto nivel.

En una declaración publicada la semana precedente a esta sesión de alto nivel, el International Crisis Group, con sede en Bruselas, afirmó que no es la primera vez en la era posterior a la Guerra Fría que la ONU atraviesa momentos de duda y división.

Periodos similares de incertidumbre siguieron a los fracasos de las misiones de paz en los Balcanes y Ruanda en la década de 1990, así como a los debates sobre la guerra de Iraq de 2003.

Pero, aunque fueron épocas difíciles, los miembros de la organización lograron unirse, reconciliarse y llevar a cabo importantes reformas en cada ocasión. No está claro que puedan o quieran hacerlo esta vez.

Aunque los miembros de la ONU asistirán en septiembre a una cumbre especial sobre el futuro para debatir la reforma de la organización, además de sus compromisos habituales de alto nivel, es poco probable que se produzcan pronto grandes transformaciones en la labor de paz y seguridad de la ONU, advirtió Crisis Group.

Las negociaciones previas a la cumbre han servido, en todo caso, para poner de relieve la falta de una visión común entre los Estados sobre el futuro del multilateralismo.

Mientras tanto, los esfuerzos de la ONU para proporcionar ayuda humanitaria están liderados por múltiples organismos de la ONU, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) , el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha), entre otros.

Estos organismos, que han salvado millones de vidas, siguen proporcionando alimentos, atención médica y refugio a las personas atrapadas en países devastados por la guerra, principalmente en Asia, África y Oriente Medio, siguiendo de cerca los pasos de organizaciones de ayuda internacional como Médicos Sin Fronteras, Save the Children, el Comité Internacional de la Cruz Roja, Care International, Acción contra el Hambre, World Vision y Relief Without Borders, entre otras.

T: MF / ED: EG

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