EEUU da un giro mortal en la lucha antidrogas en el Caribe

La lancha en la que supuestamente 11 integrantes de una banda venezolana llevaban un cargamento de drogas hacia Estados Unidos fue abatida por la fuerza aeronaval desplegada por Washington en el Caribe. El propio presidente Donald Trump ofreció la información, presentó el vídeo, y su gobierno anunció que ese tipo de operaciones continuará. Imagen: Red Truth

WASHINGTON / CARACAS – La muerte de 11 presuntos narcotraficantes a bordo de una lancha abatida y hundida por las fuerzas militares estadounidenses, y su anuncio por el propio presidente Donald Trump, dio un brusco giro a la lucha antidrogas en el Caribe y acentuó la confrontación política entre Estados Unidos y Venezuela.

El sorprendente anuncio abrió de inmediato una hilera de interrogantes, desde la ubicación del incidente y pertenencia de los individuos abatidos, hasta la legalidad, tanto según las leyes estadounidenses como del derecho internacional, de una acción tan fuera de lo común en la práctica de lucha contra el tráfico de drogas.

Un vídeo que presentó el propio Trump en su red social Truth mostró que la pequeña embarcación, que se desplazaba a gran velocidad, fue destruida por un proyectil, y el episodio se registró vía satélite, para no dejar dudas de que fue obra de la poderosa flotilla que la Armada estadounidense desplegó en el Caribe.

“Esta mañana, por órdenes mías, las fuerzas armadas estadounidenses han llevado a cabo un ataque directo contra personas identificadas con toda seguridad como narcoterroristas del Tren de Aragua, en el área de responsabilidad del Mando Sur”, escribió Trump la tarde del martes 2 de septiembre.

Agregó a modo de precisión que el ataque ocurrió “en aguas internacionales”, la lancha transportaba “narcóticos ilegales hacia Estados Unidos”, resultó en “11 terroristas muertos” y “ningún soldado estadounidense (hay unos 4000 efectivos a bordo de los buques en el Caribe) resultó herido en este ataque”.

El Tren de Aragua es una organización delictiva que se originó en Venezuela la década pasada, y cuyos integrantes y aliados han estado incursos en delitos de diversa índole sobre todo en Sudamérica, pero también en América del Norte.

La información del ataque dejó sin respuesta inmediata a instituciones concernidas por la lucha contra el tráfico de drogas, los derechos humanos y la pertinencia, legal y operacional, de emplear una fuerza militar de envergadura en una operación usualmente cubierta por unidades policiales o de guardacostas.

Resulta inusual atacar, hacer estallar Y hundir una pequeña embarcación sospechosa de transportar drogas, con todos sus ocupantes, en vez de interceptarla, incautarla y detener a su tripulación para investigar sobre el origen y destino del cargamento, así como sobre los grupos delictivos que lo despachan y reciben.

Venezuela replicó a la información con un mensaje en la red Telegram de su ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, según el cual el vídeo presentado por Trump es falso y elaborado con métodos de inteligencia artificial (IA).

“Parece que (el secretario de Estado) Marco Rubio sigue mintiéndole a su presidente: luego de meterlo en un callejón sin salida, ahora le da como ‘prueba’ un video con IA (así comprobado)” escribió Ñáñez.

Cuentas en redes sociales de “cazadores de fake news”, imágenes o noticias falsas, hasta ahora dan por hecho que el vídeo es veraz, aunque se carece de precisiones como su ubicación y ruta exacta, o mayores precisiones sobre el estallido.

Según dijo Rubio cuando abordaba un vuelo con destino a México y Ecuador, el Departamento de Defensa de Estados Unidos podría ofrecer más detalles.

El secretario de Defensa, Peter Hegseth, rehusó este miércoles 3 dar detalles sobre la operación, alegando que es información clasificada, pero aseguró que continuará ese tipo de acciones y “cualquier otra persona que trafique en esas aguas y que sepamos que es un narcoterrorista designado correrá la misma suerte”.

“Tenemos recursos en el aire, recursos en el agua, recursos en barcos, porque esta es una misión muy seria para nosotros, y no se detendrá con solo este ataque”, agregó.

Maduro no aludió al incidente, pero en declaraciones previas afirmó que Estados Unidos presenta la amenaza militar porque busca su derrocamiento para de ese modo adueñarse de las riquezas de Venezuela.

De ese cerco y ataques contra Venezuela, según Maduro, el principal responsable es el secretario Rubio, quien “le quiere llenar las manos de sangre al presidente Trump, sangre latinoamericana, caribeña, venezolana”.

“Ellos vienen por el petróleo venezolano, lo quieren gratis. Ese petróleo no le pertenece a Maduro y menos a los gringos, le pertenece a ustedes, pueblo de Venezuela”, dijo Maduro en una alocución televisiva.

En la primera reacción de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), su portavoz del secretario general, Stephane Dujarric, manifestó este miércoles 3 que la organización está “muy preocupada por la tensión creciente entre Estados Unidos y Venezuela”.

Añadió que “quienes luchan contra el narcotráfico deben hacerlo según el imperio de la ley”, mientras subrayó que las diferencias entre los países “deben resolverse de acuerdo con la ley internacional y la Carta de las Naciones Unidas”.

Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, reprodujo en su cuenta en la red X el vídeo del estallido de la lancha por el disparo estadounidense, y escribió que “si esto es verdad, es un asesinato en cualquier parte del mundo”.

“Llevamos décadas capturando civiles que transportan drogas sin matarlos. Los que transportan drogas no son los grandes narcos, sino los jóvenes muy pobres del Caribe y el Pacífico”, comentó Petro.

También mostró la intercepción de una embarcación por la Marina y Aviación de su país, y escribió que “así se hace una interdicción marítima, aquí con ayuda de la fuerza aérea colombiana. Bombardear la lancha es romper el principio universal de proporcionalidad de la fuerza, y generar un asesinato”.

Finalmente, la demostración de fuerza, enfrente del espacio marítimo de Venezuela, se inscribe en la larga y creciente confrontación política entre Washington y Caracas, aun cuando Trump haya autorizado operaciones de la petrolera Chevron para extraer y comercializar crudo venezolano.

Washington ha publicado carteles ofreciendo recompensas de 50 millones de dólares por la captura de Maduro, y sumas millonarias por la de varios de sus colaboradores, acusándolos de narcotraficantes por supuestamente dirigir el Tren de Aragua y el “Cartel de los Soles”, que integrarían mandos militares venezolanos.

También acusa a Maduro de ser un gobernante ilegítimo, pues habría robado la elección presidencial del 28 de julio de 2024, en la que el triunfo con 67 % de los votos correspondió al opositor Edmundo González, exiliado en España, según las actas que presentó la oposición venezolana con apoyo estadounidense.

A-E/HM

 

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