WASHINGTON – En distintos lugares del planeta y en diversas ramas de negocios, empresas jóvenes se distinguen por la velocidad con las que crecen y con ello el empleo que generan, apuntó un reciente estudio divulgado por el Banco Mundial.
Arti Grover, economista principal en la unidad de investigaciones de la Corporación Financiera Internacional (CFI) y autora del reporte, afirmó que “en una amplia gama de sectores, una pequeña proporción de empresas genera hasta dos tercios de todos los nuevos puestos de trabajo”.
“Estas firmas, denominadas empresas de alto crecimiento y que representan menos de una de cada cinco empresas formales, son fundamentales en la creación de empleo, ya que generan entre 60 % y 65 % de los nuevos puestos de trabajo en las economías emergentes”, agregó Grover.
La investigación adelantada desde la CFI, que hace parte del Grupo Banco Mundial, encontró cinco puntos clave en la combinación de crecimiento empresarial acelerado y creación de más y mejores empleos, comenzando porque un pequeño número de empresas representa un alto porcentaje de los nuevos puestos de trabajo.
“Las empresas jóvenes, aunque no necesariamente pequeñas, crean más empleos. Agregan trabajadores a un ritmo que sus rivales de mayor antigüedad rara vez igualan”: Arti Grover.
Los empleadores más dinámicos suelen tener menos años en el mercado, y sus posibilidades de éxito no se relacionan con el tamaño inicial de la empresa.
Los negocios tienden a prosperar en los lugares donde existe buena conectividad. Su crecimiento se acelera cuando se integran en las cadenas de valor, se conectan con multinacionales o tienen proveedores sofisticados.
Las habilidades de gestión más sólidas y la adopción de tecnologías respaldan su éxito.
Los empleadores más dinámicos suelen tener menos años en el mercado, y sus posibilidades de éxito no se relacionan con el tamaño inicial de la empresa.
Subrayó Grover que “las empresas jóvenes, aunque no necesariamente pequeñas, crean más empleos. Agregan trabajadores a un ritmo que sus rivales de mayor antigüedad rara vez igualan”.
En Brasil, un caso examinado, 64 % de las empreas de alto crecimiento tienen menos de cinco años de antigüedad.
En Colombia, las empresas con cuatro años o menos de antigüedad crecen de dos a tres veces más rápido que las más antiguas. Sin embargo, las firmas jóvenes también tienen mayor probabilidad de enfrentar tasas de salida más altas.
Esas empresas operan en sectores como la fabricación de alimentos procesados en Costa de Marfil e Indonesia, la de muebles en Etiopía, la de textiles en Brasil, las de informática y electrónica en México y, en Hungría, se centran en los servicios empresariales y profesionales.
En las economías en desarrollo o emergentes, la mayoría de las empresas son pequeñas y, en conjunto, representan la mitad de todos los empleos.
En países como Camerún, Ruanda y Ghana, hasta 50 % de los empleos provienen de empresas con menos de 10 empleados. En Brasil, esa cifra asciende a más de 60 % y en la India llega a 80 %.
Las empresas que entran en los mercados de exportación, se conectan con cadenas de suministro multinacionales o importan componentes de mayor calidad, suelen reportar aumentos más rápidos en ingresos y productividad, así como una mayor plantilla que la competencia local.
En Mozambique, el multiplicador de empleos generados por la inversión extranjera directa se estimó en 5,4 tras el descubrimiento de recursos naturales.
En Costa Rica, los proveedores locales que obtuvieron su primer contrato con ua empresa multinacional ampliaron sus equipos en 27 % en cuatro años, adaptándose a estándares de calidad más estrictos y mejorando su reputación.
La evidencia de Sudáfrica rastreó a las empresas antes y después de unirse a las cadenas de valor globales. Casi toda la contratación adicional provino de nuevos participantes, una vez materializada la demanda extranjera.
Si bien las empresas más antiguas y de mayor tamaño tienen más probabilidades de integrarse en las redes de producción, la creación de empleo a través de la participación en la cadena de valor global está impulsada por empresas más jóvenes que aún no han agotado sus economías de escala internas.
El Banco Mundial afirma que se necesitan herramientas analíticas complementarias, como algoritmos de detección o diagnósticos sectoriales, para identificar empresas cuyos modelos de negocios, posicionamiento de mercado y profundidad gerencial hagan más plausible el crecimiento sostenido del empleo.
Pero el estudio adelanta que una clave de política de apoyo a las empresas está en canalizar el capital privado hacia empleos de gran escala.
A-E/HM