MÉXICO – La XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe estableció una década de acción, 2025-2035, para acelerar el logro de la igualdad sustantiva de género y la sociedad del cuidado, tras constatar que, en la región durante ese lapso, la población mayor de 65 años superará a la infantil.
Celebrada en esta capital del 12 al 15 de agosto, la conferencia adoptó el “Compromiso de Tlatelolco”, con el cual autoridades y entidades civiles, académicas y del sector privado se comprometen a promover medidas para superar la división sexual del trabajo y “transitar hacia una justa organización social de los cuidados”.
En la región no solo la población mayor de 65 años superará dentro de pocos años a la infantil sino que hacia el año 2050 “habrá unos 34 millones de adultos mayores de 80 años”, recordó el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Manuel Salazar-Xirinachs.
“Ésa es una población que requiere una inversión en cuidado muy intensa. Hemos estimado que, para cerrar muchas de las brechas, se requeriría invertir un 4,7 % del producto interno bruto en los próximos 10 años, lo que equivale a un 0,6% anual”, apuntó el responsable de la Cepal.
Desarrollar inversiones como esas “crearía alrededor de 31 millones de empleos en el sector de cuidados, un 12 % de la fuerza laboral de toda la región, y generaría un incremento de 20 % en los ingresos tributarios”, agregó Salazar-Xirinachs.
En el Compromiso, los países se comprometieron a “adoptar marcos normativos, políticas, programas y sistemas integrales de cuidado, sostenibles en el tiempo, que respeten, protejan y cumplan los derechos de quienes reciben y proveen cuidados de forma remunerada y no remunerada”.
Asimismo, esas políticas y programas deben “prevenir todas las formas de violencia en el mundo del trabajo formal e informal”, así como garantizar “la plena, significativa e igualitaria participación de las mujeres en la vida pública, en la política y en la economía”.
En el acuerdo, los países reconocen que la actual organización social de los cuidados en América Latina y el Caribe es injusta y desigual y ha afectado históricamente a las mujeres, adolescentes y niñas, en particular a las indígenas y afrodescendientes.
Expresaron preocupación por las actuales amenazas a los espacios multilaterales y la reducción de fondos, así como por el agravamiento de la situación económica, social y ambiental como consecuencia de las crisis múltiples a nivel internacional.
María-Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres, destacó que el cuidado “es un tema de toda la sociedad”.
“La sociedad tiene que cambiar la norma que dice que la mujer cuida y el hombre sale a trabajar. No es así. Las mujeres trabajan y aportan con creatividad e innovación. Y cuando hombres y mujeres trabajan juntos sacan a los países adelante”, expuso Vaeza.
La resolución incluyó compromisos específicos relacionados con temas como: marco normativo, institucionalidad, participación y fortalecimiento de capacidades estatales; financiamiento y cooperación; y sistemas de información, comunicación, tecnología, seguimiento, evaluación y rendición de cuentas.
La Conferencia saludó que el 7 de agosto la Corte Interamericana de Derechos Humanos reconoció “el cuidado como una necesidad básica, ineludible y universal, de la cual depende tanto la existencia de la vida humana como el funcionamiento de la vida en sociedad”.
Para Vaeza “eso tiene una correspondencia en la obligación de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos de respetar este nuevo derecho humano, así que esperamos que los sistemas de cuidados tengan ese correspondiente en la legislación de los países”.
A la conferencia acudieron representantes de 31 Estados miembros de la Cepal, así como de agencias de las Naciones Unidas, de organismos intergubernamentales, parlamentarias de 14 países y unas 600 participantes de la sociedad civil.
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