Por qué en cambio climático el mundo debe ir más lejos, más rápido y con mayor equidad

La conferencia de junio sobre el clima de la Cmnucc, en Bonn del 16 al 26 de junio. Imagen: Lara Murillo / ONU Cambio Climático

SRINAGAR, India / BONN, Alemania – La 62 reunión de los Órganos Subsidiarios (SB62) de la Cmnucc, celebrada del 16 al 26 de junio, dejó en evidencia las complejidades persistentes y las tensiones políticas que siguen desafiando la gobernanza multilateral del clima.

La Cmnucc (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático)  convocó su 62 reunión de los Órganos Subsidiarios en un momento clave del proceso global de negociación climática, de cara a la 30 Conferencia de las Partes (COP30), que tendrá lugar en ciudad amazónica de Belém, en Brasil.

Conocidas a menudo como “mini COP”, las SB funcionan como una instancia intermedia en la que negociadores y expertos técnicos avanzan en la implementación del Acuerdo de París sobre cambio climático, suscrito en 2015 durante la COP21, y sientan las bases para las decisiones que se tomarán en la COP siguiente.

Si bien hubo avances en temas de adaptación y procedimientos, áreas clave como financiamiento climático, tecnología y evaluaciones científicas siguieron siendo motivo de fricción.

Entrevistas con expertas climáticas como Jennifer Chow, del Fondo para la Defensa Ambiental, y Meredith Ryder-Rude aportaron una mirada sobre los desafíos estructurales del proceso de la Cmnucc y posibles caminos hacia una acción climática más eficaz.

El bloqueo inicial marcó el clima tenso y conflictivo

La conferencia en Bonn reunió a delegaciones gubernamentales, agencias de la ONU, organizaciones intergubernamentales, representantes de pueblos indígenas y jóvenes, y observadores de la sociedad civil.

El Órgano Subsidiario de Ejecución (SBI) abordó asuntos operativos como financiamiento, desarrollo de capacidades y equidad de género, mientras que el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA) trató temas técnicos y científicos, como los mercados de carbono en el marco del Artículo 6 del Acuerdo de París.

Brasil, como anfitrión de la COP30, presentó la delegación más numerosa con 173 participantes provisionales, dejando claro su interés en influir en la agenda de la próxima cumbre.

La presidencia brasileña de la COP definió tres prioridades: fortalecer el multilateralismo, vincular los resultados del régimen climático con la vida cotidiana de las personas y acelerar la implementación del Acuerdo de París a través de reformas institucionales.

Sin embargo, la reunión comenzó con un retraso de dos días en la adopción de la agenda, principalmente por desacuerdos en torno a la inclusión de los compromisos financieros de los países desarrollados bajo el Artículo 9.1 del Acuerdo de París. Este bloqueo procedimental anticipó el ambiente tenso y conflictivo que caracterizó la conferencia.

Cómo las discusiones científicas siguen siendo políticamente delicadas

La adaptación se posicionó como tema central, con acuerdos sobre una lista revisada de indicadores globales, incluyendo el acceso al financiamiento, una demanda clave de los países en desarrollo. También se avanzó en la transición del Fondo de Adaptación hacia una operativa exclusiva bajo el Acuerdo de París y en la clarificación de los procedimientos de reporte sobre pérdidas y daños.

No obstante, el debate más amplio sobre financiamiento evidenció divisiones profundas.

El objetivo colectivo cuantificado (NCQG) de 300 000 millones de dólares, establecido en la COP29 en Bakú, sigue generando descontento, especialmente entre los países en desarrollo que reclaman un financiamiento más predecible y adecuado. E

stos temas de financiamiento impactan en múltiples aspectos de la agenda, como la adaptación, la transparencia y la transición justa.

Las discusiones científicas se mantuvieron políticamente sensibles. Aunque las partes aceptaron “tomar nota” de los informes recientes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), algunos países bloquearon el uso de un lenguaje más firme que expresara preocupación por las tendencias actuales de calentamiento.

Esto reflejó la continua resistencia a reconocer el límite de 1,5 °C establecido en el Acuerdo de París.

Eficiencia, confianza y una entrega más efectiva del financiamiento

En una entrevista con IPS, Jennifer Chow, directora senior de Sistemas Alimentarios Resilientes al Clima en el Fondo para la Defensa Ambiental, destacó los desafíos estructurales que dificultan la eficacia de la Cmnucc.

“Como ocurre con otros procesos multilaterales, es casi imposible abordar una lista cada vez mayor de temas sin un esfuerzo concertado por priorizar, simplificar enfoques y asociarse con quienes no requieran apoyo presupuestario. Esto es más relevante que enfocarse en las fluctuaciones del financiamiento”, dijo.

Chow sostuvo que la proliferación de temas en la agenda y el crecimiento de las delegaciones han complicado las negociaciones.

“Hay demasiados puntos en la agenda, y las delegaciones han crecido en consecuencia. La secretaría y la mesa deberían revisar de cerca las agendas de la COP, la CMA y los Órganos Subsidiarios, proponer una simplificación y elaborar una lista de temas que podrían cerrarse en los próximos dos años», consideró.

A su juicio, «algunos ya no requieren negociación y podrían ser tratados por órganos constituidos. Cerrar temas no implica falta de ambición”.

También remarcó la falta de credibilidad dentro del proceso.

“Podríamos dedicar más tiempo a las áreas de convergencia y menos a aquellas donde no hay consenso», consideró.

Además, dijo, «deberíamos otorgar más roles de liderazgo a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (Peid) y a los Países Menos Adelantados (PMA). Se han confundido la revisión del progreso y la elaboración de reglas, y renegociar cuestiones ya acordadas erosiona la confianza”.

Sobre los planes climáticos de los países, Chow destacó la necesidad de enfocarse en la implementación.

“Un plan es solo eso: un plan. La evidencia de implementación y del progreso hacia los compromisos de 2030 debería destacarse tanto como los compromisos nuevos para 2035. No perdamos de vista esta década crítica. Una implementación sólida ahora permitirá planes más ambiciosos más adelante”, planteó.

Por su parte, Meredith Ryder-Rude, también del Fondo teópara la Defensa Ambiental, explicó las causas del estancamiento en las negociaciones sobre financiamiento para la adaptación y los desafíos para asegurar que los fondos lleguen a las comunidades vulnerables.

“Las negociaciones se estancaron porque históricamente ha habido desacuerdos sobre qué fuentes de financiamiento pueden contarse como parte de los objetivos de adaptación», afirmó en diálogo con IPS.

«No hay dudas sobre la urgencia de aumentar el financiamiento, pero persisten diferencias políticas e ideológicas sobre qué fondos de los países desarrollados realmente generan resultados de adaptación”, añadió.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Ryder-Rude explicó la complejidad de integrar el financiamiento para adaptación.

“La orientación actual insta a los países a incorporar la adaptación en la planificación económica y financiera. Pero la desconfianza entre las partes, junto con los graves impactos y costos involucrados, dificulta encontrar puntos en común», dijo.

«Los presupuestos de los países desarrollados están ajustados, y quienes controlan los fondos a menudo no están involucrados directamente en las discusiones climáticas, lo que crea una gran brecha”, añadió.

Sobre cómo mejorar la eficacia en la entrega del financiamiento, Ryder-Rude subrayó la importancia del fortalecimiento de capacidades a nivel local.

“Una de las formas más críticas de garantizar que el financiamiento climático llegue efectivamente a las comunidades vulnerables es aumentar la capacidad de absorción y gestión financiera a nivel local», dijo.

Acotó que «los niveles de financiamiento se han mantenido prácticamente estables durante décadas. Nos enfocamos mucho en desbloquear más fondos —el lado de la oferta— pero necesitamos más atención en el lado de la demanda”.

También hizo mención a modelos prometedores que están surgiendo en países en desarrollo.

“Organizaciones nacionales actúan como agregadoras que manejan donaciones multimillonarias de organismos multilaterales y distribuyen subvenciones más pequeñas a grupos comunitarios», detalló Ryder-Rude.

Estos, a su vez, acotó, «reciben acompañamiento para fortalecer su autonomía y capacidad de gestionar fondos mayores. Se necesitan más programas de pequeñas subvenciones, más agregadores nacionales con conocimiento del contexto local y, en general, mecanismos de financiamiento más flexibles y confiables, especialmente para la adaptación”.

Empoderar a los más vulnerables, clave para la eficacia de la Cmnucc

A medida que el mundo se encamina hacia la COP30 en Belém, los resultados de la SB62 muestran tanto la urgencia como la dificultad de avanzar hacia una acción climática ambiciosa.

Se espera que temas clave como la implementación del nuevo objetivo colectivo de financiamiento climático, la finalización de las reglas sobre mercados de carbono bajo el Artículo 6 y la traducción de los marcos de adaptación en apoyo concreto ocupen un lugar central en la agenda.

Se esperaba que los países presentaran sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) actualizadas y alineadas con el objetivo de 1,5 °C. Sin embargo, casi  95 % no cumplió con la fecha límite informal de febrero de 2025, lo que genera preocupación sobre la voluntad política y la transparencia.

La presidencia brasileña enfrenta cuestionamientos sobre inclusión y transparencia, en particular respecto a su propuesta de un Círculo de Ministros de Finanzas encargado de elaborar una nueva hoja de ruta financiera climática. Además, existen dudas sobre la capacidad de Belém para acoger una cumbre efectiva.

Los desafíos geopolíticos, incluida la ausencia de una delegación oficial de Estados Unidos debido a decisiones de la administración anterior, resaltan aún más la fragilidad del liderazgo climático mundial.

En este contexto, reconstruir la confianza, simplificar los procesos de negociación y empoderar a los más vulnerables sigue siendo fundamental para la eficacia futura de la Cmnucc.

T: GM / ED: EG

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