ONG claman por compromisos sobre el clima para proteger la salud

El cambio climático, con sus acentuadas sequías y olas de calor, agrava la escasez de agua potable en periferias urbanas de ciudades latinoamericanas. En la Conferencia Mundial sobre Clima y Salud que se desarrolla en Brasilia unas 50 organizaciones han pedido acciones decididas y financiamiento adecuado, por parte de los gobiernos y en especial los de los países ricos, para enfrentar la crisis climática con severo impacto sobre la salud de las poblaciones. Imagen: Creative Commons

BRASILIA – Más de 50 organizaciones no gubernamentales (ONG) de salud en América Latina y el Caribe reclamaron acciones de los gobiernos para encarar la crisis climática y para prevenir y reparar sus daños sobre la salud, durante la Conferencia Mundial sobre Clima y Salud en esta capital brasileña.

“La salud debe abordarse como una prioridad transversal, mediante la reducción de emisiones, transiciones justas en sectores clave, reformando el modelo perjudicial de desarrollo y a través de financiamiento estratégico” dijo Jeni Miller, directora ejecutiva de la Alianza Global por el Clima y la Salud.

Las organizaciones plantean, en primer lugar, que los países ricos tomen el liderazgo en cortar las emisiones de gases de efecto invernadero, que provocan el calentamiento climático, y que proporcionen financiación integral y justa para prevenir y reparar daños, y frenar la profundización de las desigualdades.

La reunión en Brasilia es preparatoria de la 30 Conferencia de las Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se realizará en noviembre la ciudad de Belém, en la Amazonia brasileña.

En su “Posición Común de América Latina y el Caribe sobre Cambio Climático y Salud”, el medio centenar de oenegés solicitan que en la COP30 se adopten medidas sobre las áreas transversalmente cruzadas por la crisis, como la agricultura, el agua y el saneamiento, la vivienda, el transporte y la energía.

Reconocen que el Plan de Acción de Salud que se propone para Belém se centra en la adaptación de los sistemas de salud para que sean resilientes ante los impactos climáticos, pero añaden que “es crucial que el plan sitúe la adaptación en el contexto más amplio de la acción climática”.

Consideran que “se deben “reconocer los límites de la adaptación y las circunstancias de los sistemas de salud, especialmente en los países en desarrollo, donde la falta de una mitigación efectiva conducirá agotará rápidamente la capacidad de respuesta, lo que afectará gravemente la salud pública en América Latina y el Caribe”.

Sobre el anfitrión Brasil recae la responsabilidad de “garantizar que, en todos los pilares de la acción climática, la COP30 alcance compromisos ambiciosos que protejan la salud de las personas”, según el documento de las oenegés.

“A medida que los impactos del cambio climático se aceleran en América Latina y el Caribe, la salud de millones de personas ya se ve comprometida, los sistemas de salud están sometidos a una presión sin precedentes y las economías enfrentan un riesgo grave”, advirtió Milena Sergeeva, oficial de enlace de la Alianza Global.

Al respecto destacó que “el brote de dengue de 2024 en las Américas afectó a 12,6 millones de personas, dos tercios de los centros de salud de la región se encuentran en zonas de alto riesgo climático, y en el Caribe, más de 250 % del PIB (producto interno bruto) de un país puede desaparecer en un día debido a un huracán severo”.

“Como estos impactos son resultado de una crisis climática creada abrumadoramente por países desarrollados de altos ingresos, esos países deben brindar apoyo a los países de la región, para que tengan los medios para responder”, opinó Sergeeva,

Ese apoyo debería materializarse en forma de financiamiento, acceso abierto a datos y transferencia de tecnología, indicó Sergeeva.

Entre las ONG que reclaman la acción decidida por la salud figuran la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina, la Organización Iberoamericana de Salud Ambiental, el Observatorio Brasileño de Clima y Salud, e institutos nacionales de salud pública de Colombia, Ecuador, México y Perú.

También Save the Children, filiales latinoamericanas de Lancet Countdown, de la red Global Mental Health Action, de la Alianza de Enfermeras por un Ambiente Sano, y sociedades de pediatría, de medicina familiar y facultades de Medicina en la región.

A-E/HM

 

 

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