Eusebia Portillo y su hija Rosa María Portillo, en su casa en el barrio Milagro de la Paz, en el este de El Salvador, hablan sobre la alegría de haberse reunido con Sarah Kanfer, una neoyorquina de 40 años que, cuando era bebé, fue dada en adopción y perdió contacto con su familia. Imagen: Edgardo Ayala / IPS